Besos y abrazos en el regreso a Ucrania de los menores acogidos en Navidad en la Comunitat

VALÈNCIA (EFE). Los 56 niños y niñas ucranianos acogidos un mes por familias de la Comunitat Valenciana para pasar las Navidades lejos de la guerra y el frío vuelven "contentos" por haber disfrutado de estos días aquí pero "tristes" por volver a su país "en guerra", en una despedida llena de besos y abrazos.

Los menores llegaron a València el 16 de diciembre y han estado con sus familias de acogida dentro del programa de acogimiento que desde años organiza la Fundación Juntos Por la Vida, ha informado la organización no gubernamental en una nota de prensa.

Según ha indicado Juntos Por la Vida, este sábado ha partido desde València el autobús con los menores, que, después de tres días de viaje, llegarán a sus casas, "en las aldeas y pueblos de Ucrania, que continúan en situación de guerra, por la invasión de Rusia que va a cumplir ya dos años desde su inicio".

Las familias de acogida han despedido a los menores en el rectorado de la Universidad Politécnica de Valencia, de donde ha partido el bus, no sin antes "besos, muchos abrazos y lágrimas en la despedida, pero con la esperanza de que vuelvan el próximo verano".

Alona, de 11 años, ha manifestado antes de marcharse que se va con alegría, pero también con tristeza: "Tengo muchas ganas de ir a Ucrania, pero también estoy triste porque aquí hay paz y no hay guerra. Muchas gracias a mi familia por hacer todo por mí".

Antes de subir al autobús, otro de los pequeños ha dicho que le gusta "mucho" España, pero que tiene ganas de volver a Ucrania, por el colegio, su familia y para ver a su familia.

Otra niña de 11 años ha comentado que ya ha venido a España tres veces: "Me gusta España. Aquí todo es muy tranquilo y no hay guerra, y no me gusta la guerra"

Y Polina, de 10 años, ha indicado: "Tengo muchas ganas de ir a Ucrania para ver a mis padres, pero quiero decir a mi familia de España muchas gracias porque lo he pasado muy bien aquí".

Cuando ha arrancado el autobús, tras los cristales de las ventanas, los pequeños han lanzado besos y con sus manos y voz han dicho: "Adiós, hasta pronto".