VALÈNCIA.- Begoña Cebrián Chorques (València, 1972) tuvo claro desde muy joven que su vida laboral se iba a encaminar por los mercados financieros porque lo vivía en su casa. Su padre, Juan, fue uno de los referentes de la city valenciana, al poner en marcha la gestora de instituciones de inversión colectiva de Bancaja (Sogeva). «Recuerdo especialmente del día que me llevó junto a mis hermanas a la Bolsa de Valencia el bullicio, los corros con los agentes negociando, los teléfonos y la pizarra donde se anotaban los cambios con tiza, que luego supe que eran los cambios de las operaciones. Ese fue quizá el momento que me marcó para el futuro sin darme cuenta, y aquí estoy», relata a Plaza esta apasionada de la lectura, el esquí y el senderismo.
De la tiza a la digitalización, ¿qué hubiera pensado si entonces le dicen el brutal cambio que décadas después se ha experimentado? «Pues que era impensable, pero la realidad está superando a la ficción día a día. Hemos perdido el glamur de la tiza en Bolsa a la hora de marcar las cotizaciones, pero los procesos de toma de decisiones y comunicación han mejorado indudablemente, resultando mucho más eficientes y ágiles en beneficio de todos».
Licenciada en Económicas y Empresariales, cursó el Programa de Desarrollo Directivo de IESE Business School, tiene la acreditación de EFPA España y está especializada en gestión de patrimonios. ¿Qué importancia tiene en su sector estar debidamente formado en un mundo tan cambiante como el de los mercados financieros? «Una buena formación es fundamental pero no suficiente, y debes continuar aprendiendo día a día porque vivimos en un mundo en constante evolución donde quedarse parado y estancado no es una opción. Evolucionan los mercados, el inversor, la legislación, la tecnología… de forma que si quieres ofrecer el mejor servicio a tus clientes debes estar completamente preparada y dispuesta a evolucionar».
Sus primeras prácticas fueron en Sogeva, la gestora fundada por su padre. ¿Qué aprendió allí? «Me ofreció la posibilidad de continuar formándome, ya sobre el terreno, con todos los profesionales que formaban parte del equipo». Y de ahí al gigante francés Crédit Agricole, más concretamente a su división de gestión patrimonial CA Indosuez Wealth Management, donde lleva desde 1998, ocupando actualmente el cargo de subdirectora regional. «Hablamos de una entidad número uno europea y referente en el mercado mundial, con unas ratios de solvencia que hablan por sí solas y que me ha permitido durante este tiempo desarrollarme profesional y personalmente. Echando la vista atrás y con perspectiva, fue una decisión acertada», responde esta madre de dos niños pequeños.
¿Y cómo concilia la vida familiar con la laboral? «La conciliación laboral sigue siendo la asignatura pendiente, aunque no cabe duda de que estamos avanzando en ese sentido y cada vez existe más concienciación desde todos los sectores. La concilio con mucho esfuerzo, trabajo y dedicación. Puedo presumir de tener una familia unida y nos esforzamos para que estén completamente atendidos sin descuidar nuestros respectivos quehaceres profesionales. Una responsabilidad nuestra que resulta en muchas ocasiones agotadora pero que compensa».
Preguntada por la receta que aplicaría para que las mujeres ganen más cuota en los puestos de responsabilidad en las cotizadas españolas, su respuesta es tajante. «Con esfuerzo y trabajo. Es una realidad que los puestos directivos están ocupados en su mayoría por hombres. La receta pasaría porque tanto mujeres como hombres pudiesen elegir con igualdad de condiciones, donde los procesos de selección, evaluación y promoción del talento se basen en la meritocracia».
El esfuerzo es uno de los consejos que les daría a todos aquellos estudiantes que estén pensando en labrarse el camino laboral por el sector financiero. «Estamos en Valencia, cuna de la ‘Cultura del Esfuerzo’. También les diría que no desfallezcan ante los reveses que se puedan presentar y perseverar en alcanzar los objetivos que se hayan marcado. Si añadimos buenos compañeros de viaje, acierto, suerte y el aspecto relacional, el éxito profesional es seguro».
Como banquera privada con una dilatada trayectoria en la plaza valenciana, Cebrián tiene claro que la concentración que se está produciendo en el sector y la aparición de nuevos players suponen un reto y una oportunidad en este competitivo nicho bancario, que tiene en las sicavs a uno de sus históricos ‘caladeros’. Unas sociedades de inversión que languidecen en número por los nuevos criterios, que entrarán en vigor el próximo 1 de enero. «El cambio que han sufrido dichos requisitos probablemente suponga que siga disminuyendo el número; pero este descenso obedece más a la propia evolución del sector, a las necesidades de los propios clientes y, probablemente, al excesivo protagonismo (negativo) que han tenido en los últimos tiempos en los medios de comunicación».
Para terminar, y preguntada sobre la retirada de los estímulos monetarios (tapering) por parte de los bancos centrales, considera que «afortunadamente el momento llegará y estoy convencida de que los bancos centrales tienen la capacidad de hacerlo razonablemente de la misma manera que los han inyectado. Soy optimista en este sentido»
* Este artículo se publicó originalmente en el número 84 (octubre 2021) de la revista Plaza