VALÈNCIA. La catástrofe que ha provocado la Dana a su paso por la provincia de Valencia, con 211 víctimas mortales, ha obligado a la administración durante días a cerrar colegios, buscar alternativas al transporte público por el estado en que han quedado las vías de metro y Cercanías, así como por las carreteras derrumbadas. También a limitar los desplazamientos para evitar colapsar accesos a los servicios de emergencia, el ejército o la UME.
Con este telón de fondo, la Diputación de Valencia que preside Vicente Mompó ha autorizado que un centenar de sus empleados se hayan acogido a la modalidad de trabajo no presencial. El pasado jueves, un total de 116 personas teletrabajaron, mientras que este lunes, seis días después de la tragecia, la cifra se redujo a un centenar.
Por su parte, la Generalitat Valenciana no cuenta con los datos de cuántos de sus empleados se encuentran en estos momentos trabajando desde casa. Explican fuentes oficiales que algunos de ellos no tienen acceso a un ordenador, si bien se da por hecho que los funcionarios valencianos que se hayan visto afectados por las inundaciones no se encuentran trabajando en ninguna modalidad. Es decir, que quien optaría por el teletrabajo serían empleados públicos que se encontrarían bien en sus hogares pero tendrían dificultad para desplazarse a la capital por el estado de los accesos.
La Diputación de Valencia cuenta con un total de 1.100 trabajadores, lo que significa que en torno al 9% de la totalidad de la plantilla.