VALENCIA. Los máximos responsables de los dos grandes partidos políticos en la Comunitat Valenciana, Alberto Fabra y Ximo Puig se presentarán en los próximos días ante sus ‘jefes' en Madrid para sendos actos públicos que supondrán un examen de cara al futuro inmediato de los dos líderes. El presidente del PPCV llega a la cita en un momento delicado y deberá conseguir un espaldarazo por parte de su superior ante la prensa nacional. Por otro lado, el secretario general del PSPV-PSOE se presentará al encuentro con su líder nacional en uno de sus momentos más dulces en la relación con Ferraz de los últimos tiempos.
El primero que se enfrentará a esta prueba será Fabra. Este martes comparte con Mariano Rajoy un desayuno informativo organizado por Europa Press en Madrid. El jefe del Consell atraviesa un momento convulso por la tormenta desatada con el anuncio de cierre de RTVV, los embrollos en Les Corts y las esquivas declaraciones de María Dolores de Cospedal a la hora de confimarle como futuro candidato.
Fabra necesita un gesto. Este mismo lunes, y tras la pequeña rendija a la esperanza tras la propuesta hecha por los sindicatos, es probable que el Consell fije su postura definitiva respecto al cierre de RTVV. Ante un calendario apretado, con la votación sobre la liquidación fijada para el próximo miércoles, la decisión final de Fabra deberá ser respaldada por el presidente Rajoy en público.

Otra de las ‘patatas' calientes a sacar del horno en el encuentro del martes debe ser la candidatura de Fabra. El líder del PPCV aseguró en un acto con parlamentarios del partido que sería el cabeza de lista a la Generalitat en los comicios de 2015. Sin embargo, a renglón seguido, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal eludió dar un respaldo específico a esta autoproclamación del líder valenciano. La número dos de Rajoy se escudó en que el partido no se encontraba todavía "en el momento de las candidaturas", pero sí aseguró, al ser preguntada, que ella repetiría como aspirante en el ámbito autonómico.
El presidente Fabra, quien lleva a cuestas una legislatura muy complicada, debería recibir por parte de Rajoy una muestra clara y rotunda de confianza, especialmente sobre su futura candidatura de cara a terminar con el murmullo interno permanente en el PPCV. Este sería un primer paso para que el líder valenciano pudiera afrontar con unas mínimas garantías el presente y futuro complicado que tiene por delante.
Estos podrían considerarse los objetivos mínimos, aunque nada sencillos de arrancar a Rajoy, dado que otros debates como la financiación autonómica o el aumento de inversiones estatales parecen postergados definitivamente a fechas que no eran las inicialmente previstas por los populares valencianos.
XIMO PUIG, UN MOMENTO DULCE EN SU RELACIÓN CON MADRID
El examen del líder de los socialistas valencianos será unos días más tarde, el 4 de diciembre. La cita también será en Madrid, en este caso en el Fórum Europa, en el que será presentado por Alfredo Pérez Rubalcaba.

Puig llega al encuentro después de lograr un triunfo importante. El PSOE ha cedido a la propuesta de celebrar primarias abiertas con su propio calendario. Es decir, que el PSPV tendrá candidato a la Generalitat Valenciana antes de las elecciones europeas:un deseo de Puig por el que lleva trabajando casi desde principios de año.
Tras una negociación difícil con federaciones de mucho peso como la andaluza, el PSPV logró que la piedra angular de sus propuestas recibiera ‘luz verde' en la Conferencia Política celebrada días atrás.
Este, según subrayan fuentes de la dirección socialista, es el resultado de la "constante relación y comunicación" que Puig ha mantenido con Rubalcaba, Ferraz y distintas y poderosas federaciones regionales. Curiosamente, y este es otro de los méritos del líder del PSPV, cabe recordar que Puig apoyó en primera línea a Carme Chacón en su duelo con Rubalcaba. No obstante, el secretario general de los socialistas valencianos ha sabido recomponer la relación haciendo ver en Madrid la importancia del PSPV en el conjunto de España, una federación que, en plena crisis socialista, puede lograr recuperar el gobierno autonómico. Un factor que, a buen seguro, Rubalcaba también tratará de aprovechar dados los poco alentadores resultados que hasta ahora está obteniendo el PSOE en las encuestas.