El césped artificial de Rus salpica a Javier Luján y a otros constructores

VALENCIA. Los contratos para instalar césped artificial en campos de fútbol. Ese sería el nexo de unión tras la detención de varios constructores en el marco de la operación Taula, que investiga la "trama corrupta" que amañaba contratos públicos y cobraba comisiones por adjudicaciones fraudulentas.

Así sucede en el caso de Javier Luján, que este jueves fue puesto en libertad provisional con una fianza civil de 200.000 euros tras declarar ante el instructor del caso Imelsa. Su empresa, Construcciones Luján, se ha adjudicado varios contratos para instalar ese césped por importe de varios millones de euros. [FOTOGALERÍA]

La detención y posterior puesta en libertad de este empresario, a quien el juez mantiene imputado en la causa abierta por varios delitos contra la administración pública, ha provocado un enorme revuelo entre las empresas del sector, según explican fuentes empresariales consultadas por Valencia Plaza.

La Federación de Empresas Valencianas de la Construcción (Fevec) tenía previsto emitir este jueves un comunicado en solidaridad con Luján, quien fue presidente de la patronal valenciana de empresas de obra pública Fecoval entre 2007 y 2011, pero finalmente no difundió ninguna nota.

La implicación de Luján en la trama del caso Imelsa estaría relacionada con la adjudicación de varios contratos para la instalación de césped sintético en campos de fútbol once, según fuentes del sector. Es el mismo motivo por el que otros empresarios del sector como Vicente Francés (Construcciones Francés) o Javier Marchesi, exconsejero delegado de la firma Clásica Urbana se habrían visto envueltos en la trama impulsada por Alfonso Rus en su etapa al frente de la Diputación de Valencia.

La empresa del primero, en unión con Vives Dalmau, se llevó un contrato de casi un millón de euros para construir el campo de fútbol de Manises.  

Construcciones Luján ha sido adjudicataria de al menos dos contratos durante los años en los que se centra la investigación. El primero de ellos lo obtuvo en 2009 a través de Imelsa, la firma que está en el ojo del huracán y que da nombre a la causa. Se trataba de un contrato para instalar césped en Alzira, Burjassot o Moncada, entre otras localidades. La obra se licitó por 4,5 millones y Construcciones Luján se la acabó llevando por 3,8 millones.

Más recientemente, en 2012, la empresa se llevó otro contrato de la corporación provincial para instalar césped artificial en varios campos de la provincia de Valencia por algo más de 162.000 euros. 

Estos no son los únicos vínculos de la constructora con las administraciones. La empresa está detrás de obras singulares como el circuito urbano de Fórmula 1 de Valencia y ha realizado varias obras en carreteras por encargo de la Diputación de Valencia.

Proveedor de referencia de Ford

Pero si por algo es reconocida la constructora es por su gran vinculación con Ford. La firma participó en la construcción de la factoría de Almussafes en los setenta y desde entonces se mantiene como su empresa de referencia para infraestructuras como las naves de prensas, almacenes logísticos o la planta de carrocerías.

Los trabajos en las plantas que la marca del óvalo tiene en Rumania, Alemania o Reino Unido le han valido incluso el reconocimiento por parte de la marca con uno de los premios que concede a sus mejores proveedores.

Sus últimas cuentas depositadas, correspondientes a 2014 reflejan un volumen de negocio superior a los 56,6 millones de euros, un 22,17% menos que el año anterior, y un resultado neto de 2,16 millones, un 56,69% menos que el ejercicio precedente. En la memoria, reconoce el impacto negativo que ha tenido sobre sus cuentas el descenso de las licitaciones públicas, una situación que trata de compensar con más trabajos para empresas privadas y con un plan de diversificación territorial.