“Como los de mi abuela”, dice la carta, y son palabras de Carito
VALÈNCIA. La pasta está casada con los italianos, pero mantiene un largo romance con los argentinos. Desde que fueran colonia de ultramar, la cosa viene enredándose. Se suele presentar rellena, abrazando la carne, y maridada con vino. Cuánto saben los gauchos.
No solo de asado se hace la gastronomía argentina, y así lo han venido demostrando en la ciudad Carito Lourenço y Germán Carrizo, los dos pibes a cargo de Fierro y Doña Petrona. En este último restaurante, de concepto amable para el bolsillo, hay recetas carnívoras, como la milanesa o la empanada mendocina. Pero son muy queridos otros platos de allá, como los ñoquis de setas y los canelones, que llevan desde el principio en la carta.
El plato de la semana nada tiene que ver con la alta cocina. Es una elaboración sencilla, honesta. Tiene el toque casero, familiar. La receta proviene de la abuela de Carito.
"Me inspiré en ella. Sus canelones llevan una base de espinaca y pollo. Para darle un toque especial añadimos setas en el sofrito, que no son habituales en Argentina", explica.
Lo que sí es costumbre, casi obligación, es reunirse alrededor del plato los domingos. En los fogones, la nonna, la tía, la madre. "Cuando no es asado, es pasta, al menos de donde yo provengo", admite la cocinera, natural de Río Cuarto (Córdoba). Y para allá que se va, porque hablamos mientras embarca en un avión, rumbo al paraíso. En estos días de descanso, se han propuesto visitar a las familias, y por supuesto a los abuelos.
Pues eso, que los pongan al centro, que hoy toca comer de la abuela.
Cien veces he comido este plato, y cien veces me sentido en casa.