VALÈNCIA. La expansión del coronavirus, aunque no de manera generalizada, ha propiciado en algunos casos puntuales acercamientos políticos que en otro momento eran poco probables. Así, en Les Corts, los partidos del Botànic (PSPV, Compromís y Unides Podem) firmaron junto a PP y Ciudadanos -Vox se quedó fuera- el llamado Pacto por la Reconstrucción. Unas líneas básicas de consenso para tratar de aunar fuerzas para la recuperación de una pandemia que, no obstante, sigue muy presente.
Un acuerdo similar al que también se firmó en València ciudad, donde los firmantes fueron los dos socios del gobierno local, Compromís y PSPV, y también dos de las fuerzas de la oposición, PP y Ciudadanos, de nuevo con Vox fuera del pacto.
El pacto llevado a cabo en Les Corts ha derivado ahora en un refuerzo de la mejoría en las relaciones del PSPV con Ciudadanos. De hecho, los socialistas apuestan por tratar de elaborar unos presupuestos para 2021 que la formación naranja liderada por Toni Cantó pueda llegar a apoyar en líneas generales o, en su defecto, no rechazar de plano. Una perspectiva que no comparten desde Compromís y Unides Podem, que consideran que solo los partidos del Botànic deben participar de las negociaciones y decisiones presupuestarias mientras la oposición, tiene que limitarse a tratar de enmendarlas en Les Corts.
Ahora bien, esta estrategia de mano tendida por parte de Ciudadanos podría trasladarse también a València ciudad. Es más, en los últimos meses, especialmente a partir de la pandemia, se han producido notables gestos de colaboración entre la formación naranja, que en València lidera Fernando Giner, y el ejecutivo local. Propuestas sobre el cheque escolar universal, planes de empleos para discapacitados, y otro tipo de iniciativas han salido adelante impulsadas por Ciudadanos y el gobierno de Joan Ribó.
En el grupo municipal de Giner han optado por un perfil de consenso y más próximo al ejecutivo local, sin perder por ello un tono más crítico en cuestiones de impuestos o movilidad. Cuando se les pregunta a los naranjas, lo tienen claro: es momento de arrimar el hombro para sacar adelante políticas de recuperación, pero esto no se trata de un cheque en blanco.
Ahora bien, el acercamiento es palpable. No sólo con el alcalde Ribó, de Compromís, con quien públicamente mantiene una buena relación, sino también con los socialistas. Por poner otro ejemplo, en junio Ciudadanos impulsó una moción que recibió el apoyo del ejecutivo municipal -con algún matiz-. Y no de menor importancia, creen en Ciudadanos, pues se trata de la idea del 'presupuesto de base cero' en 2021, lo que supone que, en lugar de elaborarlo a partir del del año anterior -como es habitual-, puedan replantearse todas las partidas cuyo gasto no esté comprometido.
No se trata, pues, de un torrente de amor entre el ejecutivo y la segunda fuerza de la oposición, sino una voluntad explícita y constatable en el pleno de consensuar medidas de cara a los próximos meses y años. Y en este sentido, se dan las circunstancias para elaborar unas cuentas con alguna pincelada naranja, que ya quedó en el pacto de reconstrucción, por ejemplo en cuanto al compromiso de dedicar al menos el 2,5% de las cuentas a la reactivación económica.
Bien es cierto que el hándicap para Ciudadanos en la capital es que, a diferencia de la Generalitat, donde el socialista Ximo Puig lleva el timón, la vara del mando en el consistorio la ostenta Compromís a través de Joan Ribó. De ser al revés, posiblemente el acercamiento de cara a un posible acuerdo en los presupuestos estaría más encarrilado. Ahora bien, tampoco se descarta debido principalmente al tono más moderado que viene adoptando Giner en sus discursos y posiciones.
En esta línea, fuentes próximas al portavoz de Cs no quisieron anticiparse a futuras decisiones respecto a las cuentas del consistorio y se limitaron a afirmar que, para decidir sobre ellas, primero tendrán que verlas y estudiarlas. Ni sí ni no, pero dada la mejoría en las relaciones con el gobierno local, parece evidente que Giner está dispuesto a seguir la estela de la búsqueda de consenso que Canto viene exhibiendo en Les Corts pero que su propia jefa de filas nacional, Inés Arrimadas, viene mostrando en el Congreso.
Una búsqueda de consenso que, estratégicamente, también genera cierto debate interno en el PP que lidera María José Català, dado que en el caso de una oposición dura por parte de los populares se ven alineados con Vox, especialmente si Ciudadanos se muestra en posturas más intermedias. Es decir, la formación naranja podría quedar más diluida en esa ala dura al ostentar el PP, por cuestión mayoritaria, la jefatura de la oposición. Una situación que ya se produjo en las elecciones generales en las que se hundió Albert Rivera. Sin embargo, esa posición más moderada ofrece en ocasiones el dilema a los populares sobre si redoblar sus críticas o si, como en el caso del acuerdo de reconstrucción, sumarse al consenso.