VALÈNCIA. "La política es un acto de equilibrio entre la gente que quiere entrar y aquellos que no quieren salir", sostenía el clérigo y escritor francés Jacques Benigne Bossuet. Buena parte del peso en la báscula de ese equilibrio político en los municipios de la provincia de València se coloca en el intenso mes de septiembre que se inicia hoy.
Más que intenso, puede resultar frenético para los principales partidos, ya que deciden el nombre, o lo perfilan, de sus candidatos a las alcaldías, tanto de los municipios que ya gobiernan como de aquellos donde aspiran a hacerlo. Con las elecciones locales programadas para mayo del próximo año, los movimientos ya empiezan a resultar decisivos.
El PSPV, la formación política que aglutina más varas de mando, ha fijado el 20 de septiembre como fecha límite para que presenten candidatura quienes deseen optar en los municipios de más de 20.000 habitantes. Dispondrán de una semana para recoger avales hasta que el 28 se produzca la proclamación y, ya en octubre, la votación.
No obstante, la dirección socialista tiene previsto que esta circunstancia de elección entre varias opciones se plasme en muy contados lugares y nunca en las poblaciones donde ya ostenta la alcaldía. En estos últimos casos la solicitud de primarias conlleva que quien lo haga aporte el 51% de firmas del censo de la agrupación, una cantidad complicada de reunir. “Los alcaldes que quieran –desde la dirección del partido confían en que, en principio, lo harán todos- repetirán y no habrá candidaturas alternativas”, coinciden varios miembros de la cúpula socialista valenciana.
En cambio, la confrontación, o la disputa en buena lid, sí podría tener lugar en algún municipio relevante donde no tiene la alcaldía el PSPV. En este caso las miradas se dirigen hacia Manises y, sobre todo, hacia Alzira.
En esta última localidad, la capital de la Ribera Alta, todavía no se ha llevado a cabo la asamblea para escoger a la dirección local, ya que se fue dilatando en el tiempo debido a la aparición de dos listas, la encabezada por Adrià Sarria, respaldado por la secretaria general, Isabel Aguilar, y la crítica de Gemma Alós. El reciente paso atrás dado por Sarria no ha conllevado la convocatoria de la asamblea para refrendar a Alós. Desde el Comité Ejecutivo Nacional tienen claro que, a estas alturas, “la prioridad son las candidaturas a alcaldía”. Ese puede ser el siguiente motivo de conflicto.
El rival a batir por el PSPV sería el actual alcalde, Diego Gómez, que postergó en julio hasta este mes que ya comienza el anuncio público de si opta a la reelección. Constituye el principal adalid de Compromís en la provincia -por número de habitantes de su localidad- tras el primer edil de València, Joan Ribó.
Precisamente esta coalición aprobará, en la reunión ejecutiva del 6 de septiembre, su protocolo de primarias. No obstante, ya ha proclamado a algunos candidatos, como al alcalde Jordi Puig en Rótova, tras ratificarlo por unanimidad su asamblea local. También con ese respaldo ha acordado el relevo del primer edil de Tavernes de la Valldigna, Sergi González, por Josep Llácer; o de Paco Salom, alcalde de Carcaixent, por el hostelero Enric Casassús.
Y ayer mismo anunció que la concejal delegada de Igualdad o Educación, Carla Cebrián, sería su aspirante a alcaldesa en Carlet. En este término municipal gobiernan en coalición PSPV y Compromís, que sumaron fuerzas para evitar que el PP, el partido más votado, se sentara en la presidencia del pleno.
En las próximas semanas, y ya con el protocolo de primarias aprobado, se producirán más nombramientos. En cualquier caso, en principio seguirán la tónica de los llevados a cabo hasta la fecha, con la premisa de que aquellos alcaldes que quieran repetir lo hagan.
En el Partido Popular, por su parte, no existen unas fechas tan precisas para llevar a cabo los procesos de selección de candidatos. Al igual que en el resto de formaciones, los primeros ediles tienen el camino expedito para repetir en prácticamente todos los casos. En lo que respecta al PP, la situación se complica porque se halla en la oposición en la mayoría de municipios, aunque con el viento soplando cada vez más a favor en lo que a intención de voto se refiere.
Este contexto induce a pronosticar que en bastantes localidades pueda alcanzar la alcaldía si atina con la persona adecuada para encabezar su lista. En ello trabaja el equipo del presidente provincial, Vicent Mompó, que en teoría decide los nombres en municipios de menos de 20.000 habitantes. No obstante, en la práctica funciona en estrecha coordinación con la dirección regional, por lo que sus opiniones serán tenidas muy en cuenta también en las poblaciones cuyos censos superen esas cifras.
Por su parte, en Ciudadanos, formación que supone la antítesis del PP en lo que a intención de voto se refiere, teóricamente en este mes de septiembre harán público el nombre de candidatos a alcaldías. "La mayoría se sabrá tras el verano y serán personas comprometidas con el proyecto, con ganas y voluntad de encabezarlo. Se elegirán en diálogo con las bases de cada población", ratificaban desde la dirección del partido.
Esa decisión se produciría antes de la metamorfosis anunciada por el equipo de la presidenta nacional, Inés Arrimadas, sin una fecha clara de conclusión. Más de 40 concejales del partido ya anticiparon en julio, como vino publicando este periódico, que “de no realizarse en septiembre el congreso de la refundación ni nos van a ilusionar a las bases ni va a dar tiempo a que los cargos locales podamos recuperar la ilusión de nuestros votantes".
No obtuvieron respuesta por escrito en julio ni a sus peticiones ni a su manifiesto. Sí, en cambio, la recibieron con un hecho concreto por parte de Narciso Estellés, secretario autonómico de Acción Institucional, que expulsó del grupo de whatsapp de concejales a algunos impulsores del documento, lo que derivó en que otros, en solidaridad, lo abandonaran voluntariamente.
En esa espera de determinaciones por parte de la dirección del partido coinciden, en otra línea, con Vox, que anunció en verano que proclamaría a sus candidatos en otoño, aunque sin precisar más detalles. Madrid decide y la militancia de València, junto a la del resto de provincias de España, espera. En el caso de Unides Podem la proclamación de alcaldables dependerá de sus filiales -con diferentes denominaciones- en los municipios donde todavía las tiene.