VALÈNCIA. El proyecto del túnel pasante de València y la plataforma de alta velocidad hasta Castellón planteado por el Ministerio de Transportes continúa recabando alegaciones en su proceso de exposición pública. Además de la enmienda a la totalidad realizada desde asociaciones ecologistas, vecinales y de usuarios del tren, la iniciativa ferroviaria recibe ahora los reparos parciales del principal partido del gobierno en el Ayuntamiento de València, Compromís, que si bien no rechaza de plano el proyecto, sí centra sus alegaciones en la minoración de la afección a la huerta protegida.
El Gobierno central ofrece siete trazados diferentes para esta infraestructura hasta Castellón -tres si nos ceñimos exclusivamente al túnel subterráneo de València-, con un coste previsto de entre 1.440 y 2.265 millones de euros, en función de la alternativa. Las opciones para el túnel pasante son las siguientes: bien AVE y Cercanías salen por una nueva vía en superficie y paralela a la v-21; bien lo hacen con una nueva plataforma adherida a las vías litorales; o bien el Cercanías discurre por el litoral mientras el AVE lo hace por un túnel subterráneo hacia el noroeste para salir a la superficie a la altura de Vinalesa-Foios y unirse con el baipás de carretera.
En todos los casos, el trazado afecta a huerta protegida por el Plan de Acción Territorial (PAT) aprobado por la Generalitat Valenciana en 2018, incluyendo las expropiaciones precisas para ubicar la infraestructura y las ocupaciones temporales de terrenos durante las obras. Ahora bien, algunos proyectos son más agresivos que otros: el menos agresivo con el territorio es el que incluye la salida subterránea del AVE, al salvar gran parte de la huerta.
En ese sentido, las alegaciones presentadas por Compromís consideran "incomprensible y sorprendente" que los estudios del Ministerio tengan en consideración opciones que atraviesan "suelos ambientalmente protegidos" y que suponen "la destrucción irreversible de valores ambientales, agrarios y patrimoniales reconocidos". Se refieren concretamente a las alternativas con salida por el litoral y en paralelo a la V-21 y piden expresamente que "sean directamente rechazados y no se consideren como alternativas".
En cuanto a la posibilidad restante -túnel subterráneo para el AVE-, la más costosa, la coalición liderada en València por el alcalde Joan Ribó admite que es la opción "menos mala de las alternativas propuestas" porque "permite mantener el espacio protegido de l'Horta de València al transcurrir casi toda ella bajo el suelo". Pero no es suficiente y por ello pide modificaciones, dado que, recuerda Compromís, la salida del túnel a la superficie se produce a 800 metros de que finalice el entorno de protección.
Por ello, solicita prolongar el túnel aproximadamente 1,5 kilómetros. Con ello se superaría la huerta protegida, pero también el núcleo urbano de la Venda del Sombrerer (Foios) y se evitaría alterar el trazado histórico de una de las acequias que canaliza el agua hasta Foios. Y con todo, insiste la formación, el proyecto "en ningún caso" debe afectar a huerta protegida, y debe garantizar "la permeabilidad directa y la eficiente conectividad" de caminos, acequias y canales de riego evitando la fragmentación territorial.
De esta manera, la coalición se suma a la postura manifestada por el Consell de l'Horta que preside la consellera de Emergencia Climática, Mireia Mollà, de Compromís. El organismo afeó al Ministerio no haberle consultado previamente, y en sus alegaciones también alega contra las alternativas planteadas por "no ser compatibles con la protección de la huerta", aunque señaló que la opción del túnel subterráneo para el AVE sería compatible si se alargara para superar bajo el suelo el espacio protegido.
Con todo, tanto Compromís como el Consell de l'Horta se distancian de asociaciones como Per l'Horta, la Asociación de Usuarias del Tren Valenciano, la plataforma Indignats amb Renfe o el sindicato CGT, que hiceron una enmienda a la totalidad del proyecto, rechazando también la opción soterrada del AVE. Entre los motivos esgrimidos, se encontraron la afección a la huerta y la falta de necesidad, a su juicio, de una nueva plataforma que conecte en AVE las dos capitales, así como el elevado coste del túnel pasante de València ciudad.
Las asociaciones pidieron reinvertir ese dinero en proyectos como un baipás ferroviario de mercancías -rechazado por el Ministerio- para descongestionar la actual red y conectar polígonos industriales. Una idea en la que Compromís converge de alguna manera, si bien de manera adicional y no sustitutoria al túnel pasante, tal como ya había avanzado Ribó.
En ese sentido, según las alegaciones de la coalición valencianista, "poderosamente la atención" que el flujo de mercancías sea "el gran olvidado" del proyecto, ya que, inciden, el Ministerio no ha incluido estudios sobre este aspecto a medio y largo plazo. "No se contempla alternativa alguna para su circulación por el área metropolitana", señala el escrito, que ve "imprescindible" un baipás ferroviario que evite entrar al centro de la ciudad, y así conseguir un "trasvase masivo" al ferrocarril de las mercancías que actualmente se transportan en camión.
En esa lína, este baipás sería una infraestructura ferroviaria cuyo "trazado lógico" sería en paralelo al actual baipás de carretera, donde para incomprensión de Compromís, se van a ampliar los carriles dedicados a vehículos. La coalición asegura aquí que "a todas luces" debería sustituirse esa ampliación viaria por la infraestructura ferroviaria al oeste de la capital del Túria.
Y además, se solicita "un estudio riguroso" sobre la "urgente e inaplazable" mejora de la red y funcionamiento del servicio de Cercanías, mejorando frecuencias y la calidad de los viajes. Una cuestión que Compromís ha convertido en uno de los ejes fundamentales de sus críticas al Gobierno central. A la postre, la pésima calidad del servicio afecta "muy negativamente a centenares de miles de personas diariamente" e imposibilita la reducción de emisiones de gases contaminantes.