VALÈNCIA. El siete veces conseller y actualmente condenado por el caso Cooperación Rafael Blasco llegaba a su primera comparecencia tras más de tres años y medio de prisión con su discurso más que preparado. Ante las preguntas del tripartito en su comparecencia en la Comisión de Investigación de Taula, se 'comió' al 'enemigo.
Los diputados del tripartito se enfrentaron al antaño portavoz del PPCV sin siquiera prepararse las preguntas y lo que iba a ser un escarnio a un corrupto terminó por ser un paseo en barca del declarante. Tan solo Fran Ferri, de Compromís, salió medianamente airoso de la comparecencia.
La falta de preparación del PSPV llegó a tal extremo que cuando el exconseller les recordó que durante la época del socialista Joan Lerma al frente de la Generalitat vio en una carta "indicaciones a sus cargos públicos para que reclamasen el pago del 10% en comisiones a los contratistas", pensaron que se refería al "impuesto revolucionario" que solicita un porcentaje del sueldo a los cargos públicos electos y no a ‘mordidas’, y debido a eso, no preguntaron por qué no lo denunció.
Valencia Plaza sí que le preguntó a Blasco quién fue la persona que había solicitado las supuestas 'mordidas', a lo que el exconseller contestó, tras tres preguntas, que Pedro Llorca fue la persona que envió la carta. Carta que fue publicada en su día por el periódico Abc y que está en su hemeroteca.
Más allá del revés al PSPV, el exconseller sí que habló de la condena que cumple, aunque ahora en tercer grado, por el caso Cooperación. Sobre este tema, los parlamentarios, más que preguntar, se dedicaron a hacer monólogos que le daban a Blasco la posibilidad de responder a su gusto. El experimentado político no lo dudó y aprovechó la oportunidad para encajar varios directos con frases como: "Estoy pagando mi deuda con la sociedad con la cárcel. A mí no me han pedido dinero porque no tengo responsabilidad civil. Tengo un delito contable por defraudar a la administración y estamos esperando nueve años a que el Tribunal de Cuentas ejecute esa responsabilidad contable con los bienes embargados que resarcirá las arcas públicas", u otras como: "He aprendido la lección porque soy una persona consecuente con la sentencia judicial que me condenó. La he asumido con toda su importancia los delitos".
Sobre este hecho, Blasco reconoció que se "aferró al cargo" cuando debería haber dimitido, y añadió un lapidario "me equivoqué", al que ningún parlamentario dio réplica.
Eso sí, todo ese 'mea culpa' venía precedido de una descarga de culpabilidad 'made in Blasco': "Nunca pensé que la algarabía que se había montado en mi conselleria venía porque se defraudó. Y yo no me llevé un euro, pero en el juicio me di cuenta que hubo errores y los acepté".
Rafael Blasco, al igual que otro de los nombres propios vinculados a la corrupción valenciana, el de Álvaro Pérez ‘El Bigotes’, aprovechó sus minutos ante los micrófonos para hacer un alegato a favor de sus compañeros de presidio. Si Pérez habló de las "lamentables condiciones en las que los reos son trasladados", Blasco aprovechó para decir que "hay un porcentaje muy importante del colectivo que son inocentes. Hay mucho inocente dentro de la cárcel, y hay muy buenos profesionales que contribuyen a que un sistema penitenciario más que obsoleto funcione con cierta garantía".
En su 'paseo' por Les Corts, el exconseller, que había sido citado por un contrato de 9.000 euros con una empresa vinculada a la trama Imelsa, dijo no saber nada de ese contrato. "Los consellers no estamos para eso", afirmó. De hecho, esa fue la única frase, junto al hecho de que no tenía relación con Marcos Benavent, medianamente vinculada al tema de la comisión de investigación. "Me encuentro muy bien para contribuir a responderles, pero me resulta difícil opinar en cuestiones no tengo vinculación y relación, añadió.
En otro orden de cosas, y cuestionado sobre si va a devolver el dinero de las ayudas a cooperación, remarcó que él no tiene responsabilidad civil, sino contable por un dinero defraudado a la administración pública. Y apostilló: "Estamos desde hace nueve años esperando a que el Tribunal de Cuentas ejecute esa responsabilidad contable porque tenemos esos bienes embargados y no podemos hacer más allá de lo que ya hemos hecho que, ha sido poner nuestro patrimonio a disposición del Tribunal de Cuentas para que ejecute esa responsabilidad contable y resarcir las arcas de la administración pública".
"Mi disposición ha sido no solo a colaborar con la Justicia, sino que estamos pidiendo que ejecuten la responsabilidad contable con nuestros bienes embargados", dijo para terminar, a lo que nadie del tripartito supo, pudo o quiso contestar.