VALÈNCIA. Diversas organizaciones y personalidades de diferentes ámbitos han enviado una carta al President de la Generalitat, Ximo Puig, para que dentro de los proyectos asociados al Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, el Presupuesto reforzado de la Unión E y en los Presupuestos Generales del Estado, se establezca un programa de reformas dirigidas a conseguir una sociedad más inclusiva y una economía más sostenible "con la necesidad de una reforma estructural de la sociedad en favor de los más desfavorecidos".
Entre los firmantes se encuentran Adela Cortina, filósofa y catedrática de Ética de la Universidad de Valencia; los catedráticos en Geografía Humana, Joan Romero, y Josep Vicent Boira, a la sazón, coordinador del Corredor Mediterráneo del Gobierno de España, Gustavo Zaragoza, Jesús Conill, Nieves Dios Ibáñez, Fernando del Rosario, Joan Sifre, Joan Gandía, Francisco Pons y Francisco Cobacho.
Además de organizaciones como la Plataforma del Tercer Sector de la Comunitat Valenciana, la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE-CV), el Comité de Entidades de Representantes de Personas con Discapacidad de la Comunitat Valenciana (Cermi CV), Cáritas Diocesana y la Fundación Novaterra.
Los firmantes, a través de esa carta, han querido exponer algunas ideas sobre el momento que vivimos y desean mostrar su compromiso con el sector social y entienden que hay una necesidad "de una reforma estructural de la sociedad en favor de los más desfavorecidos".
Este grupo de personas y asociaciones creen que la pandemia ha afectado más a los grupos sociales más vulnerables y que se corre el riesgo de que las fracturas sociales se agranden, "compartimos de una manera unánime la preocupación por peligrosas tendencias que observamos y que deben ser revertidas, especialmente en el campo de la creciente precarización del empleo, la dura disgregación social, la inaceptable desigualdad y la temible crisis climática".
Como preludio a una serie de recomendaciones y propuestas, los que suscriben el documento, aluden a que la sociedad civil valenciana ya se manifestó, hace casi noventa años, en una situación semejante. "Ante los primeros pasos de la construcción de una Europa unida mediante el llamado memorándum Briand y las dinámicas generadas por el mismo, proceso desgraciadamente abortado por el ascenso de los autoritarismos y por la segunda Guerra Mundial, organizaciones, agrupaciones e instituciones valencianas dirigieron al Gobierno de España, un 10 de enero de 1931, un manifiesto favorable al proceso de unificación económica y política del continente, solicitando al Gobierno de España su apoyo enérgico a tal iniciativa".
Consideran que, junto a la inversión masiva en capital físico, se deben incorporar los recursos necesarios para aumentar la cohesión social, reducir la desigualdad. "Combatir los elevados niveles de pobreza y exclusión es un imperativo moral en toda sociedad decente. Desde la experiencia vivida por cada una de las organizaciones firmantes, queremos aportar nuestro grano de arena a tal fin. Consideramos que la única forma de salir de la crisis de la covid-19 que estamos atravesando, sin dejar heridas incurables entre la ciudadanía valenciana, es realizar una reconstrucción también desde lo social. No nos gusta utilizar el término 'nueva normalidad' porque los estándares previos a la crisis tampoco nos parecían aceptables ni normales. Las organizaciones firmantes llevamos mucho tiempo transitando por las zonas más ásperas de la vida, trabajando con personas que raramente se hallan en condiciones de confiar en un futuro mejor, de colectivos sin recursos solventes (y no hablamos solamente de recursos económicos, sino de formación, cultura y educación) que les permita salir de una situación de exclusión social, de grupos y personas, seres humanos en definitiva, que ven con pesimismo su destino, y que observan la educación, la formación y la cultura como un bien alejado de sus expectativas cotidianas".
Por todo ello, le proponen a Puig "coprotagonizar conjuntamente con la sociedad civil, la aventura de ayudar a cambiar nuestro país, reforzar la economía valenciana, aumentar la cohesión social, reducir la desigualdad, robustecer la formación, hacer de la cultura un derecho inalienable y fomentar la integración en todas sus manifestaciones, y que todos esos logros tengan resultados, también, para las personas con más dificultades".
Para alcanzar esos objetivos consideran urgente reducir la precarización laboral, promover la participación de los sectores más vulnerables en un entorno de empleos dignos, asegurar la completa accesibilidad a los sistemas de salud y de cuidados, fortalecer la protección social, impulsar actuaciones en materia de vivienda pública y de alquiler, en especial para jóvenes, acelerar la formación y la educación como esperanzador instrumento de futuro, mejorar la cobertura del desempleo. "Estos objetivos no nos los inventamos: se hallan dentro de las medidas, inversiones y reformas que los propios documentos del Fondo Europeo señalan como propios de su desarrollo".
Instan, finalmente, al jefe del Consell, a que, junto a otras organizaciones de la sociedad civil valenciana, se pongan en marcha una dinámica de debates y discusiones que conduzcan a establecer un programa de medidas concretas que en su momento le haremos llegar y para la que pediremos su máxima colaboración y apoyo y que le ofreceremos para su conocimiento y debate.
La crisis originada por la covid-19 ha planteado grandes desafíos a los que la UE ha dado respuesta mediante la creación de un nuevo paquete de fondos para la recuperación dirigido a convertir a Europa en un continente más ecológico, digital y resiliente