VALÈNCIA. Ford deja aparcada la electrificación de Almussafes mientras reestudia la inversión. El director de Operaciones de la firma, Kumar Galhotra, y su equipo de Estados Unidos han visitado este viernes las instalaciones valencianas y han comunicado a los sindicatos que "aplazan cualquier decisión que tenga que ver con inversiones relacionadas con la electrificación" ante las malas ventas de los coches eléctricos en el mercado. Una decisión que supone pausar la llegada de nueva carga de trabajo en la factoría.
Eso sí, desde la multinacional subrayan a este diario que esta situación en ningún caso supone que la electrificación no se vaya a acometer, sino que se va a retrasar. "Anteriormente hemos dicho que a medida que el mercado y nuestros clientes hagan la transición a los vehículos eléctricos, equilibraremos el volumen con la demanda manteniendo el enfoque en costes", inciden desde Ford..
No obstante, desde UGT, sindicato mayoritario en la factoría, advierten de que este nuevo posicionamiento por parte de la compañía supone "una alteración de lo inicialmente establecido y acordado" y sitúa a la plantilla "en el alambre". "Mientras Ford revalúa las posibilidades de electrificación para Almussafes debe garantizar carga de trabajo suficiente para mantener a la plantilla", remarcan para exigir que, mientras tanto, se potencie la fabricación de vehículos híbridos, ya que está en el aire la actividad en la fábrica, que lleva años perdiendo modelos.
Además, UGT exige a la dirección de Ford "concreción en un tiempo breve" ante "este cambio de paso". Mientras tanto, el sindicato vuelve a incidir en que no negociará ningún otro acuerdo hasta que no se concrete el futuro de la planta, una medida que ya comunicó a la dirección de la multinacional hace dos meses ante la incertidumbre que vive la planta desde hace más de un año.
En cualquier caso, el Comité de Empresa y la dirección se han emplazado a volver a reunirse en diciembre. "La pelota está en el campo de la empresa y, a pesar de la complejidad del momento, debe haber claridad y determinación por su parte", subraya el sindicato.
Y es que fue en junio de 2022 cuando la factoría se adjudicaba la nueva generación de coches eléctricos de Ford tras ganar la pugna interna a la planta alemana de Saarlouis. Una nueva carga que garantizaba la supervivencia de la fábrica con pedidos para, por lo menos, la próxima década. Desde entonces, lo único que ha trascendido es que serán "vehículos de primer nivel" e, incluso, se ha deslizado la posibilidad de que uno de ellos pueda ser la nueva versión del Mustang Mach-E, ya que la plataforma que acogerá la planta será la GE2, cuya primera versión la GE1 se utiliza para el Mustang eléctrico.
Además, por el momento, la única certeza es la decisión de Ford de optar a las ayudas del Perte VEC II en sus dos líneas: tanto la de cadena de valor como la pata de baterías. Un montante que irá destinado a adecuar Almussafes y acometer esa remodelación necesaria para la fabricación de eléctricos.
A priori, el plan de la firma del óvalo era que el primer eléctrico saliera de las instalaciones valencianas en 2025, pero la falta de noticias evidencia que esa fecha no se cumplirá. Ahora ya lo explicita la compañía. Pero, además, la propia multinacional había dado indicios bastante claros sobre su calendario para la electrificación, que no contemplaba ni mucho menos 2025, al afirmar en su última Memoria de sostenibilidad que "la planta de Valencia podría producir vehículos eléctricos y conectados revolucionarios a partir de finales de esta década", tal y como informó Valencia Plaza.
Además, en marzo de este año el presidente y consejero delegado de Ford Iberia, Jesús Alonso, admitía que en el seno de la empresa no tenía definidos los modelos que se producirán en la factoría. Por ello, UGT urge a disipar todas las dudas y conocer el futuro de la planta para dar tranquilidad a una plantilla que en los últimos años ha tenido que afrontar duros ajustes.