VALÈNCIA (VP/EFE). La cooperativa valenciana de coviviendas 'Resistir', de la que ya informó este diario hace más de un año de sus intenciones de buscar suelo para construir viviendas colaborativas, se está adaptando a la nueva realidad que ha generado la pandemia. A modo de ejemplo, incorpora salas destinadas a la atención primaria sanitaria. Así lo ha explicado a EFE Martín García, el presidente de esta cooperativa que agrupa ya a 75 socios y unos 200 simpatizantes interesados en esta fórmula basada en vivir de forma solidaria, sostenible y en compañía, que combina espacios comunes con viviendas privadas y es habitual en muchas regiones de Europa y Norteamérica.
Según ha indicado, el proyecto que tienen más avanzado, para el que han encontrado un inversor particular tras no haber conseguido financiación pública ni privada, se ubicará en Godella (Valencia), con 21 viviendas de 50 metros cuadrados y un centro social de 300 metros cuadrados, presupuestado en 3'5 millones de euros.
El siguiente paso, tras la paralización administrativa que ha supuesto el estado de alarma, es negociar con el promotor -quien ya ha comprado el solar y se hará cargo de la ejecución de la obra-, la mensualidad que tendría que pagar quienes quieran vivir en una de estas viviendas, en la que ya hay unas 25 personas interesadas.
"Tras la experiencia que se ha vivido en las residencias de mayores con el coronaviurs, creemos que por aquí es por donde van a ir las cosas", ha señalado García, quien ha indicado que, a raíz de lo que se ha visto en la pandemia, quieren introducir en el proyecto una infraestructura medicalizada para atender a los usuarios. Además, ha avanzado que les ha surgido la posibilidad de acometer un segundo proyecto en Godella, que consistiría en rehabilitar un edificio ubicado justo frente al primer proyecto, de manera que podrían compartir el centro cívico y social y contarían con diez viviendas más, con lo que en total dispondrían de 31.
El presidente de 'Resistir' ha indicado que el Ayuntamiento de Godella ha mostrado su respaldo a la iniciativa, y que el arquitecto de la cooperativa y el del inversor han mantenido varias reuniones ya para analizar el proyecto de la cooperativa, basado en viviendas independientes con cocina, comedor y una o dos habitaciones, más servicios comunes abiertos también al municipio. Espera que antes de final de año puedan tener la licencia para comenzar unas obras cuyo plazo de ejecución sería de dos años, y en las que también buscan la autosuficiencia energética y el uso de materiales que no supongan un riesgo para la salud.
Ha señalado que el promotor, que hasta ahora no había participado en iniciativas de covivienda o 'cohousig', también apoya la segunda fase de Godella, y está interesado en el proyecto del Puerto de Sagunto, donde quieren rehabilitar un edificio para este fin, porque "ha visto un nicho de mercado que le interesa". Martín García ha reivindicado la opción de las cooperativas de covivienda, porque se participa de la gestión y los integrantes están activos mientras pueden y rodeados de un grupo de amigos. "No tiene comparación" con las residencias", ha enfatizado.
Espera que conforme avance la desescalada puedan seguir celebrando reuniones informativas de una iniciativa de la que señala que en España ya hay varias similares en funcionamiento, pero todavía no en la Comunitat Valenciana, donde precisa que se han impulsado varios proyectos pero "falta financiación".