Afronta la fecha con la comisión de investigación acabada e iniciados los trámites para una ley de Seguridad Ferroviaria
La presidenta de la Asociación Víctimas del Metro del 3 de Julio (AVM3J), Rosa Garrote, considera que, diez años después del accidente del metro de Valencia que causó la muerte de 43 personas y dejó heridas a 47, pueden cerrar "en gran parte la etapa de duelo". "Peleábamos por buscar la verdad del accidente, y el dictamen de la comisión de investigación nos permite descansar", afirma Garrote en una entrevista, en la que defiende que, aunque aún queda pendiente la instrucción judicial, han conseguido muchas de las cuestiones por las que han luchado.
Ha recordado que los primeros años de la asociación fueron "más de desánimo y de frustración", pues creían que "no había nada que hacer", si bien en los últimos meses han vivido "una etapa más gratificante" y "esperanzadora", tras el cambio político y el "cambio de voluntad" en el Consell de la Comunitat.
La AVM3J, que echó a andar el 20 de octubre de 2006 porque buscaban "respuestas" y no creían que el accidente se debió solo a un exceso de velocidad, como sostenía la versión oficial, afronta este aniversario con la nueva comisión de investigación concluida e iniciados los trámites para una ley de Seguridad Ferroviaria. "Al menos ha quedado constancia en el dictamen de la comisión de que las cosas se hicieron mal" y de que el accidente se podría haber evitado, ha explicado Garrote, lo que unido al "reconocimiento institucional" del nuevo Consell, que pidió perdón a las víctimas por el "maltrato" recibido, ha contribuido a "cerrar heridas y la etapa de duelo".
La asociación, que desde noviembre de 2006 hasta julio de 2015 celebró en la Plaza de la Virgen cada día 3 un total de 105 contrataciones para reivindicar que había "43 muertos, 47 heridos, 0 responsables", tiene previsto seguir en funcionamiento mientras esté abierta la instrucción judicial y hasta que el Parlamento Europeo resuelva su queja.
Además, tiene pendiente inaugurar, justo encima de la curva en la que se produjo el accidente, un monumento que sirva no solo para recordar a las víctimas, sino para no olvidar el accidente de metro más grave de España y evitar que vuelva a ocurrir, lo que esperan poder hacer en tres o cuatro meses. "Como mínimo, hasta que se cumplan esas tres cuestiones seguiremos en marcha", afirma la presidenta de la AVM3J, quien recuerda que en los primeros pasos de la asociación, en la etapa más reivindicativa, estuvieron al frente de ella Enric Chulio y su hermana, Beatriz Garrote.
En su opinión, se están dando los pasos para cumplir las reivindicaciones de la asociación, aunque "lo importante" es que todo el trabajo que han desarrollado contribuya a que "una tragedia tan grande no se vuelva a repetir". Garrote admite también que "la realidad social ha ido cambiando", porque al principio la gente "no estaba concienciada para cuestionar versiones oficiales y RTVV solo transmitía la versión del Consell", pero tras el "revulsivo" del programa de televisión "Salvados" los ciudadanos han reaccionado.
La presidenta de la AVM3J agradece además que el Consell devuelva el nombre a la estación donde ocurrió el accidente, Jesús, ya que el anterior cambio de denominación, por la de Joaquín Sorolla, "no tenía sentido" y fue "un paso más en la estrategia de silencio", por lo que es cuestión de "memoria histórica" rehabilitarlo.