Foto: EDUARDO MANZANAVALÈNCIA. El pasado mes de julio, este diario adelantaba que Cultura pondría fin a la inestabilidad de la dirección del festival Cinema Jove tras más de dos años dando tumbos y haciendo ingeniería burocrática. Todo para que Carlos Madrid, la persona a cargo del proyecto desde 2016, pudiera salvar in extremis la celebración de la cita. La fórmula sería la de un concurso público abierto para optar a un contrato de dos años prorrogables a otros dos. Será a través de una licitación por lotes, de libre concurrencia, al que se podrán presentar tanto personas como empresas. Entonces, desde el IVC se explicaba que en la fórmula que se adoptaría, y que será extensible a todas las direcciones de festivales, se ha buscado "no funcionarializar" estos puestos de trabajo, de manera que los responsables tengan un tiempo máximo y estipulado por un concurso. El plazo que se pusieron para poner en marcha el concurso fue final del verano, porque entonces “se estaban limando” algunas cuestiones.
Ya en noviembre, parece que aún no se han acabado de limar esas cuestiones porque las bases aún no se han hecho públicas. Si entonces las expectativas era tener nombres y apellidos antes de acabar el año, hace unos días, fuentes de la conselleria atrasaban ese plazo “a los primeros meses de 2021”, según se dirigieron a Culturplaza. Esto vuelve a condenar al destajo la organización de Cinema Jove, un festival que ha salido adelante los últimos años a base de un sobreesfuerzo provocado por tener que poner en marcha un evento con títulos internacionales, un personaje del sector notable al que homenajear, y varias secciones paralelas en tan solo tres meses.
2021 será complicado, sea cual sea el resultado del concurso. Hasta que no haya un nombre, difícilmente se podrá empezar a hacer la selección. Si Carlos Madrid es la persona elegida, podrá volver a demostrar cuánto puede dar de sí un festival hecho con tan poco margen (cabe recordar que, a pesar de las dificultades, la calidad de la selección sigue siendo notable); con una persona nueva al cargo, Cinema Jove tendrá que experimentar una transición y su selección en un tiempo récord. Parece que, hasta 2022, no habrá paz en la celebración de la cita cinematográfica del IVC.
Cada festival se ha dirigido estos años desde modelos diferentes. En el caso de Sagunt a Escena, Juan Vicente Martínez Luciano fue contratado a través de un convenio del IVC con la Universidad de València, que era realmente donde trabaja el gestor cultural. El festival de artes escénicas estival tiene varios retos, como el de intentar poner en marcha producciones propias o el de mantener el listón de este año, en el que el número de espectáculos se ha incrementado a pesar de las restricciones. Este sería otro de los festivales a los que marzo les deja un margen algo estrecho. Más aún sabiendo que, como dejó caer en una entrevista, Martínez Luciano no tiene intención de presentarse a ningún concurso, por lo que la transición a la nueva persona responsable parece segura en el horizonte.
En el caso de Dansa València, Mar Jiménez, la actual coordinadora, fue seleccionada para un contrato prorrogable a tres años que se acaban de cumplir hace tan solo unas semanas. La edición de 2020, prevista para marzo y cancelada por la alerta sanitaria, se está empezando a celebrar ahora. Cultura ya ha confirmado que para la edición de 2021, a la que -previsiblemente- le quedan unos pocos meses para celebrarse, Jiménez ya está configurando algo de la programación, por lo que se presupone que la nueva persona que se haga cargo del proyecto lo hará pensando en el festival de 2022.
Cultura ya ha encontrado la manera de estabilizar la dirección de los festivales ahora falta el cuándo. Mientras, empieza la cuenta atrás para las próximas ediciones.
