VALÈNCIA. (EP) Ciudadanos y Vox defienden la reapertura de la hostelería valenciana tras la decisión del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco de permitir abrir a los bares y restaurantes en 'zona roja', mientras el PPCV reclama de nuevo ayudas directas para el sector y que no tenga que pagar ni impuestos ni la cuota de autónomos.
En cambio, los partidos del gobierno valenciano (PSPV-Compromís-Unides Podem) abogan por no anticiparse al 15 de febrero, cuando acaban las restricciones actuales, y a partir de ahí decidir en función de la evolución de la pandemia.
Así lo han expuesto sus portavoces en los pasillos de Les Corts ante la decisión del alto tribunal vasco y las convocatorias de asociaciones hosteleras de Castellón y Elda-Petrer (Alicante) de reabrir el martes 16 de febrero como medida de presión.
Toni Cantó (Cs) ha reclamado que se abra ya la hostelería porque "se ha demostrado en otras zonas que se puede hacer sin poner en riesgo la salud", al igual que los parques infantiles, aunque sí ha rechazado la "rebelión" convocada para el 16 de enero.
"Al final, estamos asistiendo a una especie de expropiación por parte del tripartito de muchos negocios que no van a volver a poder abrir", ha denunciado, ante lo que ha augurado "una riada de reclamaciones judiciales dentro de unos meses por decisiones tomadas sin ton ni son ni base científica".
Por contra, ha hecho hincapié en que la hostelería "no es la razón de las cifras de contagios y muertos de hoy en día, que son por las reuniones en espacios interiores". El síndic 'naranja', tras tachar de desprecio las ayudas del plan 'Resiste' de la Generalitat, ha lamentado que "condenan a la ruina a muchísimos valencianos sin ninguna razón", además de reprocharle que "es más fácil cerrar a todos que estudiar cada caso".
Ana Vega (Vox) ha coincidido en que "los hosteleros no son los culpables de los contagios" y ha exigido que abran "ya" después de que el TSJPV les haya dado la razón en Euskadi. "Ellos quieren trabajar y son los primeros interesados en poner medidas sanitarias para que no se produzcan contagios en sus negocios", ha defendido.
Del PP, Eva Ortiz como portavoz adjunta, ha reiterado que su partido no se puede pronunciar sobre la reapertura de la hostelería porque la información que transmite la Conselleria de Sanidad a los partidos es "prácticamente nula". Pero ha exigido que lo fundamental es que reciban "ayudas en vena" y no paguen ni impuestos ni la cuota de autónomos.
Ha rechazado así las "genialidades" del Consell y se ha preguntado si "hay expertos al frente de todo esto", además de calificar de pantomima el plan 'Resiste' porque "fía gran parte de los 340 millones a fondos europeos que no van a llegar antes de final de año cuando la gente está poniendo en juego su patrimonio y su salud".
La 'popular' ha garantizado que apoyarán cualquier protesta de los hoteleros que esté dentro de la ley: "Apoyaremos la queja, la tristeza y el malestar ante la decisión unilateral de cerrar sin ayudas directas. Les siguen tomando el pelo".
Entre el Botànic, el socialista Manolo Mata ha replicado que el dinero de 'Resistir' llegará "lo más rápidamente posible" y la Comunitat será "de las comunidades que dé más ayudas directas para atemperar las pérdidas en la medida de lo posible".
Ha reconocido que es un "drama" que los bares y restaurantes estén cerrados, pero ha recordado que es una medida necesaria para evitar contagios y que "la gente se quede mayoritariamente en casa" como demuestran "esas fotos de València desierta a las siete de la tarde".
"Las decisiones se valoran con el tiempo", ha recalcado recordando que la hostelería lleva "meses cerrada" en Euskadi. Es más, el también abogado ha remarcado que no cree que "los jueces tengan la infabilidad del Papa" porque otros tribunales autonómicos revocaron restricciones y el TSJCV no.
El síndic del PSPV también ha rechazado la reapertura convocada para el 16 de febrero porque le parece "cruel que se hostiguen revueltas a hosteleros que lo están pasando fatal". "El Consell evaluará los datos hasta el día 15 y tomará una decisión", ha garantizado, y ha rechazado que el cierre total de la hostelería sea una expropiación.
De Compromís, Fran Ferri ha resaltado que las últimas restricciones "están teniendo resultado" y ya baja tanto la curva de contagios como la incidencia acumulada en la Comunitat. "Tenemos que ser conscientes de que esto no va de un sector u otro, va de salvar vidas", ha enfatizado, reconociendo que el plan 'Resiste' no es suficiente y que el Gobierno debe destinar más ayudas.
Ha afirmado que los hosteleros tienen "todo el derecho del mundo" a protestar y hacer lo que consideren, "pero siempre cumpliendo la ley y las medidas porque no son para otra cosa que salvar vidas".
A partir de ahí, Ferri ha abogado por ver cómo evoluciona la pandemia y "de qué manera ir flexibilizando las restricciones", porque hacerlo ya podría hacer que acaben en "saco roto". Y ha garantizado que la Generalitat atenderá todo lo que diga el TSJCV, "como no puede ser de otra manera".
Pilar Lima (UP) ha defendido que las restricciones son necesarias aunque sean "muy duras" y ha destacado que van acompañadas de "un escudo social, algo que no se hizo en la crisis de 2008, aunque nunca es suficiente".
"A todos nos gustaría estar en la calle con bares y restaurantes abiertos, porque forma parte de nuestra cultura, pero debemos asumir que la prioridad es la vida y no la economía porque día tras día están muriendo compatriotas", ha manifestado la nueva síndica 'morada'.