MADRID (EP). El ensayo armamentístico realizado este miércoles por Corea del Norte suma un nuevo desafío del régimen comunista a la comunidad internacional y se añade a una lista de pruebas nucleares y retórica belicista que, desde febrero de 2011, tiene como máximo exponente y defensor a Kim Jong Un.
En octubre de 2006, Pyongyang --entonces bajo mando de Kim Jong Il, padre del actual dirigente-- anunció la primera prueba de una bomba atómica, lo que llevó al Consejo de Seguridad de la ONU apenas unos días después a imponer por unanimidad un paquete de sanciones.
Dos meses más tarde, Corea del Norte regresó a la mesa de negociaciones dentro de un formato a seis bandas del que también formaban parte Corea del Sur, China, Estados Unidos, Rusia y Japón. El diálogo permitió que, en febrero de 2007, el régimen norcoreano aceptara avanzar hacia la desnuclearización a cambio de gestos y ayudas por parte de las potencias.
De esta forma, ese mismo año confirmó un compromiso para desmantelar instalaciones nucleares que, sin embargo, se vio interrumpido en agosto de 2008, cuando Pyongyang ordenó la suspensión de dichas medidas al considerar insuficientes las contrapartidas ofrecidas por la comunidad internacional.
La tensión creció hasta que, en mayo de 2009, Corea del Norte llevó a cabo una segunda prueba nuclear. Kim Jong Il dejó a un lado los gestos conciliadores para apostar de nuevo por la firmeza bélica, en aras de una supuesta autodefensa ante una larga lista de enemigos que siempre ha tenido a Estados Unidos como principal integrante.
La muerte de Kim Jong Il en 2011 y el relevo a manos de su hijo, Kim Jong Un, generó una primera sensación de renovación que, conforme han ido pasando los años, ha terminado por apagarse. El nuevo dirigente, nacido supuestamente en 1983, también ha recurrido a la mano dura tanto con miras al mundo como a la cúpula de su propio régimen.
Así, y pese a que en febrero de 2012 Corea del Norte llegó a aceptar poner fin a su programa de enriquecimiento de uranio y a los ensayos atómicos, un año más tarde --el 12 de febrero de 2013-- confirmó su tercera prueba nuclear.
Kim afirmó en diciembre de 2015 que el país había desarrollado, además, bombas de hidrógeno. "Corea del Norte se ha convertido en un país con armas nucleares capaz de detonar bombas nucleares y de hidrógeno para defender la soberanía y la dignidad de la nación", dijo, ante el escepticismo internacional.
Este 6 de enero, sin embargo, un terremoto con una magnitud superior a 5 en la escala de Richter hizo saltar todas las alarmas. Pyonyang ha asegurado que ha logrado probar con "éxito" una bomba de hidrógeno, lo que ha generado una escalada de reacciones de condena y una carrera por ver qué es lo que ha hecho exactamente el régimen de Kim Jong Un.