Foto: COMPROMÍSVALÈNCIA. Uno de los objetivos principales que ha perseguido el área de Movilidad en el Ayuntamiento de València (gestionada por Compromís con Giuseppe Grezzi al frente) a lo largo de estos dos mandatos ha sido desincentivar el vehículo privado como modo de transporte preeminente en la capital del Túria. Una voluntad que se ha traducido a lo largo de estos casi ocho años en la construcción de carriles bici, el veto de entrada de coches en Ciutat Vella -salvo para comerciantes y vecinos-, o la reducción drástica de plazas de aparcamiento libres en el interior de la ciudad en favor del estacionamiento regulado -comúnmente conocido como ORA o 'zona azul'-.
Junto a esto, una de las medidas estrella que querían implantar y que todavía no se había concretado de ninguna manera a lo largo de estos ocho años era los conocidos como aparcamientos disuasorios. O dicho de otro modo: la creación de un importante número de plazas de parking en las afueras de la ciudad para favorecer que la gente pueda dejar el coche en estas zonas y utilice el transporte público para moverse por el interior de la urbe.
Unas medidas que ya contemplaba el Plan de Movilidad Metropolitano de València de la Generalitat, con un total de 15 estacionamientos distribuidos en las proximidades de paradas de cercanías y metro, pero de cuyo desarrollo en la ciudad de València todavía no se había definido. Hasta este martes.
A escasos dos meses de que se produzcan las elecciones municipales, el alcalde de València, Joan Ribó, junto a Grezzi y la número dos de la lista de Compromís al Ayuntamiento, Papi Robles, se comprometió a habilitar más de 2.000 plazas de aparcamiento para vehículos en solares y espacios en desuso o en edificios de nueva construcción que incluyan aparcamientos en altura. Plazas que se distribuirían en cinco barrios de València: Marxalenes, Torrefiel, Nou Moles, Malilla o Ciudad del Artista Fallero.
La medida, principalmente, vendría motivada para resolver la conexión de la ciudad con su área metropolitana para ofrecer soluciones de movilidad a todos aquellos que deban desplazarse a la capital para trabajar y no tengan otra que hacerlo con su vehículo privado. De los dos millares de plazas, 807 se habilitarían en un aparcamiento en altura de un edificio de cinco plantas que se construirá en un solar de Malilla. Otras 372 en el sótano del IES El Clot -el Ayuntamiento tendría la titularidad del parking-, 130 en un aparcamiento de 150 m2 en Nou Moles y 120 en un solar que se acondicionará en el entorno de la Fonteta.
A priori, estas formarían parte de una primera remesa, puesto que el Plan Cabanyal también prevé aparcamientos en altura y, según Grezzi, irán desvelando nuevos emplazamientos en los próximos días. El edil de Movilidad también avanzó que en un solar en la Ciudad del Artista Fallero se construirá un edificio del que un 30% se destinará a un aparcamiento en altura, mientras la planta baja estará reservada a la actividad de Junta Central Fallera (JCF) y habrá más espacios para los vecinos. Todo ello dentro del proyecto de rehabilitación y "puesta en valor" de este barrio de las afueras de la ciudad. Precisamente este modelo será el "más novedoso" en la ciudad porque permitirá "liberar las calles" para acometer "nuevos proyectos de peatonalización".
"La ocupación del espacio público debe tener cada vez más peso para las personas, el transporte público, la bici o el patinete. Eso implica que, de alguna manera, el espacio dedicado al coche se debe reducir un poco", añadió el alcalde tras defender los aparcamientos en altura como una solución "mucho más fácil y rentable". Se trata de una visión de "urbanismo ecofeminista", en palabras de la síndica de Compromís en Les Corts, con la que Compromís quiere que los edificios den respuesta a las necesidades vecinales: "Las cubiertas de los edificios son muy útiles y no pueden quedar desaprovechadas, ya sea para una comunidad energética local, un espacio deportivo o un aparcamiento en altura".
El anuncio electoral de este martes de Compromís se produce apenas 24 horas después de que el líder de Ciudadanos, Fernando Giner, propusiera eliminar la ORA a partir de que finalice el contrato en 2026 y optar por la gratuidad de las plazas para aquellos que se desplacen al centro de la ciudad a comprar en los comercios.
La propuesta de Compromís, además, sumó las críticas del PP de València. Los populares criticaron que el gobierno del Rialto hubiera "eliminado 10.000 aparcamientos en los últimos ocho años" y ahora propusiera crear una quinta parte en cinco barrios de la ciudad.
