VALENCIA. La junta de administradores del Grupo Ros Casares ya ha trasladado al titular del juzgado de lo Mercantil 1 de Valencia su propuesta para adjudicar los activos del grupo industrial. A pesar de los dos meses que han pasado desde la primera propuesta que presentaron a lo trabajadores para que presentaran alegaciones, el informe que han presentado en el juzgado mantiene el criterio inicial, el del reparto salomónico entre Gedesco y Thyssen de los activos de Thyssen Ros Casares, la joya de la corona del grupo.
Según explicaron a Valencia Plaza fuentes conocedoras del proceso, los seis administradores trasladaron su informe al magistrado este jueves tras acordar la redacción definitiva el miércoles por la noche.
El planteamiento no difiere sustancialmente de la primera valoración que se realizó de las ofertas. La firma valenciana, con el respaldo de su matriz JZ Internacional, ha puesto sobre la mesa más de 8 millones de euros por nueve del total de lotes en los que se dividieron los activos. Entre ellos están las plantas de planos (chapa) para automoción de El Puig, Sagunto y Centro del Acero en Vitoria y la fábrica de tubos de Esquivias (Toledo).
La firma de origen alemán Thyseenkrupp ha presentado una oferta a través de su filial española Grupo TK con la que aspira a quedarse también las plantas de Sagunto y El Puig, las dos que forman parte de la sociedad Thyssen Ros Casares y que son las más rentables de todo el grupo.
Atendiendo a las bases, en las que se otorgó especial relevancia al compromiso sobre el mantenimiento de empleos y del proyecto industrial, Gedesco se siente ganadora en la subasta. A falta de que el juez informe oficialmente a los aspirantes de la decisión de los administradores, el grupo valenciano ya avisa de que sus asesores jurídicos pleitearán si la decisión no se ajusta a sus expectativas.
El problema surge porque Gedesco ha presentado una propuesta por activos vinculados. Esto es, condicionada a la adjudicación en conjunto de todos los activos por los que ha ofertado, ya que su plan industrial, para el que cuenta con el actual equipo gestor con Francisco Juan Ros a la cabeza, se basa en las sinergias entre plantas.
Dudas con la asunción del pasivo
La decisión de los administradores de repartir entre los dos principales ofertantes las dos plantas que forman la mercantil Thyssen Ros Casares implica dividir la que se considera sociedad más rentable del grupo. A Thyssen Ros se le dejaría la planta de El Puig y a Gedesco, la de Sagunto.
Al reparto decidido por los administradores se suma una circunstancia que puede condicionar el resultado final de la puja. La oferta de Grupo TK está condicionada a no tener que cargar con el pasivo de la sociedad a la que aspira.
Sin embargo, la normativa concursal obliga a aquellas empresas que pujan por los activos de una sociedad vinculada a asumir también sus pasivos. Es lo que ocurriría en este caso, donde Thyssen Ros Casares y Grupo TK serían empresas vinculadas al pertenecer a una misma matriz.