VALÈNCIA. (EP). La Comisión Europea ha publicado este martes su cuarto informe sobre la Unión de la Energía, en el que evalúa los progresos del bloque comunitario en aspectos como la reducción de emisiones, la eficiencia energética o las renovables y en el que duda de que España y otros seis países del club consigan alcanzar su objetivo de energías limpias para 2020.
Junto a España, el Ejecutivo ve con "cierta incertidumbre" la posibilidad de que Austria, Alemania, Letonia, Rumanía, Eslovenia y Eslovaquia consigan llegar a sus metas nacionales. En el caso de España, el objetivo es que la energía procedente de fuentes renovables represente al menos el 20% del consumo de energía final al acabar esta década, la misma meta que para el conjunto de la UE.
El informe destaca que en 2017 once Estados miembros ya habían conseguido superar sus objetivos nacionales (Bulgaria, República Checa, Dinamarca, Estonia, Croacia, Italia, Lituania, Hungría, Rumanía, Finlandia y Suecia).
En conjunto, Bruselas ha destacado el "fuerte crecimiento" de las energías renovables --hasta alcanzar el 17,5% en 2017--, aunque se ha desarrollado de una forma "desigual", con una penetración de casi el 31% en el sector eléctrico, pero "sólo" del 19,5% en el de calefacción y refrigeración y del 7,6% en el transporte.
En cualquier caso, el documento advierte de que el ritmo de incremento de la cuota de renovables se ha ralentizado desde 2014 y, aunque la UE está "en camino" de cumplir sus objetivos para 2020, es necesario "acelerar los esfuerzos" para garantizar el cumplimiento de la meta de 2030, fijada en el 32%.
Con respecto a la eficiencia energética, Bruselas remarca la necesidad de "intensificar los esfuerzos" porque, tras una caída "gradual" del consumo energético entre 2007 y 2017, se ha registrado un incremento en los últimos años debido a las variaciones del clima, la mayor actividad económica y el bajo precio del petróleo.
El ahorro de energía ha ayudado a compensar parte de este crecimiento del consumo, pero ha sido "insuficiente" par a mantener la tendencia a la baja. "A pesar de que el objetivo de eficiencia energética de 2020 todavía puede alcanzarse, el crecimiento continuado del consumo energético puede ponerlo en riesgo", avisa el informe.
Sin embargo, la Comisión Europea celebra en su informe que el consumo de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero cada vez están más desvinculados al crecimiento económico. "La transición a una economía moderna, baja en carbón y eficiente energéticamente está bien encaminada y Europa está en una senda creíble en el cumplimiento de sus compromisos en el Acuerdo de París", indica Bruselas.
Así, el documento enfatiza que la UE cumplirá la meta de reducir un 20% para 2020 las emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con los niveles registrados en 1990, al tiempo que destaca que entre ese año y 2017, la economía del bloque comunitario se expandió casi un 60& mientras que las emisiones contaminantes se recortaron un 22%.
Otro aspecto que destaca el texto es el "buen progreso" conseguido para avanzar hacia un mercado energético europeo más integrado. La energía, señala el informe, es comprada y vendida "más libremente" en la UE, aunque "no lo suficiente".
Bruselas subraya en concreto que la caída de los precios mayoristas de la electricidad, un 6,4% entre 2010 y 2017, contribuyeron a la disminución de los costes de la energía para los hogares y la industria en un 6% y 30%, respectivamente.
En cambio, el Ejecutivo comunitario el incremento de las tarifas por el uso de la red y de los impuestos y otras tasas condujeron a un crecimiento medio en el precio final equivalente al 19,3% para los consumidores domésticos y del 8,7% para los industriales. Los impuestos y las tasas, según el documento, representan el 40% de la factura energética de los hogares.