VALENCIA. Las acciones del Banco Popular encadenaron ayer la tercera caída consecutiva al retroceder un 1,37% y acabar el día en los 1,155 euros, cada vez más cerca de los 1,108 euros de su mínimo histórico. Cierto es que el mal tono estuvo marcado por el castigo que sufrió la banca cotizada y que dejó al Ibex 35 a las puertas de perder los 8.700 puntos.
El nuevo tropiezo de la entidad presidida por Ángel Ron, que acumula una caída del 62% en lo que va de año siendo la peor parada de todo el sector bancario, redujo su capitalización hasta los 4.847 millones de euros. El mercado no recogió la nueva reorganización interna del banco anunciada el día anterior donde el nuevo consejero delegado, Pedro Larena, va a 'tutelar' siete direcciones generales.
Mientras tanto los bajistas siguen apretando el acelerador y, muy especialmente, AQR Capital Management y Marshall Wace. Dos hedge funds o fondos de alto riesgo conocidos en la bolsa española por sus intenciones a la hora de ponerse cortos sobre un valor. Así, el primero ha incrementado su posición en los últimos días hasta el 1,33% desde el 1,20% anterior; mientras que el segundo ha hecho lo propio elevando su peso desde el 0,82% hasta el 0,90%.
El otro bajista con nombre propio en el accionariado del banco madrileño es Samlyn Capital, que desde el pasado uno de agosto mantiene un porcentaje del 0,54%. La última actualización de 'cortos' de la CNMV, con fecha 2 de septiembre, recogía que el 3,85% del capital del 'Popu' estaba en manos bajistas ligeramente por encima del 3,79% de la comunicación anterior.
Mientras tanto los sindicatos esperan que hoy la entidad les detalle el plan de ajuste de plantilla y oficinas, que podría poner en práctica previsiblemente antes de finalizar este año para reducir costes y adaptarse a la digitalización del sector.
Según los sindicatos consultados por la Agencia Efe, en el encuentro se tratarán en principio asuntos relacionados con el control de los horarios de los trabajadores, aunque los representantes de la plantilla aprovecharán la ocasión para pedir a la entidad que les explique sus intenciones.
Fuentes del banco consultadas por Efe confirmaron que ambas partes se verán las caras hoy, pero no dieron más datos sobre los supuestos planes de ajuste del banco, aunque diversos medios de comunicación apuntan a que podrían afectar a unos 2.800 empleados.