El exgerente de Imelsa provoca un tsunami en el PP al acusar a Mariano Rajoy de conocer todo el entramado mafioso de presunta financiación irregular, pero falla al declarar por no recordar varios datos de relevancia
VALENCIA. Cuando faltan menos de 48 horas para las elecciones vascas y gallegas, el exgerente de Imelsa Marcos Benavent ha encendido las alarmas en el mismísimo Génova. A su llegada a los juzgados de Valencia, donde estaba citado para declarar por la Operación Taula, el autoproclamado Yonki del dinero ha soltado la bomba: “Mariano Rajoy estaba al corriente de lo que ocurría”, decía en referencia a la trama corrupta que está acusada de cobrar ‘mordidas’ para el Partido Popular, entre otros delitos. Sin embargo, una vez dentro de la sala no estuvo ni tan fino, ni mucho menos tan convincente como en la puerta de la Ciudad de la Justicia.
Benavent encendió ayer el ventilador contra los dirigentes populares. Del presidente en funciones dijo: "Estamos viéndolo todos los días. El PP está imputado por corrupción, por destrucción de discos duros. Negar que el presidente sepa que en su partido pasan estas cosas, yo no lo hago tan tonto. Cada uno que crea lo que quiera".
Pero no sólo hubo recado para el presidente Rajoy. El expresidente de la Generalitat Francisco Camps o los exconsellers Esteban González Pons, Alejandro Font de Mora o Gerardo Camps también recibieron lo suyo de boca de Benavent.
Del exconseller Esteban González Pons, aseveró: "Todos los que han tenido responsabilidad del gobierno saben de las movidas que hay a todos los niveles. González Pons estuvo de conseller y Ciegsa --empresa pública dedica a la construcción de colegios que se investiga por fraude-- dependía de él".
Las palabras de Marcos Benavent han caído como una losa en determinados sectores del Partido Popular. Este viernes era el peor día para escuchar “que Mariano lo sabía”, ya que coincide en el tiempo con la publicación de una entrevista a Mariano Rajoy en La Voz de Galicia en la que el presidente en funciones parece defender a Rita Barberá.
Fuentes de este partido consultadas por Valencia Plaza reconocen que “Lo de hoy ha levantado ampollas internas, ha encendido las alarmas y ha molestado a vicesecretarios como Levy o Maroto que no han dejado de salir a reclamar en público una regeneración que no llega”.
Las palabras de las fuentes populares chocan con las explicaciones oficiales del partido. La coordinadora general del PPCV, Eva Ortiz, censuró las acusaciones vertidas "gratuitamente" por el exgerente de Imelsa Marcos Benaventsobre el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y aseguró que éste no tiene "nada que ver" en la supuesta trama de corrupción en Valencia.
Sin embargo, el exgerente de Imelsa no ha estado tan acertado en su declaración ante el magistrado de la Operación Taula. Benavent acudía a explicar su vinculación con las presuntas mordidas pagadas por empresarios a él, a Vicente Burgos y a la exconcejal de Cultura María José Alcón por los contratos de restauración de varios monumentos.
Según fuentes conocedoras de la declaración, el exgerente de Imelsa no supo determinar ni las fechas de los pagos, ni las cuantías, ni las personas que se las entregaron. Las defensas de los investigados, a excepción de la de Alcón y Burgos, salieron de la extensa declaración, cerca de tres horas, con una sonrisa en el rosto. “ha vacilado demasiado. Ha sido incoherente con su declaración ante la Unidad Central Operativa y ante juez y fiscal. Eso es muy beneficioso para nosotros”, aseguraban al salir de la sala.
Además de Benavent, en la jornada del viernes también estaban citados a declarar la exconcejal de Cultura María José Alcón, que se acogió a su derecho a no declarar y los empresarios José Adolfo Vedri y Carlos Turró. Ambos negaron cualquier vinculación con el pago o cobro de mordidas, aunque Turró sorprendió a todos al decir a una de las partes que a la persona que debían preguntar es a un exsocio, Carles Vicent Gil, porque “es él el que siempre está en el centro de todo”.