VALÈNCIA. La secretaria autonómica de Hacienda, Clara Ferrando, vuelve a cambiar de asesor. El Diari Oficial de la Generalitat de este viernes recogía el nombramiento de Pau Fayos Montagud, un joven recién graduado en Economía procedente del BLOC, como personal eventual de la Consellería de Hacienda. La contratación de Fayos, que asistirá a Ferrando como asesor de asuntos generales, implica el cese de Víctor Luna, quien ha ocupado la misma responsabilidad en los últimos meses.
Fayos será el tercer asesor de Ferrando tras la marcha del periodista Josep Grau, que dejó el departamento para comenzar a trabajar en À Punt, y el mencionado Víctor Luna.
Además de por su vinculación a través del BLOC, Fayos y Ferrando ya trabajaron juntos en el pasado cuando el primero realizó prácticas en la Secretaria Autonómica de Hacienda mientras estudiaba el cuarto curso del Grado en Economía.
Durante esas prácticas, Fayos analizó el posible impacto de la aplicación de un impuesto a las bebidas azucaradas en la Comunitat Valenciana a raíz de una Proposición No de Ley (PNL) aprobada en Les Corts a iniciativa de Compromís.
Fruto de ese análisis, Fayos realizó un estudio económico sobre cómo un impuesto establecido a las bebidas azucaradas podría contribuir a reducir el consumo de estos productos que resultan "nocivos para el consumo humano". El trabajo, titulado El possible impost valencià a les begudes ensucrades ha recibido el premio Caixa Popular a la investigación en Economía en el "III Workshop d'Esconomia Valenciana" recientemente organizado por la la Fundació Nexe, la Universitat de València i la Universitat Politècnica de València.
En el mismo, el autor analiza cómo la imposición de un gravamen reduciría el consumo de comida y bebidas no saludables y generaría unos ingresos "que podrían destinarse de manera finalista a contribuir llevar a cabo una dieta sana con comidas más saludables, ayudas a empresas para hacer búsqueda de productos más sanos y con menos azúcares añadidos y fomentar el actividad física".
Tal y como se ha analizado, el impuesto afectaría entre otros los refrescos, los botes de café, los tés, zumos de frutas y las bebidas energéticas, pero según recoge la PNL, las bebida lácteas y sus derivados no quedarían sujetos. La base imponible será la cantidad de litros de las bebidas sujetas vendidas por el minorista al consumidor contribuyente y el tipo de gravamen del impuesto gravará una cantidad determinada por cada litro de bebida con un contenido de azúcar determinado.