El diputado provincial, Xavi Rius. Foto: DIVALVALÈNCIA. Cuando el nuevo gobierno aterrizó en las distintas administraciones valencianas quedó una cosa clara: las diputaciones, tal y como estaban concebidas hasta el momento, tenían los días contados. Sin embargo, las promesas que habían hecho los partidos de izquierdas pronto fueron matizadas. Jorge Rodríguez, presidente de la Diputación de València, afirmó, sin rechazar el vaciado de competencias, que más "que liquidar las diputaciones, debemos modernizarlas".
Con esos matices entre ambas formaciones, Compromís y PSPV han chocado, de nuevo, por el proceso y los ritmos para desmantelar la Diputación de Valencia. Tal como acordaron los dos partidos al firmar el pacto para convertirse en socios del gobierno provincial, el área de Comarcalización -encabezada por la alcaldesa de Gandia, la socialista Diana Morant, y ahora por el alcalde de la Alquería de la Comtessa, Salvador Femenía, después de que la primera dejara su escaño- sería la encargada de elaborar una radiografía de la administración provincial para el futuro trasvase de competencias. Un informe, que aunque todavía en fase preliminar, ya ha derivado en un nuevo tira y afloja al no cumplir éste con lo acordado por los distintos partidos.
El informe se fija en cómo desprenderse del Psiquiátrico de Bétera y del Museu Valencià de la Il·lustració i la Modernitat (MuVIM) pero deja de lado los otros organismos y áreas de la Diputación de València y olvida realizar un plan de transferencias global. Se trata de un documento que tiene "visión parcial", expresa el diputado de Cultura y portavoz de Compromís, Xavier Rius, a Valencia Plaza, quien indica que esperarán a tener la fotografía completa que explicite "cómo y a quién" delegar las distintas competencias para poner en marcha el proceso de transferencia, con lo que rechazan el estudio impulsado por el PSPV. "No pensamos leer el informe, sería dar la razón a algo que no está hecho en su totalidad […] ¿para qué, si no vamos a tomar ninguna decisión?", afirma el diputado.
"Nos interesa tener toda información sobre la mesa. [Tratarlo] sería validar algo que está cojo", recalca el portavoz de Compromís quien, en tanto que titular de Cultura, también resulta el máximo responsable del MuVIM. De esta forma, Rius se pregunta "por qué solo esos dos servicios" han sido los incluidos en un informe que "no convence" a los de Compromís, quienes han sido muy explícitos por lo que respecta a su intención de eliminar las diputaciones, un objetivo al que no se está llegando al ritmo que esperaban. El MuVIM, sin embargo, no es el único museo que actualmente gestiona el área de Cultura de la Diputación de Valencia: también son de su competencia el Museo de Prehistoria de València y el Museo Valenciano de Etnología, todos con sede en la ciudad de València. Con esta ubicación, las opciones para efectuar la transferencia se reducen a dos: el Ayuntamiento de València y la Conselleria de Educación, Investigación, Cultura y Deportes.
Cada cual con sus propias especificidades, algo similar ocurre con el Teatro Principal de Valencia. En este caso, el espacio es propiedad de la Diputación de Valencia, aunque en la actualidad, en virtud de un convenio firmado en 1990, es gestionado por la Generalitat Valenciana. Aunque en este caso el diputado rechaza considerar cuál sería la mejor opción para los centros expositivos de la Diputación hasta que se desarrolle el informe completo, sí confirma que los trabajadores de los mismos tendrán la opción de ser transferidos como el propio contenedor cultural o ser reubicados en otro puesto dentro de la nueva estructura de la administración provincial.
El roce entre socialistas y nacionalistas a cuenta de los ritmos para erosionar las competencias de la Diputación de València no es nuevo. La distribución por parte de la corporación provincial del denominado ‘Quadern de la Dipu’ por parte de presidencia de la diputación, en manos del socialista Jorge Rodríguez, generó malestar entre sus socios de gobierno, especialmente en Compromís. El documento era una guía didáctica, repartida por todos los colegios de la provincia, que explicaba en 53 hojas el funcionamiento, las atribuciones y la razón de ser de la Diputación de València.
Para contrarrestar dicha guía educativa, los nacionalistas se sirvieron de las redes sociales para difundir un vídeo también de carácter divulgativo y titulado "Qui som els valencians" que explicaba los motivos por los cuales nacieron las diputaciones y en el cual abogaban por eliminarlas. En la pieza audiovisual se recordaba que las corporaciones provinciales nacieron por criterios geográficos, como la distancia que podía recorrer un carro desde la capital de cada provincia. También se criticaba que dichas instituciones se habían convertido en un lugar de "corrupción, prebendas y enchufismo" durante las etapas de gobierno de los populares.
"Los socialistas han pasado de decir que quieren eliminarlas a hablar solo de un cambio de modelo de estas corporaciones", criticó la vicepresidenta de la Diputación de València, Maria Josep Amigó (Compromís), durante la presentación de la pieza audiovisual delante de los medios. Ahora, con el informe para desmantelar la institución aún sin acabar, los roces por los ritmos y los recelos de los nacionalistas hacia el partido del puño y la rosa han vuelto a provocar fricciones entre los dos principales partidos que gobiernan la corporación provincial.
