Inhibir una familia de enzimas dentro de los folículos pilosos que se encuentran en un estado de reposo restaura el crecimiento del cabello
MADRID (EP). Inhibir una familia de enzimas dentro de los folículos pilosos que se encuentran en un estado de reposo restaura el crecimiento del cabello, según un nuevo estudio de investigadores del Centro Médico de la Universidad de Columbia, en Nueva York, Estados Unidos, y que se publicó este viernes en la edición digital de Science Advances.
En experimentos con ratón y folículos pilosos humanos, Angela M. Christiano y sus colegas encontraron que los fármacos que inhiben la familia de enzimas quinasa Janus (JAK) promueve el crecimiento rápido y robusto del cabello cuando se aplica directamente sobre la piel.
El estudio plantea la posibilidad de que fármacos conocidos como inhibidores de JAK podrían emplearse para restaurar el crecimiento del cabello en múltiples formas de pérdida de cabello, tales como la calvicie de patrón masculino, y tipos adicionales que se producen cuando los folículos pilosos están atrapados en un estado de reposo.
La agencia norteamericana del medicamento (FDA, por sus siglas en inglés) ha aprobado dos inhibidores de JAK, uno para el tratamiento de enfermedades de la sangre (ruxolitinib) y el otra para la artritis reumatoide (tofacitinib). Ambos se están probando en ensayos clínicos para el tratamiento de la psoriasis en placas y la alopecia areata, una enfermedad autoinmune que causa la pérdida del cabello.
"Lo que hemos encontrado es prometedor, aunque no hemos demostrado, sin embargo, que sea eficaz para la calvicie de patrón masculino", apunta la doctora Christiano. "Hay que realizar más trabajo para poner a prueba las formulaciones de inhibidores de JAK hechas especialmente para el cuero cabelludo para determinar si pueden inducir el crecimiento del cabello en los seres humanos", agrega.
Christiano y sus colegas descubrieron por casualidad el efecto de los inhibidores de JAK en los folículos pilosos cuando estudiaban un tipo de caída del cabello conocida como alopecia areata, causada por un ataque autoinmune en los folículos pilosos. Christiano y sus colegas informaron el año pasado que los inhibidores de JAK apagan la señal que provoca el ataque autoinmune y que las formas orales del fármaco restauran el crecimiento del cabello en algunas personas con el trastorno.
En el curso esos experimentos, Christiano se dio cuenta de que creció más pelo en los ratones cuando el fármaco se aplica tópicamente a la piel en comparación con cuando se administra internamente. Esto sugiere que los inhibidores de JAK podrían tener un efecto directo sobre los folículos pilosos además de inhibir el ataque inmunológico.
Cuando los investigadores analizaron más de cerca los folículos pilosos de ratones normales, encontraron que los inhibidores de JAK despertaron rápidamente los folículos en reposo. Los folículos pilosos no producen el cabello constantemente, sino más bien el ciclo entre el descanso y las fases de crecimiento.
Los inhibidores de JAK desencadenan el proceso normal renacimiento de los folículos, según vieron los investigadores. Los ratones tratados durante cinco días con uno de los dos inhibidores de JAK tuvieron pelo nuevo dentro de los diez días, lo que acelera en gran medida la fase de crecimiento del folículo piloso. Por el contrario, no salió pelo nuevo en los ratones de control no tratados en el mismo periodo de tiempo.
"Hay muy pocos compuestos que puedan empujar tan rápido los folículos pilosos a su ciclo de crecimiento –afirma la doctora Christiano–. Algunos agentes tópicos inducen la salida de mechones de pelo aquí y allá después de unas semanas, pero muy pocos tienen un efecto tan potente y de acción rápida". Los fármacos también producen pelo más largo de los folículos pilosos humanos cultivados y en la piel injertada en ratones.
Es probable que los fármacos que son tan eficaces en la mejora del crecimiento del pelo en los ratones podrían afectar a las mismas vías en los folículos humanos, lo que sugiere que podrían inducir el crecimiento del cabello y extender el crecimiento de los pelos existentes en los seres humanos. Queda por ver si los inhibidores de JAK pueden despertar los folículos pilosos que han sido suspendidos en un estado de reposo a causa de la alopecia androgenética (que causa un patrón de calvicie masculina y femenina) u otras formas de pérdida de cabello.
Son medicamentos de uso común para las infecciones bacterianas, como la neumonía, la bronquitis y algunas enfermedades de transmisión sexual