VALENCIA. El malestar del sector crítico del Bloc por las negociaciones para que Compromís concurra con Podemos a las generales, lejos de aflojar, se recrudece. No ha templado los ánimos la consulta interna celebrada con escaso éxito de participación, que ha dado luz verde a la dirección del socio mayoritario de Compromís para negociar con la formación morada una candidatura conjunta de cara a la próxima cita con las urnas.
Primero fue el manifiesto 'Por una voz propia valenciana a las Cortes Generales', que recabó el apoyo de 1.800 firmas, entre ellas las de los diputados en les Corts Jordi Juan y Mònica Álvaro o la del eurodiputado Jordi Sebastià. Ahora el objetivo de los críticos es forzar la convocatoria de un referéndum vinculante entre la militancia del Bloc antes de llegar a ningún acuerdo con el partido que lidera Pablo Iglesias.
Para forzar la votación hace falta el apoyo de 294 afiliados, el 10% de los 2.940 militantes del Bloc. "Si conseguimos que todos los militantes que firmaron el manifiesto firmen la petición, tendremos las firmas necesarias y nos sobrarán", explican a ValenciaPlaza.com los impulsores de la iniciativa. El procedimiento, señalan, fue introducido en 2012 en los Estatutos del partido dirigido por Enric Morera y nunca se ha utilizado. "Sería el primer referéndum interno", apuntan.
"SE DA POR HECHO EL PACTO CON PODEMOS"
El enfado interno con la dirección, compartido por históricos como el alcalde de Sagunt, Quico Fernández, o la exsecretaria de organización Pepa Chesa, se debe a la "vaguedad" de la pregunta de la consulta interna celebrada entre el 5 y el 11 de agosto. En el redactado se interpelaba a la militancia sobre las "cuatro condiciones planteadas por la Ejecutiva Nacional ante la posible negociación de un acuerdo preelectoral con otras fuerzas progresistas".
Los críticos rechazan que se dé por hecho el pacto con Podemos y ven "imposible" que Compromís pueda constituir un grupo parlamentario propio si concurre a los comicios junto al partido de los círculos. "Perderíamos los votos provenientes de electores del PP y del PSOE", argumentan, y ven en la confluencia un escollo para el pacto de gobierno con el PSPV. "Crisparía las relaciones de un Consell que está en fase embrionaria", añaden.
En su agenda está marcada con rojo el 12 de septiembre, fecha del próximo Consell Nacional del Bloc. "Mucha gente llevará la propuesta del referéndum vinculante y que haya una comisión de garantías", avanzan las fuentes consultadas. Una vez el partido valencianista consensúe su postura llegará el turno del Consell General de Compromís, donde los críticos prevén una situación de "bloqueo" similar a la de noviembre, cuando este órgano tumbó el reglamento de las primarias para formar las listas de las elecciones autonómicas.
LA NEGOCIACIÓN DEL PACTO AVANZA
Al margen de la tensión interna en el Bloc, lo cierto es que las negociaciones entre Compromís y Podemos están avanzadas y ya han empezado a perfilarse los nombres que compondrían la posible lista de confluencia. Joan Baldoví, el único diputado de Compromís esta legislatura, ya se ha postulado como cabeza de lista por Valencia. Podemos, por su parte, encabezaría la lista de Alicante, y Compromís lideraría la de Castellón. La encuesta del CIS de julio otorgaba a Compromís una intención de voto cercana al 12%, que podría traducirse en una horquilla de tres a cuatro diputados en el Congreso.
¿Hay riesgo de escisión en el Bloc si Compromís se presenta con Podemos? "Veo riesgo de un alud de bajas de militantes", especulan fuentes del sector crítico. No ven con buenos ojos que una fuerza "de estricta obediencia valenciana" pueda diluirse entre los diputados de un partido de ámbito estatal.