(Esta carta paródica se basa en una conversación sobre política que tuve hace unas semanas con una mujer cristiana)
Querido niño Jesús,
Este año no te voy a pedir algo para mí, sino para todos: Deseo que se extienda Tu mensaje de AMOR entre la gente y cesen todas esas peleas absurdas entre unos bandos y otros. Sobre todo, ojalá abran los ojos los fanáticos y empiecen a seguir Tu camino. Porque no conocen ni el AMOR ni el respeto. Como esas abortistas asesinas que odian a sus bebés. O esos gays y lesbianas que se cogen de la mano y se besan ofendiendo lo más sagrado: ¡que nacemos con una vulva y un pene! ¡Habráse visto tamaña desfachatez! Y no hablemos del colectivo trans. Por favor, lo que tienes que soportar, querido Jesús. Porque todos sabemos que Tu buena nueva es que debemos amarnos los unos a los otros, pero es obvio que te refieres a la gente normal, digna, que se precia como persona. Y no a esos caprichosos que se creen que pueden acostarse con cualquiera como si fueran animales. ¡Incluso con los de su sexo! ¡O cambiarse de género como si fuera una gorra!
Este año no te voy a pedir nada para mí, sino para todos: Deseo que Tu mensaje de AMOR se extienda por esta gran nación que algunos fanáticos quieren romper y hundir. Soy optimista: mucha gente está despertando a la Verdad que Tú nos revelaste y algunos partidos políticos de personas de bien han decidido al fin a alzar la voz contra el libertinaje, los inmigrantes, los okupas, la traición y el caos. Tú nos dijiste: amaos los unos a los otros pero es de cajón que no incluías a lo anormales. Solo debemos amar a la gente normal. La gente que se ducha y que madruga. La gente que no reza a dioses enemigos de Cristo. La gente que vota bien. La gente que no fornica con los de su sexo ni con nada raro. ¿No creó Tu padre celestial a Adán y Eva, hombre y mujer? Pues eso…
Pobre niño Jesús, lo que Te toca aguantar, las ganas que tendrás de mandarles una enfermedad y exterminarlos a todos, ¿verdad que sí?...
Es obvio que tampoco debemos tolerar, en nombre de Tu AMOR, a las asesinas de niños: esas abortistas que rechazan Tu bendito regalo en su vientre. Incluso una violación puede ser una bendición, claro que sí. Lo dijo una ministra del PP hace años pero somos muchos los que lo pensamos. Por suerte, los que defendemos Tu palabra de AMOR hemos dejado de callar. Ahora gritamos fuerte, sin complejos, guiados por nuestros corazones, que encierren en la cárcel a esas malas madres para que aprendan.
En nombre de esta cruzada por el AMOR también deberíamos prohibir las escuelas públicas llenas de fanáticos. Esos lugares infernales han extendido lenguas ridículas e inservibles por Cataluña y el País Vasco… ¡Pero si ya tenemos una, y bien bonita, que hablan hasta en América, en todos esos países llenos de tribus retrasadas y crueles a los que hace siglos llevamos Tu mensaje de AMOR! Ahora esas escuelas quieren extender ideas anticristianas de tolerancia a los anormales. Escuelas con profesores rojeras y malolientes que fanatizan a nuestros hijos hablándoles de feminismo, sexualidad, identidad de género, modelos alternativos de familia y otras aberraciones que Tú, Jesús, nunca tolerarías, porque Tú eres buena persona y las buenas personas deben unirse para echar de sus barrios a las malas personas que solo quieren hacer el mal. ¡A patadas si es necesario! Escuelas llenas de inmigrantes muertos de hambre que vienen a quitarnos el trabajo de jornaleros o cuidadores de ancianas a los españoles de bien. De okupas comunistas que se meten en tu casa cuando vas a comprar el pan y ya nunca puedes echarlos y tienes que comprarte otra casa. De mujeres que reivindican tener trabajo y olvidan que se deben al AMOR a sus hijos y a sus maridos, como dictan los roles biológicos que Tú metiste en nuestros genes, ese ADN con preferencias obvias por el rosa o el azul, porque tú pon un niño y una niña al lado del rosa y el azul y verás lo que eligen... Escuelas donde van los hijos de los perdedores, esos cuyos padres no se esforzaron lo suficiente y ahora quieren que repartamos nuestros beneficios con ellos. ¡Abajo los impuestos y todas esas ayudas absurdas! ¿Ayuda a la dependencia? Que no tengan hijos. Les gusta el fornicio pero luego no son capaces de atender a sus hijos… ¿Becas al estudio? Que se fastidien si sus padres no ahorraron o no supieron enchufarlos bien. ¿Ayudas a los parados? Que se busquen un trabajo, y si no valen porque de casta le viene al galgo, que se monten una empresa como hacemos todos los que tenemos un poco de ambición. Y si les sale mal, pues otra, hasta que les salga bien. ¿O es que tengo que pagar yo su falta de constancia? Debemos compartir, Tú lo dijiste, pero no con los hijos de esos rojos comunistas provenezolanos etarras golpistas que actúan y votan mal. Compartir con la familia, con los amigos, con la gente bien que sigue Tu doctrina del AMOR. ¡Porque Tú eres solo compasión y esos estúpidos no son capaces de verlo!
¡Feliz Natividad de Paz y AMOR!