VALÈNCIA. Las alianzas en política pueden cobrar distintas formas. A veces son públicas y evidentes, otras son más implícitas y discretas, algunas se deben a las coincidencias ideológicas y, frecuentemente, también se producen bajo el simple paradigma del enemigo común.
Desde que se estrenara la presente legislatura en junio de 2019, el acercamiento entre Ciudadanos, liderado en la Comunitat Valenciana por Toni Cantó, y el PSPV que dirige el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha sido destacado. Primero llegó una fase de discurso más colaborativo por parte de los naranjas: se transitó a una etapa de acuerdos locales entre ambas formaciones -pese al malestar de Compromís, socio mayoritario del PSPV en el Botànic-, se prosiguió con reuniones mano a mano entre Cantó y Puig y debería haber culminado con un voto a favor de Cs en los presupuestos del Botànic de 2021.
Sin embargo, este último hecho no llegó a producirse por el portazo de Compromís y Unides Podem a ciertas incorporaciones que pretendía incluir Ciudadanos en las cuentas. Un 'coitus interruptus' que dejó cierto mal sabor de boca entre los dos actores que habían redoblado sus esfuerzos por sellar con los presupuestos el principio de un idilio político que resultaba interesante para ambos. Puig, para consolidar su perfil de presidente dialogante y ganar un aliado de cara a un futuro incierto; y Cantó para presentarse por un líder pactista alejado del PP y Vox.
Ya en ese momento, el líder de Ciudadanos criticó amargamente a los socios de Puig, especialmente a Compromís, señalándoles como culpables de no haber alcanzado un acuerdo. Así, Cantó, quien históricamente ha focalizado buena parte de sus ataques sobre la coalición valencianista, parece haber recobrado su deseo de atacar al Botànic por ese flanco. Una maniobra que se produce, justamente, cuando Puig está atravesando un momento delicado por haber tomado demasiado tarde restricciones más duras contra la pandemia tal y como pedía, precisamente, Compromís.
En esta línea, Cantó se ofreció a Puig en su última reunión del 14 de enero como aliado para que se alejara de sus actuales socios. Es más, le pidió que ejerciera un "mando único" y le dio su apoyo para evitar los confinamientos que demandaban Compromís y Unides Podem.
Una mano tendida que ha venido acompañado por un marcaje especial de Ciudadanos sobre todo aquello que tenga relación con la gestión de Compromís. Así, se han prodigado las notas de prensa o declaraciones por parte de esta formación política dirigidas a criticar o presionar a la coalición valencianista que lidera Mónica Oltra.
Desde 'envejecer' a la vicepresidenta en una campaña para exigir más protección a las mayores en relación con la incidencia de la covid en las residencias, hasta exigir la dimisión de la secretaria autonómica de Sanidad, Isaura Navarro, también de Compromís, arrogándole la culpa de todo lo fallido en la Conselleria de Sanidad pese a que está controlada mayoritariamente por el PSPV de Puig con la socialista Ana Barceló al frente. "Cada minuto que Navarro pasa en su puesto supone la muerte de un valenciano", espetó el diputado de Cs Fernando Llopis en la comisión de Les Corts de esta semana.
Pero no son casos aislados, solo atendiendo a varios de los comunicados de Ciudadanos en la últimas semana se observa cómo la coalición valencianista está en el punto de mira de Cantó y los suyos: cinco de las seis notas de esta semana se refieren a dirigentes o gestión relacionada de Compromís.
El secretario autonómico de Empleo, Enric Nomdedéu, la vacunación que le atribuyen a Navarro aunque el mando único de la misma pertenece a la socialista Barceló; dardos al conseller de Educación, Vicent Marzà, o al concejal del Ayuntamiento de València Carlos Galiana en relación con el comercio ambulante, han sido algunos de los señalados.
¿Casualidad? ¿Coincidencia? Es cierto que Ciudadanos siempre ha buscando de forma especial la confrontación con Compromís, pero resulta curioso que tras el claro acercamiento entre Cantó y Puig y en uno de los momentos más delicados para el presidente, debido a las pésimas cifras de expansión del coronavirus en la Comunitat Valenciana que muchos atribuyen en parte a su tardío endurecimiento de las restricciones, los ataques de la formación naranja se estén focalizando especialmente en Compromís. Ni Presidencia lo hubiera diseñado mejor.