Un hecho positivo para países como Italia, España y Alemania donde la banca se caracteriza por estar muy fragmentada o tener redes de sucursales muy densas
MADRID. La consolidación de los bancos nacionales en Europa se está calentando. Algunos ya lo llaman una 'ola de consolidación'. Teniendo en cuenta el número de conversaciones formales y el alcance de la especulación, no es una exageración. Las perspectivas de fusiones y adquisiciones transfronterizas también están mejorando.
Consideramos que la consolidación en el mercado es positiva, especialmente en países como Italia, España y Alemania donde la banca se caracteriza por estar muy fragmentada o tener redes de sucursales muy densas. Los acuerdos cerrados o en juego este año están llevando a los líderes nacionales a ampliar su presencia mediante la adquisición de bancos de segundo nivel, o los bancos de segundo nivel se fusionan entre sí para crear franquicias más robustas.
Pensamos que el interés para consolidarse a nivel local apoya la calidad crediticia. Mejora la posición de mercado de los bancos y el poder de fijación de precios y permite una reducción más rápida de los costes. También permite mayores economías de escala en la inversión e innovación en IT.
Hay tres impulsores principales de la consolidación bancaria:
En lo que respecta a las fusiones bancarias transfronterizas, seguimos siendo escépticos, pero vemos la posibilidad -al menos sobre el papel- de contar con razones financieras más atractivas. En el lado negativo, los beneficios de las fusiones transfronterizas son menos evidentes, ya que las sinergias en materia de costes tienden a ser limitadas y el potencial de delimitación normativa limita las sinergias en materia de costes de financiación. La finalización de la unión bancaria, incluido un plan de garantía de depósitos en funcionamiento que apoyaría la lógica de esos acuerdos y fomentaría una mayor distribución de riesgos transfronterizos, parece estar avanzando de manera lenta.
Por el lado positivo, con las acciones de bancos cotizando cerca de mínimos históricos y las reservas de capital acercándose a máximos históricos, los acuerdos transfronterizos se están convirtiendo en una posibilidad cada vez mayor; especialmente para los bancos con opciones más limitadas para desplegar capital en sus mercados nacionales. Pero es necesario ser cautos. Por muy atractiva que parezca una operación sobre el papel, la cuestión sigue siendo si los bancos estarían mejor invirtiendo el exceso de efectivo en la mejor tecnología escalable de su clase, dadas las tendencias seculares hacia la digitalización.
La adquisición de clientes, incluida de forma transfronteriza, puede ser tan barata como ofrecer un mejor producto a un precio competitivo, en lugar de adquirir redes de distribución anticuadas que pueden terminar por sobrecargar el negocio a largo plazo.
Marco Troiano es analista del sector bancario de Scope Ratings