Hoy es 8 de octubre
VALÈNCIA. La provincia de Valencia se ha posicionado en los últimos años como uno de los principales destinos turístico en España. Solo en la capital del Turia basta con pasear por la plaza de la Reina, la Ciudad de las Artes de las Ciencias o el antiguo cauce del río Turia para detectar el aumento de visitantes que acoge cada día la ciudad. El inglés, el italiano o el alemán son solo algunos de los idiomas que forman ya parte del bullicio de sus calles. Y es que no solo se reciben más turistas, sino que también la presencia internacional gana peso. Un crecimiento que, por ende, ha tenido implicaciones en su plaza hotelera: las cadenas internacionales se abren paso y la inversión es más dinámica. Y esto solo es el principio.
Solo en número de pernoctaciones, València y su entorno han pasado de tener más de tres millones en 2015 a rozar los cinco millones el pasado año 2023, de acuerdo con los datos de la firma Christie & Co, que este jueves presentó un informe sobre la inversión hotelera en Valencia ante empresarios del sector en una jornada organizada junto a Hosbec. Pero, además, si hace nueve años un 56,8% eran extranjeros, el pasado ejercicio llegaron a representar el 63,5%, es decir, un 6,7% más. De este modo, ha caído la presencia del nacional que viene a la provincia, ya que ha pasado de concentrar el 43,2% al 36,5%.
Un cambio que, no obstante, ha ayudado a desestacionalizar el turismo en Valencia. "El visitante doméstico se concentra en Semana Santa y verano, mientras que el internacional viene en cualquier momento", destacó David Arqué, analista de la compañía. Pero también, genera un mayor impacto en la economía, ya que, según sus datos, de media un extranjero gasta 146 euros al día frente a los 46,5 euros del turista. Asimismo, sus estancias son mayores: 7,1 días frente a los cuatro días de los españoles.
Un alza que también se refleja en el número de pasajeros anuales que llegan al aeródromo de Manises. Así, mientras en 2015 desembarcaron poco más de cinco millones de visitantes, en 2023 fueron cerca de 10 millones, un crecimiento del 100%. Unas cifras que evidencian la alta demanda turística que acapara la ciudad y su entorno y el atractivo que ha conseguido despertar en el mercado extranjero.
En cuanto a los mercados de origen, lideran el ranking Países Bajos e Italia, que concentran el 13% de los visitantes, aunque cierto es que el mercado que más crece es el de EEUU, que ahora representa un 8% mientras que hace unos años su presencia era casi residual. Le siguen el mercado francés y el de Reino Unido, ambos también representan un 8%.
Por el lado de la oferta, desde 2010 y hasta 2023 se han abierto en el mercado valenciano 28 nuevos establecimientos con 984 habitaciones, siendo 2021 el mejor año con seis aperturas. En cambio, según datos de la consultora, ejercicios como 2010, 2011 y 2017 cerraron en blanco, mientras que 2012, 2013, 2014 y 2020, por la pandemia, acabaron con solo un único alojamiento nuevo.
No obstante, la tónica ha empezado a cambiar y, de hecho, además de los seis establecimientos de 2021, tanto en 2022 como en 2023 y 2019 se abrieron cuatro hoteles. Y, para 2026, existen 25 proyectos en marcha con más de 1.721 habitaciones, con un claro predominio de las categorías de cuatro y cinco estrellas. Unas previsiones que suponen superar las transacciones de los últimos diez años. Entre 2016 y 2023, la inversión en la planta valenciana alcanzó los 450 millones de euros.
"Lo cierto es que la evolución de la oferta hotelera no ha sido muy buena. De hecho, de 2010 a 2015 no se abrieron nuevos establecimientos, pero a partir de 2016 se detecta un pequeño acelerón", remarcó Arqué, para quien Valencia está ahora en el radar de fondos y cadenas internacionales. Prueba de ellos son los aterrizajes de Accor con su marca Novotel o la llegada de Marriott al antiguo edificio de Telefónica.
Por tanto, las perspectivas de crecimiento son muy positivas, pero también existen grandes retos por delante. En este sentido, desde el sector pidieron seguridad jurídica, mayor agilidad burocrática con los proyectos y la regulación de los apartamentos turísticos ilegales. Y ello para conseguir que la plaza valenciana se sitúe con fuerza en el radar de los inversores porque aunque el capital se anima, consideran que todavía "no está como producto como debería estar para los inversores".
Así lo pusieron de manifiesto varios empresarios hoteleros tras la presentación del informe en una mesa redonda en la que destacaron el potencial de la ciudad y sus municipios aledaños, pero urgieron a ofrecer a la inversión "seguridad jurídica" y un proyecto a largo plazo, independientemente del color político que gobierne. "Valencia está on fire y en los próximos años seguirá creciendo no solo en cantidad, sino en calidad con mayores ingresos", destacó Sergio Baudot, CCO de Estimar Hoteles.
También su estilo de vida, el clima, su gastronomía y su conectividad fueron factores que destacó Sana Shajarisales, investment manager de Outsite. Tanto es así que su compañía, dedicada a alojamientos de coliving para nómadas digitales, busca oportunidades en la capital del Turia, aunque reconoce que no está siendo fácil por la necesidad de grandes espacios que necesitan.
Además, todos coincidieron en señalar que la inversión no despega porque se mantienen las trabas burocráticas y sigue habiendo proyectos hoteleros que llevan años en tramitación solo en la ciudad de València. "Llevamos seis años esperando una licencia. Muchos no vienen porque no ven seguridad jurídica, por lo que València no está como producto como debería verse para los inversores", lamentó Juan Carlos Sanjuán, CEO de Casual Hoteles. En este sentido, cifró en más de 70 los expedientes hoteleros pendientes.
Un análisis en el que coincidió Luis Fernández, CEO de Sweet Hoteles. "Necesitamos estabilidad política porque sin ella no vienen inversores y no sabemos hacia dónde ir. Eso es primordial para conseguir una consolidación en la evolución de la inversión. Tengo proyectos parados y tengo inversores que quieren venir, pero hay que cuidarlos para que vengan", enfatizó.
Por otro lado, los empresarios reclamaron a la Administración un control de los apartamentos turísticos ilegales para controlar la demanda y garantizar una calidad como marca de destino turístico, así como una mayor colaboración para la organización de eventos que atraigan el turismo de eventos y congresos. Y todo ello para conseguir que la ciudad y su entorno crezcan con inversión de forma sostenible y manteniendo un equilibrio entre el turismo, ciudad y los vecinos.