VALÈNCIA. Becsa, Citanias Obras y Servicios, Doalco, y Gimecons Construcciones y Contratas han presentado ofertas para la construcción de un edificio piloto de 18 viviendas públicas sostenibles en la calle Joaquín Ballester, 17 de València. La Vicepresidencia Segunda y Conselleria de Vivienda y Arquitectura Bioclimática, a través de la Entidad Valenciana de Suelo y Vivienda, (EVha), sacó a concurso la licitación de las obras, por 3,9 millones de euros. Los pisos se destinarán a alquiler asequible.
El proyecto desarrolla la propuesta ganadora del concurso de anteproyectos con participación de jurado, convocado por la Dirección General de Innovación Ecológica en la Construcción, para la redacción de proyecto de un edificio piloto de vivienda pública sostenible. El equipo redactor de la propuesta ganadora, Ignacio Marí Beneit, fue contratado para la redacción de proyecto y la dirección facultativa de la obra.
Supone la construcción de un edificio piloto de nueva planta de vivienda pública sostenible, compuesto de siete alturas con dos fachadas y dispondrá de placas solares. El concepto está inspirado en la huerta.
"La idea de integrar la huerta no solo es integrar lo verde, sino la convivencia de los grupos de viviendas", expone el proyecto ganador. "El edificio no es solo un contenedor de gentes, sino una ciudad donde vivir, charlar, dar y recibir cuidados, alimentarse, reparar o hacer cosas", señala. Con este prisma, dibujan una planta baja que se erige como un ágora, un espacio de confluencia y colaboración. Así, los rellanos se transforman, a su vez, en zonas no solo de paso, sino de relación como "una calle de pueblo en la que encontrarte a los vecinos y poder charlar".
El edificio se destinará a uso residencial plurifamiliar y está integrado por dos sótanos con un total de diez plazas de automóvil (tres de ellas adaptadas) y once trasteros (tres adaptados), mientras que de las plantas primera a la séptima habrá tres viviendas por planta (tres de ellas adaptadas en la primera planta).
En la planta baja desembarcan dos escaleras, una de plantas de piso y otra de sótanos, y un ascensor. Además, se ubican cinco salas comunitarias con particiones móviles, un par de aseos adaptados, dos cuartos de basuras y 18 plazas de aparcamiento de bicicletas.
Por lo que respecta a la cubierta, se accederá a través del casetón contiguo a la medianera que alberga la escalera, el ascensor y tres cuartos para instalaciones y dispondrá de una pérgola.
El edificio y sus materiales están dirigidos a ser lo más longevos posibles y, por ello, se recurre principalmente a la madera, el hormigón y la cerámica. El planteamiento constructivo y técnico del edificio se soporta en dos pilares: el uso de materiales de poco o nulo impacto ambiental y la utilización de sistemas técnicos o tecnológicos que disminuyan o eliminen la producción de dióxido de carbono. Además, todo el inmueble se prefabricará, salvo el sótano, y se ha incluido un sistema de monitorización para conocer los consumos de agua, luz y calefacción.
Las viviendas parten de un esquema de dos dormitorios dobles, cocina, baño y salón, además de una gran terraza, aunque mediante el sistema que se ha proyectado de montaje y desmontaje de la tabiquería se podría eliminar el elemento entre estancias para lograr espacios más amplios. Por tanto, se podrán adaptar a cualquier usuario.
