VALÈNCIA. Hasta la mañana de este viernes tienen Compromís y PSPV para alcanzar un acuerdo de gobierno de coalición. De lo contrario, la coalición valencianista, liderada por el alcalde Joan Ribó, gobernará en solitario el Ayuntamiento de València. Con este plazo, este miércoles se sucedían en la sesión de constitución de la Diputación de València los rumores sobre las negociaciones entre ambas fuerzas en la capital del Túria.
El silencio que ha cundido en las últimas jornadas apuntaba a un desinterés compartido por formar ejecutivo conjunto o, por contra, al desarrollo de conversaciones veladas y encubiertas, fuera del foco mediático. Y según ha podido saber este diario, este miércoles se produjeron conversaciones para tratar de desatascar la negociación.
Así, fuentes directas de las negociaciones se ocupaban a lo largo de la jornada de mantener un estricto y llamativo silencio. Algunas negaban los contactos, otras echaban balones fuera, y otras, simplemente, no daban respuesta. Una actitud prudente y comedida que contrastaba con los ruidosos choques privados y públicos protagonizados por estas dos formaciones hace apenas una semana, que culminaron con el abrupto anuncio de la portavoz socialista, Sandra Gómez, de darse un tiempo. Desde entonces, nada más se ha sabido.
Pero ciertamente, la sensación en los mentideros tanto de Compromís como del PSPV este miércoles era de que se estaban desarrollando o se iban a producir reuniones in extremis para alcanzar un acuerdo a pocas horas de que finalizara el plazo. Todo apuntaba a que tras la constitución de la Diputación de Valencia en la sesión matutina, se retomarían los contactos en el caso de que no se hubieran retomado ya, o por contra, continuarían las reuniones entre los negociadores.
La reveladora opacidad no abandonó la mesa de negociación en todo el día. Eso sí, los contactos se produjeron, aunque no trascendió el contenido de los mismos. Tampoco se pudo confirmar si se vienen produciendo desde hace varias jornadas o si estas eran las primeras conversaciones tras la suspensión de las negociaciones de la pasada semana.
Este viernes tendrán lugar la Junta de Gobierno transitoria, constituida por el alcalde y otros tres ediles de Compromís, y dos concejales del PSPV. Además, se celebrará una Junta de Portavoces en la que todas las formaciones del consistorio -también la oposición- discutirán sobre cuestiones organizativas del Ayuntamiento para el mandato que ahora empieza.
Para entonces, la organización en áreas del gobierno municipal debe estar lista, puesto que debe ser aprobada en la Junta de Gobierno y porque de ella depende la organización de los concejales de la oposición y el número y el contenido de las diferentes comisiones municipales. Por ello, antes debe estar claro quién va a formar parte del gobierno municipal -si el PSPV entrará en él o pasará a constituir oposición a Ribó-. El viernes es la death line.
Los puntos en los que habían existido importantes disensiones entre socialistas y Compromís era en la creación de la vicealcaldía para la portavoz del PSPV, el número y contenido de las áreas de gestión, y la composición definitiva de la Junta de Gobierno Local.
Así, mientras el PSPV reclamaba el cargo de vicealcaldesa para Sandra Gómez, en aras de buscar un gobierno de "coliderazgo" y donde las decisiones se tomen de manera conjunta, en Compromís rechazaban esta posibilidad por varios motivos: es un cargo que no existe en el reglamento -si bien no existen trabas para crearlo, puesto que el PP contaba con un vicealcalde-, y además, consideran que se trata de una exigencia que busca el beneficio personal de Gómez en su búsqueda de visibilidad.
Al suspender las negociaciones la pasada semana, tampoco había consenso en cuanto al número y el contenido de las áreas de gobierno. Compromís abogaba por nueve grandes áreas mientras que el PSPV proponía once. Y sobre la Junta de Gobierno Local, la coalición defendía que debería estar formada por seis miembros de Compromís -incluido el alcalde- y cuatro del PSPV -incluida Gómez-.
Ambas formaciones hicieron anuncios de cesión en cuanto a la visibilidad. Los socialistas propusieron que Compromís controlara la presidencia del Pleno de forma permanente, y la coalición valencianista propuso a sus potenciales socios que Sandra Gómez ostentara la portavocía del gobierno a cambio de rechazar la vicealcaldía.
Todo estaba en el aire antes de que se retomaran los contactos. Está por ver cómo es el final de éstos, que se debería dar este jueves, a muy tardar este viernes a primera hora de la mañana.