ALICANTE. La calma no termina de llegar a la antigua cooperativa Agrícola Villena. Tras la compra de la empresa en quiebra técnica por parte del fondo de inversión ProA y el acuerdo en torno a la reducción de plantilla, que se ha limitado a 30 despidos y la conversión de 70 contratos en fijos discontinuos, ahora el motivo de las fricciones entre sindicatos y dirección de la empresa son las condiciones de los trabajadores. Concretamente, las físicas.
Hasta ahora, los empleados de Agrícola Villena tenían reconocido dentro de su jornada laboral un tiempo para realizar estiramientos, una práctica física que se llevaba a cabo de forma preventiva para evitar lesiones durante la jornada, dado el tipo de trabajo que realizan. Sin embargo, el sindicato CCOO ha denunciado que la nueva dirección ha eliminado este tiempo de 'preparación' y que se niega a recuperarlo.
A juicio del sindicato, se trata de una modificación sustancial de las condiciones de trabajo en la empresa, por lo que consideran que no es una decisión que pueda tomar la dirección de forma unilateral. Se han celebrado tres reuniones al respecto sin acuerdo, según fuentes sindicales, y la postura de los nuevos dueños de la antigua cooperativa es inamovible, por lo que CCOO anuncia la interposición de un conflicto colectivo.
Este es un procedimiento que se invoca ante la existencia de un desacuerdo laboral que implica a varios trabajadores de una empresa, para que se interprete la aplicación de la normativa o convenio colectivo correspondiente. La demanda se presenta ante los juzgados, y antes de llegar al pleito es obligatorio celebrar un acto de conciliación para intentar alcanzar un acuerdo sin tener que verse ante el tribunal.
"Nos vemos en la obligación de interponer un conflicto colectivo. La nueva dirección amenaza con más cambios que alteran las condiciones de los trabajadores y desde CCOO no lo vamos a permitir", señalan las fuentes citadas. "Los trabajadores ya han sacrificado bastante con el acuerdo que llegamos hace un mes dándole la flexibilidad de la jornada. Ahora ya no toca más sacrificios de parte de la clase trabajadora".
Como ha contado este diario, el fondo ProA Capital cerró en agosto la compra de Agrícola Villena, tras varios meses de negociaciones que se iniciaron cuando trascendió la precaria situación de la cooperativa. El fondo se ha comprometido a invertir 10 millones de euros en modernizar las instalaciones e incorporar nuevas líneas de procesamiento, y ha incorporado a un nuevo equipo directivo para tratar de enderezar la marcha de la empresa.
