Las elecciones autonómicas y municipales de 2007 en la Comunitat Valenciana empiezan a parecerse a esas carreras ciclistas de cuando la Operación Puerto, en las que todo el pelotón era sospechoso y algunos de los que aplaudían la descalificación de rivales dopados hasta las trancas, como Marco Pantani, quedaron retratados años después en la lista del doctor Eufemiano Fuentes –en la que por cierto figuraba todo el equipo Comunitat Valenciana– destapada por la Guardia Civil.
Nos hemos cansado de oír y escribir que el PP de Camps y Rita Barberá, acudió dopado a las elecciones de 2007, en las que logró su victoria más amplia, y va a resultar que algunos de sus rivales también recibían transfusiones de origen turbio. Y compartiendo 'doctor', como los equipos ciclistas. Si en el PPCV se valieron de Orange Market y Laterne, el 'Eufemiano Fuentes' de PSPV y Bloc (principal integrante de Compromís) habría sido la empresa gandiense Crespo Gomar, según la denuncia de la Policía que se investiga en cuatro juzgados en sendas causas a las que ya tardan en ponerles un nombre corto y llamativo, porque 'el Gürtel de PSPV y Bloc' es muy largo y genera confusión.
El modus operandi es tan parecido, que hasta consta en los papeles publicados por El Mundo y Abc que al entonces líder socialista, Joan Ignasi Pla –hoy 'embajador' de la iniciativa privada en el Gobierno de Ximo Puig– le pagaron unos trajes contabilizados como "compras para el vestuario del candidato".
Dicen que el asunto no es nuevo porque las diligencias judiciales se abrieron en diciembre de 2016 tras una denuncia de la Policía, previa entrega de los papeles por parte de alguien del PP. Pero tampoco entonces era nuevo. Cuando El Mundo lo destapó el otro día, el director de Alicante Plaza, Miquel González, me envió copia de una información a toda página firmada por él mismo precisamente en El Mundo el día 23 de noviembre de 2009, hace ocho años y cuatro meses, con el siguiente titular: "Sanidad dio contratos a la firma que diseñó la campaña de la candidata del PSPV en Alicante", y el siguiente subtítulo: "La agencia Crespo Gomar recibió adjudicaciones del Ministerio donde Etelvina Andreu es directora de Consumo".
La historia que contaba Miquel y que ahora investigan varios juzgados, igual que la que el mismo periódico publicó en 2011 sobre la contratación de opinómetros con el grupo Crespo Gomar por parte del alcalde socialista de Benidorm Agustín Navarro, que ahora investiga un juzgado de esa ciudad.
Será que entonces era costumbre adjudicar contratos a la empresa que te hace la campaña electoral y por eso nadie movió un dedo, pero el caso es que como consecuencia del retraso en la actuación policial y judicial, el posible delito electoral ha prescrito y los jueces no van a continuar la investigación por ahí. Cosas de las garantías procesales. Igual que Eufemiano Fuentes, que salió absuelto porque tener guardadas más de 200 bolsas de sangre y plasma de los ciclistas con nombres en clave junto a esteroides, anabolizantes, corticoides y hormonas no era delito en España en el momento de la Operación Puerto.
Han cambiado los papeles, y algunos de los que han clamado no solo contra los autores sino contra los responsables políticos de la corrupción del PP se ven ahora cuanto menos como responsables políticos de esta nueva causa.
Habituados a la desvergüenza de algunos –el otro día salió Errejón, ¡Errejón!, a pedir explicaciones a Cifuentes por lo del máster universitario–, a nadie puede extrañar que Eva Ortiz se ponga ahora la camiseta de Mónica Oltra, es el juego de la política. Lo relevante va a ser la respuesta de los que desde hace nueve años están poniendo el grito en el cielo por la corrupción del PP de Camps.
Nada más saltar el escándalo, dijo Ábalos, aprovechando que la cosa afectaba a la familia ximista del PSPV, que daba igual que los delitos estuvieran prescritos: "Desde nuestra perspectiva, lo mismo nos da que estén prescritos o no, nosotros actuaremos con contundencia si ha lugar". Pero 24 horas más tarde, el número dos del PSOE introducía un "si hay imputaciones", para reiterar que Ferraz actuará como lo ha hecho en otros casos, "con mucha contundencia".
¿Si hay imputaciones? ¿Como las de Echávarri, que hasta que no ha estado a punto de sentarse en el banquillo no han forzado su dimisión en diferido? No habrá imputaciones por financiación ilegal porque ha prescrito, pero puede haberlas por malversación, prevaricación y falsedad documental, que afectan sobre todo al PSPV porque eran los que tocaban poder en Madrid.
Lo peor sería que PSPV y Bloc utilizaran los mismos paños calientes que el PP, o que Mónica Oltra rebajara su discurso y dejara de decir que "Mariano Rajoy se sienta en una silla pagada con dinero de la Gürtel" para evitar que le respondan con analogías.
Dicen que el electorado de izquierdas es más sensible a la corrupción, que es más de quedarse en casa el día de las elecciones cuando su partido preferido se ve envuelto en un escándalo. Cabe esperar del Bloc y de PSPV algo más una defensa al estilo del PP; una depuración ejemplar que no sea un reacomodo con un puesto ad hoc en una empresa pública, por ejemplo, Egevasa –además, ahí ya metieron a Tiller–; en fin, una respuesta contundente, algo más que borrarse de la boda de la hija de Pepe Cataluña, que no tiene ninguna culpa de lo que ha pasado. La hija, digo.