VALENCIA. No pocas familias valencianas están recibiendo el consejo de su banco de cabecera de que fusionen sus sicavs con los fondos de inversión de la entidad en cuestión, según ha podido saber este diario de fuentes bien informadas. La incertidumbre que rodea a estas sociedades de inversión de capital variable está provocando que cada vez sean más las que opten directamente por esperar la liquidación, tal y como viene contando Valencia Plaza.
Sin embargo, sin llegar a esos extremos y teniendo en cuenta que todavía no hay un Gobierno en firme -y menos que 'meta mano' a estas sociedades cada vez más 'demonizadas' pese a tener el mismo tratamiento fiscal que un fondo de inversión-, hay alternativas más allá de la fusión con un fondo de inversión de un banco... y evitar recibir la visita de un inspector del fisco. ¿Por qué? Una reciente aclaración en una consulta de la Dirección General de Tributos (número de consulta V2932-16) ha desmontado esta estrategia de los bancos a la par que ha dejado en riesgo de inspección a los socios de las 124 sicavs que se apresuraron a llevar a cabo dichas fusiones.
La citada consulta cuestiona que dicha operación no se haga con una motivación fiscal y por tanto quede invalidada la aplicación del régimen de diferimiento. O para entendernos que la Dirección General de Tributos (DGT) se guarda un comodín y se reserva la posibilidad de inspeccionar y sancionar. Y la advertencia reza textualmente así: “…si por el contrario la ventaja fiscal señalada resultaría ser la finalidad principal de esta operación de fusión. De resultar esta última, se consideraría que la operación tiene como finalidad principal el fraude o la evasión fiscal, no resultando, por tanto, económicamente válida, a los efectos de lo previsto en el artículo 89.2 de la LIS..."
A la vista de ello la pregunta que surge es obvia: ¿Qué busca la banca con estas fusiones entre sicavs de su clientela y los fondos de inversión de la entidad? Básicamente cuatro aspectos a tener muy en cuenta:
Los bancos se han lanzado 'a la caza' con el argumento del miedo pues las sicavs, una vez más, son un arma arrojadiza... y mucho más en este eterno periodo electoral. Pero al parecer, con la DGT han topado. El escenario político nacional actual deja en el aire de momento una solución regulada, si es que finalmente es modificado el régimen fiscal de las sicavs.
Mientras tanto son muchas las voces autorizadas que consideran que, en una economía armonizada con la Unión Europea y en un momento en el que la competencia por desarrollar el sector financiero es altísimo, es imposible que España se vaya a la cola de Europa y no permita vehículos de inversión como hacen el resto de estados miembros.
En este sentido, José Luis Pons Busutil, responsable de los Servicios Jurídicos de la firma independiente valenciana EFE & ENE especializada en asesoramiento financiero a grandes patrimonios, recuerda que "en los primeros comicios advertimos ya de que una solución colectiva no era solución, ya que era muy evidente que la motivación era fiscal y por tanto el riesgo era muy alto, invalidando la motivación económica".
Según este experto jurídico, "nuestra opinión, como no podía ser de otra manera, es buscar el consejo siempre de un independiente que no sea parte. Hay que que estudiar cada caso concreto; hay muchas soluciones posibles y la solución ha de ir de la mano de la estrategia del grupo”.
Mientras tanto, aquellos que ya llevaron a cabo dichas fusiones ya están pensando en la posibilidad de reclamar a sus entidades si finalmente DGT opta por investigar un posible fraude fiscal. Habrá que esperar... como también a tener un Gobierno en firme y ver en qué situación quedan las cada vez más 'demonizadas' sicavs.