C.Valenciana

EL NUEVO CONSELLER DE ECONOMÍA TOMA POSESIÓN

Máximo Buch: "Vamos a pasarlas canutas... pero hay que transmitir optimismo e ilusión

  • El conseller Máximo Buch con su predecesor en Economía, Enrique Verdeguer
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VALENCIA. Llevava unos pequeños apuntes para su discurso, pero quizá por la emoción del momento, Máximo Buch, recién nombrado conseller de Economía, no les hizo al final mucho caso. Con una sala repleta de altos cargos de la Consellería de Economía, Industria y Comercio, Buch, improvisó unas palabras que intentó fueran de animo. "Yo siempre transmitiré optimismo e ilusión en mis palabras", dijo. Pero, quien sabe si preso de los nervios o con un ataque de sinceridad tras conocer el verdadero estado de las cosas de la mano de su predecesor, Enrique Verdeguer, con quien se había reunido durante el domingo y la mañana del lunes, Buch añadió a reglón seguido: "Vamos a pasarlo canutas... Muy mal..."

En su primera declaración como conseller de Economía Buch apeló abandonar la autoflajelación y a trabajar sin complejos, pese a la mala imagen que tiene ahora la Comunitat Valenciana. Pidió la ayuda de "mis amigos los empesarios", con quienes, dijo, espera reunirse pronto. El ingeniero se comprometió a "aterrizar lo más rápido que pueda" en un mundo que no es el suyo, el de la política y la Administración. "toda la suerte del mundo".

Buch llega a la consellería con retos de extremada gravedad: pagar a los proveedores, buscar dinero para las arcas públicas y reordenar todo el entramado de empresas y fundaciones públicas. "Soy una persona de equipo, abierta y abierta a las críticas", ha apuntado. Tras el acto ha afirmado en una conversación informal con periodistas, que no modificará el equipo de la Consellería.

"Hay que despojarse rápidamente del pequeño complejo de inferioridad que sienten los valencianos en la actualidad. Somos muy buenos, somos líderes en muchas cosas, hemos liderado la exportación durante más de un siglo en España, hemos hecho las cosas muy bien, ahora nos han pillado a contrapié porque la crisis nos ha pillado a todos a contrapié", arengó a a un granado auditorio de políticos y empesarios.

Enrique Verdeguer (izq) en el traspado de la cartera de Economía a Máximo BuchEL MEJOR VERDEGUER, EL DÍA DE SU DESPEDIDA

Por su parte, Enrique Verdeguer, despojado ya de la losa económica que lastra a la Comunitat Valenciana, mostró en su despedida su mejor cara. Suelto, ocurrente, sincero y, en varias ocasiones sentimental. "Es un momento agridulce. Estoy ilusionado por presidir Adif y porque podré tener cerca a mi famiia [su mujer y sus cuatro hijos se quedaron en Madrid], pero me voy con con cierta sensación de trabajo inacabado porque se han hecho muchas cosas, pero quedan muchas cosas por hacer".

"No estamos de moda, pero tenemos que mirar al futuro sin pesimismo, sin ninguna duda sobre nuestra capacidad, trabajando juntos, con responsabilidad social" y "con un objetivo común, desde la autocrítica pero sin autoflagelación y con sentido del humor", ha defendido el ya exconseller.

Verdeguer, reconoció que ha pasado por momentos difíciles, especialmente en la semans en que todo parecía venirse abajo, con vencimientos que nos se podían pagar o el fracaso de la emisión de los bonos patrióticos. "Pero solo de un sitio he salido deprimido: Les Corts. Creo que hay una crispación excesiva..."

Verdeguer dio las gracias a todo su equipo uno por uno (defendió especialmetne a Jorge Vela, director del IVF imputado por el caso Nóos, de quien aseguró que "es íntegro, de conducta intachable y al que se ha tratado injustamente en muchas ocasiones") y se acordó desde los guardias de seguridad a las encargas de la limpieza de la consellería

El momento más emotivo de esa despedida llegó con el recuerdo a su famiia, "a la que ha desatendido", a su madre, "auténtica psicóloga que cuando me veía decaído por los problemas me los ponía en perspecitva: "Pero si tu no has vivido una Guerra Civil...". Y también de su padre, fallecido: "Solo tenía una obsesión. Cuando me iba a un examen me repetía: "No copies y no dejes que se copien". "Yo lo he trasladado a este mundo como 'no hagas trampas ni permitas que otros las hagan'. Yo he intentado cumplir el mandato de mi padre".

Lo cierto es que, al margen de su gestión, a tenor de las lágrimas que se pudieron ver entre sus más estrechos colaboradores parece que Verdeguer El Breve, como él mismo no dudo en calificarse, ha dejado huella en Colón 32. 

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