VALÈNCIA. Alcalde del municipio de mayor censo electoral con vara de mando socialista en Camp de Túria y secretario de Función Pública en la Comisión Ejecutiva del PSPV, Robert Raga se muestra optimista sobre las posibilidades electorales de su formación en la comarca que bien conoce. También traslada esa confianza al avance en los procesos de estabilización de empleados públicos que están aplicando los ayuntamientos.
Analizando la situación por roles y empezando por el local, Raga espera repetir su mayoría absoluta en Riba-roja, que le permitió dar el salto de gobernar con pactos en 2015 a hacerlo sin esa necesidad en 2019. "Hemos trabajado para mantener esa mayoría", sintetiza. En la actualidad es de un ajustado 11 sobre 21.
Camp de Túria no es como l´Horta Sud o Nord, ni tan siquiera como la Ribera o la Safor. Las alcaldías socialistas resultan más escasas y cubren aproximadamente un tercio del total de 16 municipios de la comarca. Los otros grandes: Llíria, La Pobla de Vallbona y Bétera, tienen primeros munícipes de Compromís (con alternancia socialista en el primero de los casos y con el PSPV de respaldo en el segundo), y del PP.
"Recuperaremos alguna alcaldía, como la de Bétera, aunque estará muy disputado. Veo con serias posibilidades a nuestra candidata, María José Ballesteros, pactando con otras formaciones, como la coalición Más Camarena Torre Conill (en la actualidad cuenta con cuatro ediles) o Compromís", señala.
El alcalde de Riba-roja y secretario general de la agrupación socialista de su municipio lanza otras dos apuestas. La primera la hace en Loriguilla, donde en la actualidad gobierna un grupo de cinco concejales no adscritos: tres ex del PP y dos ex del PSPV. Los cinco se marcharon por iniciativa propia al no respaldar sus formaciones la moción de censura que firmaron conjuntamente el pasado año.
Para el Partido Popular, a escala provincial, no hubo vuelta atrás. Los ha reemplazado por el exalcalde de Ciudadanos, Sergio Alfaro, y su equipo, tal como adelantó Valencia Plaza. No obstante, el PSPV ha sido más benévolo. O pragmático ante la imposibilidad de encontrar un relevo de garantías en un municipio de alrededor de 2.000 habitantes.
"Carlos -en alusión a Carlos Rodado, candidato en 2019, alcalde seis meses, ex del PSPV y reintegrado por el partido- ganará y puede recuperar la alcaldía", opina.
Y el segundo órdago hace referencia a un municipio con mayor censo y que se ha convertido en uno de los grandes bastiones del PP en la provincia, Benaguasil, con el diputado provincial Ximo Segarra como alcalde. "Con pactos con otras formaciones y la candidatura de la diputada en Les Corts Rosa Peris podemos recuperar esa alcaldía", apunta. Peris fue proclamada esta misma semana, por sorpresa y como alternativa de última hora a los varapalos electorales sufridos por su predecesora. El PP manda con mayoría absoluta.
Raga cita un tercer topónimo para acentuar sus expectativas de mejora electoral y se va a Vilamarxant, en la actualidad dirigida por una mal avenida coalición Ciudadanos-PP. Piensa que con un pacto -que posiblemente incluiría al primer de Cs, Xavier Jorge- puede ostentar la alcaldía la candidata socialista, Vicky Sanchis (ex, precisamente, del partido naranja).
En Llíria espera que la candidatura de Paco Gorrea, refrendada en unas disputadas primarias, le permita mantener el próximo cuatrienio una alcaldía que este mandato ha tenido que ceder el PSPV dos años -desde 2021 hasta la actualidad- a Compromís. En La Pobla de Vallbona confía en la reedición del pacto con los compromisarios, aunque no sea a costa de darles la vara de mando los cuatro años.
En Gátova, con mayoría absoluta de Contigo, admite la dificultad de alterar el orden actual; en cambio, en Náquera espera desbancar al independiente Damián Ibáñez. En Serra, confía en seguir en el sillón presidencial desde el que dirige el municipio la socialista Alicia Tusón, al igual que en Marines, con Lola Celda, la presidenta de la Mancomunitat de Camp de Túria.
Y sobre su otro rol, el de máximo responsable político del PSPV a escala autonómica en el área de Función Pública, recalca la labor en los complejos procesos de estabilización de plantillas. "Son una gran oportunidad. En mi municipio, Ribarroja, por ejemplo, tenemos un 33% de interinos, algunos con más de 20 años de antigüedad. Supone que más de un centenar de trabajadores pasarán por este proceso de concurrencia libre para estabilizar plazas", indica.
"Estos procesos también nos tienen que permitir evitar que vuelva a ocurrir lo sucedido en los últimos 20 años para que no se eternice la figura de interino y no se produzca tapones en el empleo público", añade.
Preguntado sobre cuál es su influencia real en un área, la de Función Pública, que aparentemente tiene más de gestión gubernamental -en el Consell la ostenta la consellera Gabriela Bravo- que de acción política de partido, hace hincapié en que desde su secretaria en el PSPV insisten en "la responsabilidad compartida con el gobierno para que en los ayuntamientos dirigidos por nuestro partido se saquen adelante de la mejor forma posible e impulsen estos procesos de estabilización. Que se cumpla en todos los gobiernos locales con alcaldía socialista".
En esta misma línea apunta otra cuestión relevante en las corporaciones locales. "Es muy importante romper las limitaciones de tasa de reposición para sustituir jubilaciones y que las tres administraciones -estatal, regional y municipal- puedan dotarse de convocatorias para disponer de las plantillas necesarias. Se trata de recuperar lo que se ha perdido por no poder reponer plazas durante años en cuerpos de seguridad, justicia...", añade.
En sus dos vertientes, Robert Raga afronta unos meses intensos para abordar los cambios en los servicios públicos y con unas elecciones, las del 28 de mayo, que redefinirán los ayuntamientos. ¿Acertará el alcalde de Riba-roja en sus pronósticos?
