Los coches híbridos, posible tabla de salvación para Ford Almussafes en su día clave

VALÈNCIA. El futuro de Ford Almussafes se dirime este miércoles en Inglaterra. Aunque la planta se adjudicaba en el verano de 2022 nuevos modelos eléctricos, esa inversión no ha llegado a materializarse, mientras las instalaciones han ido perdiendo carga de trabajo. Por ello, aunque parecía que esa asignación salvaba a la factoría de la incertidumbre y le garantizaba diez años de producción, la indefinición ha llevado a la planta a tener que seguir batallando con la multinacional para mantener su supervivencia. Una inquietud que previsiblemente se resolverá este 27 de marzo en la reunión que tendrá lugar en Dunton entre la dirección mundial de Ford y representantes sindicales europeos.

Una cita en la que, de nuevo, Almussafes se la juega y que supone para muchos un 'dejà vu' de lo ocurrido hace casi año y medio cuando Almussafes contenía el aliento por saber si se llevaba la electrificación ante la Saarlouis, planta alemana contra la que competía por la nueva flota de Ford. Ahora no hay pugna contra nadie, pero sí una gran necesidad de carga de trabajo porque a partir del 17 de abril solo fabricará un único modelo, lo que obligará a nuevos recortes en la plantilla de no cambiar el actual panorama. 

En la reunión, de carácter interno, participarán el presidente de Ford, Jim Farley; el director de Operaciones, Kumar Galhotra, y representantes de la dirección europea, mientras que por la parte sindical estará el presidente del Comité de empresa europeo y su vicepresidente; y el presidente del comité de Ford en Almussafes, Carlos Faubel, de UGT. Será entonces cuando la multinacional desvele sus nuevos planes y hoja de ruta. 

Lo que ya ha dejado claro Ford es que la electrificación se retrasa por las malas ventas que cosechan los modelos eléctricos en el mercado. Por ello, para el comité de empresa la solución pasa por recibir modelos híbridos para producir, por lo menos, en el corto y medio plazo hasta que haya una redefinición de la estrategia global. No contemplan otro escenario que no sea volver de Inglaterra con nueva carga de trabajo y garantías de funcionamiento. 

Las esperanzas están puestas en que la dirección de la compañía comunique la adjudicación de, como mínimo, un nuevo coche que garantice volumen de fabricación y dé estabilidad a la factoría. "Ha llegado el momento de tomar decisiones", subrayaba hace unos días UGT, sindicato mayoritario en Almussafes, que no baraja otra opción que la de traer a Valencia "garantías de carga de trabajo". La propia multinacional reconocía hace unos meses estar buscando "alternativas" para Almussafes ante la decisión de frenar la llegada de eléctricos a la planta valenciana para reconsiderar sus planes en Europa.

Por ello, la jornada se presenta vital para dilucidar el porvenir de la factoría y saber realmente la importancia que tienen las instalaciones valencianas para la firma del óvalo. De no producirse ningún anuncio, el futuro se antoja turbulento con posibles nuevos despidos. Y más teniendo en cuenta que el próximo 17 de abril se dejará de fabricar la furgoneta Transit, dejando a la planta con la producción de un único modelo: el Kuga. Solo en los últimos dos años ha perdido tres modelos: el Mondeo, S-MAX y Galaxy. 

Una bajada de la actividad que ha tenido duras consecuencias en la plantilla con un ERE que ha afectado a más de 1.100 empleados y ha dejado en unos 4.800 el número total de trabajadores, mínimo histórico en una fábrica que llegó a albergar a 9.000 personas. A ello se suma paros de producción y ERTE consecutivos. En estos momentos, la factoría de Almussafes tiene en marcha un expediente de regulación temporal de empleo que finalizará, tras su reciente ampliación, el 19 de abril, justo dos días después de perder la furgoneta Transit.

"La situación es crítica y el tiempo está agotado", subrayan desde UGT, que emplazan a la dirección de Ford a "tomar decisiones" y despejar el horizonte de Almussafes para que la planta y toda su industria auxiliar respiren después de años de vaivenes, incertezas y promesas sin cumplir. Y ello con el foco puesto en los híbridos como posible tabla de salvación.