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de fortalezas imponentes a torres urbanas 

Castillos valencianos: del top por su restauración a los dos muy emblemáticos asediados por la ruina

La falta de inversiones está provocando un grave deterioro en los vestigios de El Puig y Sagunto

14/05/2022 - 

VALÈNCIA. En la provincia de Valencia se mantienen más o menos erguidos 252 castillos, entre los que destacan algunos tan monumentales como los de Sagunt, Cullera o Xàtiva, otros de aspecto imponente desde lejos por su ubicación e historia como los de Corbera o Montesa, o llamativas torres defensivas enclavadas en cascos urbanos como las de Paterna, Antella o Benavites.

Algunas de estas últimas, de titularidad privada, sobresalen por su conservación, como la torre Espioca, en Picassent, galardonada este año por la delegación valenciana de la Asociación Española de Amigos de los Castillos (AEAC) precisamente por esa atención en su mantenimiento. No obstante, no siempre es así. Desde esta entidad especializada en castellología, su presidente, Miguel Jover, destaca dos casos especialmente graves por su deterioro, que contrasta con el enorme valor histórico que atesoran. Se trata de Sagunt y El Puig. El ejemplo contrario, de esmero en su preservación, lo constituye, según AECC, Cullera.

"El castillo de Cullera es uno de  los castillos de la provincia de Valencia mejor conservados. Por ese motivo el Ayuntamiento de Cullera recibió el Premio de Castellología Valenciana Coronel de Ingenieros Gascón-Pelegrí  2014. concedido por la Delegación de Valencia de la Asociación Española de Amigos de los Castillos, y la Medalla de Plata Nacional de la Asociación Española de Amigos de los Castillos en 2017, en reconocimiento a la restauración y puesta en valor realizada en los últimos años", explica Jover.

El presidente en la provincia de Valencia de AECC añade, a este respecto "la inversión de 4,5 millones de euros que culminó en el 2014 con la restauración interior de la Torre Mayor, y de las Torres del Segundo Albacar, entre las que destaca la Torre Octogonal, nuevamente restaurada en 2021, lo que devolvió al conjunto su antiguo esplendor. Este castillo alberga el Museo Arqueológico Municipal y durante los meses de verano se desarrolla una extensa actividad cultural que pone en valor la restauración realizada".

El castillo de Sagunto 

La antítesis se encuentra en la capital de Camp de Morvedre. "El castillo, o mejor fortaleza de Sagunto, resulta impresionante, pero su estado actual es manifiestamente mejorable. En su casi un kilómetro de longitud están representadas todas las épocas históricas, desde Aníbal hasta las guerras napoleónicas, pasando por los romanos, musulmanes, época medieval, moderna, y contemporánea", repasa Miguel Jover.

"Se han realizado algunas consolidaciones de murallas, y actuaciones urgentes como en la puerta de Almenara, pero el interior está muy abandonado, incluso con peligro para los visitantes, con gran proliferación de vegetación y en estado de ruina", añade

A este respecto, desde el Ayuntamiento local indican que han estado 11 años pendientes de la apertura del Centro de Visitantes del Castillo, un tema que Conselleria de Cultura desbloqueó finalmente el pasado mes de abril. Sin acto oficial ni inauguración pública más allá de abrir sus puertas. Hasta entonces un simple folleto ofrecido en una caseta sin cuartos de baños, entre otras carencias, constituía la única recepción a estas instalaciones, declaradas Monumento Nacional hace 91 años y que se expanden por 800 metros de extensión.

No obstante, esta solución, que acoge la proyección de una documental sobre la historia del castillo, cuyos primeros vestigios se remontan a la época ibérica, al siglo IV a.C., y una exposición, resulta insuficiente ante las peticiones que realiza el Ayuntamiento para su mejora. En esta línea recuperan reivindicaciones históricas, como la creación de un consorcio del que formen parte el propio consistorio junto al Ministerio y a Conselleria de Cultura. O llevar a la práctica las mejoras previstas en el Plan Director del Castillo.

"El Ayuntamiento no tiene competencia y lo único que podemos es alertar de situaciones de deterioro graves, como ocurrió el pasado mandato con la puerta de Almenara. No obstante, las intervenciones no pueden limitarse a estos hechos de urgencia y deben de ser constantes por parte del Ministerio de Cultura", señalan desde la casa consistorial a preguntas de Valencia Plaza, desde donde también insisten en la necesidad de ampliar la información a las personas que visiten el histórico recinto a lo largo del recorrido.

El castillo de El Puig

El segundo ejemplo de castillo emblemático que requiere de mejoras urgentes se encuentra en El Puig. “El Castillo de El Puig, de Enesa o Cebolla, tiene una tremenda importancia para los valencianos, pues fue la base de operaciones que utilizó Jaume I, y anteriormente el Cid, para la conquista de Valencia”, señala Miguel Jover.

"Se encuentra en ruina avanzada, y solo se mantienen en pie algunos muros y parte de la torre maestre sur-oeste, gracias a algunas intervenciones de consolidación que se realizaron en el pasado. En el interior del castillo se construyó el depósito municipal de agua y se instalaron unas antenas de comunicaciones, que alteran totalmente la imagen del mismo e impiden su lectura histórica, como reconoce el plan director redactado en el año 2013", concluye el presidente de la delegación en la provincia de Valencia de la Asociación Española de Amigos de los Castillos.

Por su parte, desde el Consistorio afectado afirman que están acometiendo la denominada Fase A del plan director, que consiste, según indica el concejal Marc Oriol, en "proyecto de excavaciones arqueológicas, informe preliminar y memoria de excavación".

El objetivo se basa, según relata, en "recuperar los restos del castillo árabe anterior a la llegada de las huestes de Jaume I, cuando se destruyó" y hacerlo en dos fases. No obstante, recalca la necesidad de una mayor inversión. "En la actualidad el Ayuntamiento está acometiendo estas obras y queremos a optar a subvenciones del Ministerio de Cultura para ampliarlas", señala Oriol.

Esta construcción defensiva, conocida igualmente como castillo de Jaume I, de Cebolla o de Enesa, fue arrasada por el rey don Pedro en 1347 y sobre sus restos superpusieron nuevas fortificaciones entre finales de 1938 y principios de 1939, durante la Guerra Civil.

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