MADRID (EP). Iberdrola ha cerrado una colocación acelerada de bonos en el Euromercado por importe de 200 millones de euros y con vencimiento en noviembre de 2022, en una operación récord para la energética con el coste más bajo de su historia, a pesar del contexto macroeconómico y de la volatilidad de los mercados. En concreto, el coste anual para la compañía es fijo, y está en este caso por debajo del -1%, incluyendo todos los costes de la operación, con lo que se genera un importante ahorro respecto al mercado de bonos estándar.
Al tratarse de la ampliación de una emisión ya existente, el cupón se mantiene en el 0%. La rentabilidad final a percibir por los inversores se determinará en función de la evolución del valor de cotización de las acciones de Iberdrola. Además, estas ventajosas condiciones encontradas en el mercado han llevado al grupo a cerrar en 200 millones de euros, frente al máximo de 150 millones de euros anunciado inicialmente, de la ampliación de la emisión de un bono estructurado realizado en noviembre de 2015 y ligado a la cotización de la acción, replicando sus características y no requiriendo en ningún caso la emisión de nuevas acciones de la compañía, por lo que la participación de los accionistas no se diluir.
De este modo, se vuelve a poner de manifiesto el fuerte interés de los inversores en la compañía, incluso en tiempos de gran incertidumbre económica como los actuales por la crisis del Covid-19. Esta es la tercera emisión desde que se inició la crisis por la pandemia del coronavirus, incluyendo las realizadas por el propio holding y su filial estadounidense Avangrid el pasado mes de abril.
Los nuevos bonos, que cotizarán en la Bolsa de Frankfurt, incorporan una opción para sus tenedores por la que podrán, desde el 12 de julio de 2022 hasta el 3 de octubre de 2022, recibir un pago en efectivo a modo de liquidación. El importe de este pago, que será siempre en efectivo, se determinará en función de la evolución del valor de cotización de las acciones de Iberdrola, con un precio de referencia de 8,4641 euros por título, ajustado por los dividendos que se vayan distribuyendo.
La ejecución de esta opción siempre tendrá como contrapartida un pago en efectivo, por lo que Iberdrola no emitirá nuevas acciones. De este modo, los accionistas de la compañía no verán su participación diluida en ningún caso. La energética ha contratado a Barclays Bank Ireland plc (entidad directora de esta operación) para hacer frente a los pagos que se puedan derivar de la decisión de los tenedores de los bonos de ejecutar la opción, así como para la compra de una opción de cobertura idéntica a la opción implícita vendida a los inversores en el bono.
A principios de abril, en el momento álgido de la pandemia, Iberdrola ya se convirtió en la primera empresa española en emitir bonos 'verdes' en plena crisis, colocando 750 millones de euros a más de cinco años (junio de 2025). La demanda recibida superó los 6.000 millones de euros, multiplicando así por ocho la oferta, lo que fijó el cupón de la operación en el 0,875%. Una semana después, Avangrid colocó otra emisión de bonos 'verdes' a cinco años por un importe de 750 millones de dólares (unos 691 millones de euros).