VALENCIA. La Generalitat Valenciana ha diseñado un plliego de condiciones para la privatización parcial de la gestión de la Ciudad de la Artes y la Ciencias que esquiva la imposibilidad de ceder la gestión de dos de los edificios que quedan fuera del concurso: L'Hemisfèric y el Museo de las Ciencias.
A pesar de que formalmente la externalización solo afecta a L'Oceanogràfic y L'Àgora, en el fondo las condiciones del concurso implican que el nuevo adjudicatario también tendrá que diseñar y costear económicamente la programación de los dos edificios cuya gestión directa queda en manos de la empresa pública Cacsa.
El pliego para la externalización parcial de la gestión de Cacsa, que ya se podía consultar este martes, especifica las condiciones por las que se adjudicará a una empresa privada la explotación de L'Oceanogràfic y L'Àgora, así como de otros servicios del complejo, como las tiendas o los restaurantes. Hay dos partes que puntuarán a la hora de elegir al nuevo concesionario (L'Oceanogràfic lo explota Parques Reunidos Valencia desde su apertura): la oferta económica y el plan de actuación.
El primer aspecto, que valdrá la mitad de la puntuación, se basa en un canon mínimo de arranque de 600.000 euros que solo se pagará una vez, y dos variables. El grueso en todo caso es el canon variable. Las empresas deberán pujar por pagar al menos un 55% del beneficio operativo que obtengan en cada ejercicio. A mayor porcentaje, más puntos en el concurso.
Además, Cacsa también exige al menos el 20% de los ingresos por las actividades secundarias que también forman parte del concurso (restauración, venta de mercadotécnia...). Además, abre la puerta a un tercer canon anual de carácter indefinido que pueden ofertar las empresas para mejorar su oferta.
La Generalitat especifica además que, independientemente de los resultados de la empresa, la concesionaria deberá pagar una candidad anual mínima que se fijará con el plan de negocios que presente la empresa.
PROPUESTAS DE PROGRAMACIÓN
La otra parte del concurso es la que se refiere a la actividad del complejo. En este apartado es en el que se ha incluido la privatización de facto de la programación de L'Hemisfèric y del Museo de las Ciencias. Aunque en todo momento la Generalitat, y así lo vendió el conseller de Economía, Máximo Buch, afirma que la nueva concesionaria podrá hacer propuestas de contenidos para los dos espacios que no están bajo su responsabilidad, lo cierto es que el pliego va mucho más allá.
De hecho, a los oferentes se les exige planes de actividad para todos los espacios, incluidos el cine IMAX y el museo. En el pliego se especifica que esas propuestas, de ser aceptadas por Cacsa, deberán correr a cargo de la empresa concesionaria. Es decir, tendrán que pagar ya sea los derechos de una película o de una exposición, incluido su transporte y montaje.
Aunque es una opción voluntaria, lo cierto es que las empresas interesadas tendrán que presentar sus propuestas para el museo y el cine dado que cuentan para la puntuación final del concurso. El espírituo del texto del documento deja claro, además, que Cacsa tendrá en cuenta esos planes para programar los dos espacios que dependerán de la empresa pública.
La privatización de la programación no tiene una contraprestación concreta para la empresa. Sin embargo sí existe un vínculo económico que puede tener interés para la futura concesionaria. Cacsa se compromete a pagar un 20% de los ingresos por venta de entradas que supere los 2,6 millones de euros en el museo (un 30% si es más de tres millones) y de 1,5 millones en L'Hemisfèric (30% si son más de 1,9 millones). En resumen, si la programación que correrá a cargo de la concesionaria atrae a más visitantes que la actual, la empresa cobrará.
UN NEGOCIO POR DEFINIR
El nuevo modelo de gestión de Cacsa supone un cambio radical respecto al actual e implica un incremento de los ingresos y los beneficios que actualmente tiene Parques Reunidos Valencia. Si no se aumentan de forma más que notable esas magnitudes resulta complicado establecer si el negocio que ofrece Cacsa a los interesados puede ser viable. La incógnita se desvelará a final de año.