VALÈNCIA. La elección de alcaldables en Compromís en los municipios de la provincia de València se acelera después de meses al ralentí. El ex primer edil de Sagunt Quico Fernández ya tiene relevo ratificado por asamblea en la persona del teniente de alcalde Pepe Gil. En Burjassot la filóloga y profesora de Secundaria Maria Viu optará a la alcaldía tras pasar este mandato en la bancada de la oposición. Mientras, en Catarroja, el alcalde, Jesús Monzó, ha sido refrendado también por su asamblea local para aspirar de nuevo a levantar la vara de mando.
Todo ha sucedido en un plazo de apenas 48 horas después de meses en los que las proclamaciones se alargaban en el tiempo. Si en julio algunos municipios que se han convertido en bastiones compromisarios como Rótova (con el actual alcalde, Jordi Puig), Tavernes de la Valldigna (con la sucesión del actual alcalde, Sergi González, por Josep Llácer) o Carcaixent (con la entrada de Enric Casassús por el también máximo munícipe, Paco Salom), movieron ficha, el resto decidió rebajar la tensión política con el sopor estival y aguantar su mano.
La elección de Carla Cebrián como candidata en Carlet el 1 de septiembre hacía presagiar un acelerón; aunque no fue así. Después ya vino la configuración del complejo sistema de primarias e hitos referenciales para sus conmilitones como el anuncio de Joan Ribó de volver a optar en la capital autonómica.
No obstante, la meta final de las elecciones locales, el último domingo de mayo de 2023, ya comienza a apreciarse en la lontananza. También observan en una inmediata cercanía la meta volante del plazo que se dio la coalición hasta el 12 de noviembre para escoger alcaldables donde hubiera una única candidatura, que ha provocado una sucesión de proclamaciones en 48 horas.
En esta situación se hallan los casos antes señalados de Monzó (que en julio ya anticipó que aspiraba a ser nuevamente candidato), de Pepe Gil (tras un largo proceso en el que la coalición mantuvo la incógnita sobre quién sucedería a Fernández) o de Maria Viu (que tratará de volver al gobierno local del que formó parte en su primera etapa como concejal, cuando el PSPV no tenía mayoría absoluta).
Se trata de propuestas de continuidad, como las de los primeros ediles de La Pobla de Vallbona, Josep Vicent García; y Casinos, Miguel Navarré. En esta situación también se encuentra el máximo munícipe de Llíria, Joanma Miguel, aunque su candidatura será ratificada más adelante. De hecho, municipios como el último citado, Bétera o Riba-roja han solicitado estirar la fecha límite y darse más plazo para escoger candidaturas a alcaldías y configurar sus listas, como mínimo en los puestos de salida.
A mitad de camino entre la continuidad de los aspirantes anteriores o el relevo en lo que respecta a Tavernes de la Valldigna o Carcaixent se hallan las dudas en Alzira y Gandia, dos localidades clave en la provincia por su tamaño de población, por tener predicamento Compromís en ambas y por el papel fundamental que juegan en la elección de los sendos escaños de sus respectivas comarcas a la Diputación de València.
En Gandia la concejal delegada de Gestión del Territorio o Patrimoni Cultural, Alicia Izquierdo, se anticipó en octubre anunciando que optaría a encabezar la candidatura compromisaria. Ya hizo la misma tentativa cuatro años atrás y quedó a escasos votos del actual vicealcalde, Josep Alandete. La primera pertenece al pilar principal de la coalición, a Més Compromís; el segundo, a la columna que resiste el peso, Iniciativa Compromís. Alandete ha tardado más en dar el paso, aunque en su formación no albergaban duda alguna de que se movería en ese sentido.
Alandete confirmó el pasado viernes, en entrevista en Onda Naranja Cope, que competiría en las primarias. Falta saber si estas serán abiertas a la ciudadanía (como solicita el partido del vicealcalde) o únicamente de la militancia (como prevé el reglamento de primarias y propugna Izquierdo). Cada cual considera que el sistema que defiende mejora sus opciones.
Mientras, en Alzira la retirada anunciada con retraso respecto a los plazos que él mismo se impuso por el actual alcalde, Diego Gómez, ha dejado a su coalición huérfana de liderazgo y con las puertas abiertas totalmente al relevo. El politólogo y concejal de Hacienda Albert Furió, en la actualidad tercer teniente de alcalde, emerge como sucesor, aunque no concita el consenso de Gómez. Esta localidad es la más populosa gobernaba por Compromís en la provincia tras la capital.
Con la mayoría de encuestas divulgadas -e incluso en algunas internas encargadas por PSPV o PP en grandes municipios- pronosticándole un descenso en el respaldo, la coalición que tiene en la vicepresidenta Aitana Más o el diputada nacional Joan Baldoví a dos de sus referentes más destacados no puede correr el riesgo de no acertar con los candidatos.
En algunos casos, para optar a seguir gobernando; y en otros, simplemente por asegurar representación. En esta última tesitura se situaría en Ontinyent o Mislata (donde rascó dos y uno -respectivamente- apurados concejales en 2019) o en las dos poblaciones con más censo de la comarca de l´Horta: Paterna y Torrent. La pujanza del bipartidismo y la pérdida de poder local y visibilidad pública, al quedar apartado del gobierno local del que sí formó parte en el anterior mandato, ha reducido las expectativas reales de Compromís.