VALÈNCIA. El equipo de gobierno del Ayuntamiento de València presentó este martes ante los diferentes actores sociales de la ciudad los presupuestos consistoriales para 2020, cuya aprobación definitiva tendrá lugar este mes. En ellos, destaca el incremento de partidas para servicios como limpieza, jardinería y en inversiones en la red de saneamiento. Pero también es reseñable la subida en diferentes gravámenes, como el IBI, el IAE, el ICIO, la tasa de alcantarillado o la de terrazas, que repercutirán en 28 millones de euros más de recaudación.
Una medida que fue criticada por algunos protagonistas, en especial por representantes de comercios y empresas de la ciudad. Por ejemplo, por parte de José Bernardo Noblejas, presidente de la comisión de Comercio Interior de la Cámara de Comercio de València, quien cree que el consistorio no debe "castigar con más impuestos" ante la buena coyuntura financiera del consistorio y la rebaja de la deuda municipal. Bernardo Noblejas instó a la corporación municipal a "aprovechar mejor los recursos" y a "no sobrecargar a quien es la fachada de la ciudad, el comercio".
Asímismo, el representante de la Cámara de Comercio criticó que se vayan a subir algunos gravámenes municipales cuando "ha habido menos ejecución presupuestaria y menos inversiones de las que se tenían que hacer". "Si se hubieran hecho todas, el ahorro del Ayuntamiento no sería el que es", puso sobre la mesa. Pero uno de los pilares fundamentales de su opinión se basa en los servicios a la ciudadanía: "Nos han dicho que han mejorado los servicios pero no lo vemos".
Son problemas "muy recurrentes" que afectan al comercio pero que , a juicio de Bernardo Noblejas, "no se acaban de resolver". Por ejemplo, se refirió al servicio de limpieza y de poda, que pese al esfuerzo presupuestario del consistorio, no parece haberse trasladado a una mejoría en la percepción, además de otras cuestiones como los problemas para la carga y descarga, y asuntos de movilidad y espacio público, como el aparcamiento de motos sobre las aceras. "Si hay más gasto, hay que atenderlo -subrayó-. pero primero hay que resolver cosas más básicas".
Sobre la subida del IBI -que será de un 3% y de forma generalizada- insistió en que "si queremos proteger el comercio y que haya continuidad, hay que darle facilidades", algo contra lo que va la recarga fiscal, e insistió en que puede afectar especialmente a pequeñas empresas y comercios porque acostumbran a tener menor margen económico de actuación. Unas críticas que también se lanzaron por otros asistentes al Consejo Social de la ciudad, como uno de los vicepresidentes de la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV), Miguel Burdeos.
Por su parte, otros como el secretario de la Unión de Consumidores de la Comunitat (UCCV), Vicente Inglada, fueron menos combativos. Inglada, pese a hacer una "valoración positiva" de los presupuestos municipales, manifestó su preocupación por que "la subida de impuestos no repercuta en la calidad de los servicios y que sólo sea una medida economicista de recaudar y cuadrar las cuentas". "Si hay una subida justificada de los impuestos, debe repercutir en la igualdad de los ciudadanos y en la mejora de los servicios. Si no, nos parecería preocupante", subrayó el representante de la Unión de Consumidores.
Hizo mención explícita a servicios concretos, como el de jardinería y el de limpieza. "Es donde más se quejan los ciudadanos", admitió el representante, para añadir más tarde que lo importante, tal y como ha resaltado el propio concejal de Limpieza Sergi Campillo en más de una vez, es la concienciación. "Podría crecer más el presupuesto pero el Ayuntamiento debe modificar los hábitos de las personas con campañas", unas actuaciones que acaban siendo una inversión a futuro porque "más adelante permite ahorrar recursos de manera importante".
En esta línea, y concretamente sobre el capítulo primero, donde aumenta considerablemente la partida para personal, Inglada sostuvo que este incremento del personal debe "facilitar los servicios básicos a los colectivos vulnerables" y recordó la grave situación por la que pasan los cuerpos de Policía Local y Bomberos, que adolecen de falta de efectivos. Algo que también debería mejorar, según Inglada, en la inspección y en la sanida. "Falta personal dedicado a la protección de los usuarios y de los ciudadanos en campos como la inspección sanitaria", explicó.
También señaló a la ejecución presupuestaria como algo a mejorar. "Los presupuestos recogen intenciones pero luego la ejecución no acaba haciéndose y acaba siendo sólo una intención", algo que consideró "preocupante". Y en este sentido, apuntó a inversiones concretas como la reordenación de la Plaza de la Reina y la reurbanización de la Plaza de Brujas como actuaciones que estarán bajo la lupa. "Lo hemos oído durante mucho tiempo, lo que queremos es que se ejecuten", concluyó a este respecto.
La portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento, María José Català, aseguró este lunes que "la información que se le ha facilitado a los integrantes del Consejo Social es tendenciosa y que deberían haber tenido acceso a todos los datos del presupuesto". Se refería la portavoz popular a concreciones como "la subida real de impuestos, la baja ejecución presupuestaria, la bajada en 2,5 millones de la partida de fomento al empleo o la bajada de inversión en comercio, que es de 3 millones de euros". Los populares pidieron que el Ayuntamiento no apruebe la subida de impuestos dado que la ciudad "está entre las grandes ciudades que más han subido la presión fiscal en los últimos años, un 20% con Ribó como alcalde". "Cada valenciano paga ahora 100€ más al año", sostuvo.
Por otro lado, el concejal de Ciudadanos, Narciso Estellés, lamentó que el alcalde de la ciudad, Joan Ribó, prometa inversiones para 2020 "cuando sólo ha ejecutado el 28% de las previstas en 2019", por lo que calificó los presupuestos de "falsos e inconsistentes un año más". El concejal de Cs censuró también la subida de impuestos y tasas: "Ribó está atacando a la clase media y trabajadora en una época que el mismo presupuesto reconoce como de recesión económica". En cuanto a algunos servicios municipales, Estellés dijo que "los barrios se quejan con razón porque las calles están sucias y la EMT no mejora sus frecuencias".