Un plato para comer, pero también para pensar. Lo de Ricard Camarena es de otra galaxia
Berenjena asada, con ventresca de atún rojo y jugo de oxalis (esas plantas parecidas al trébol que crecen debajo del naranjo), un sabor que estoy tratando de retener en mi memoria. Un plato aparentemente sencillo, que terminó de conquistarme en el nuevo restaurante gastronómico de Camarena en Bombas Gens. Y sólo estábamos al principio de la comida.
"Hemos unido un producto que cuesta un euro y medio el kilo con otro que está a cien euros el kilo. Juntamos un producto humilde pero con una cocción sublime con otro de lujo, tratado con la máxima naturalidad. Queremos destacar la dualidad entre esos dos productos para que el que los pruebe se dé cuenta de que el valor y el precio son dos cosas muy distintas. El nexo de unión es el jugo de oxalis, una salsa elaborara con la grasa del atún, el colágeno del pescado y un pesto de oxalis que le dota de untuosidad y mucha acidez" explica Ricard Camarena.
Una genialidad más del cocinero de Barx que voy a tardar mucho tiempo en olvidar.