Las compañías aéreas europeas se enfrentan al mayor proceso de consolidación de su historia. De momento varias ya han tenido que echar el cierre y el ajuste seguirá hasta que solo queden cinco grandes grupos
VALÈNCIA.-Germania, FlyBMI o WOW han sido las últimas, pero vendrán más. La quiebra repentina de una aerolínea se sucede cada vez con mayor frecuencia en los últimos meses. El fenómeno, que afecta tanto a las low cost como a las tradicionales, pone en evidencia que las compañías europeas están a las puertas de su gran ajuste, una particular área de turbulencias de la que saldrá un panorama muy diferente al actual, con aerolíneas de mayor tamaño que coparán un gran porcentaje de cuota de mercado.
Dos circunstancias concurren en esta suerte de tormenta perfecta en la que quiebras, fusiones y adquisiciones estarán a la orden del día. Por un lado, la coincidencia entre un precio del combustible en escalada con la apreciación del dólar, una combinación cuyo impacto se multiplica en las compañías que, como las europeas, realizan la mayor parte de sus compras en el billete verde pero venden en la moneda común. Y por otro, la inaplazable necesidad de acometer definitivamente un proceso de consolidación como el que ya hace años que se vivió en Estados Unidos y tras el cual el cielo se repartirá entre unos pocos jugadores.
Norteamérica vuela con años de ventaja en ese proceso. Allí apenas operan 59 compañías frente a las 135 de Europa. Sin embargo, el 80% del mercado en Estados Unidos se lo reparten entre cinco grandes aerolíneas: Delta, United, Southwest, Alaska Airlines y American Airlines. Todas ellas son el resultado de diferentes procesos de consolidación entre compañías que comenzaron en la década de los ochenta. Lo mismo ha sucedido con las firmas regionales pues de las 46 estadounidenses que había en 1990 solo han sobrevivido dieciséis.
A este lado del Atlántico, la foto es muy diferente. Si en EEUU el porcentaje del mercado no controlado por las principales aerolíneas es apenas del 20%, en el Viejo Continente los cinco grandes grupos —Lufthansa, Ryanair, IAG, Air France-KLM y Easyjet— apenas suman una cuota de mercado conjunta del 50%. Bien es cierto que el porcentaje ha venido creciendo en los últimos años, pero aún está lejos de la situación que los analistas consideran óptima para este negocio, basado en economías de escala que sí han logrado las grandes aerolíneas de la otra orilla del Atlántico. Como muestra, basta recordar que el líder del mercado europeo, el Grupo Lufthansa, solo copa el 12,3% de todas las operaciones.
* Lea el artículo completo en el número de agosto de la revista Plaza