VALÈNCIA. "Es mi visita número 15 a la Comunidad Valenciana como ministro de Fomento". Así comenzaba la intervención de Íñigo de la Serna este lunes en València ante un auditorio que, en efecto, ha tratado mucho con el dirigente pese a lo poco que lleva en el cargo -desde noviembre de 2016-. Se trataba, sobre todo, de los alcaldes de los municipios por los que pasa el tren de cercanías, que recibieron al mandatario con un fuerte aplauso antes de que dijera una sola palabra. ¿La razón? La mayoría venía seducido de casa tras haber participado -con la intermediación de la Conselleria de Vivienda y Obras Públicas de la Generalitat- en la confección del Plan de Cercanías que procedía a anunciar el dirigente.
En efecto, el contenido del plan complació a los asistentes. El proyecto de 800 millones de euros anunciado a principios de octubre para mejorar la red de cercanías de la Comunitat había engordado significativamente en el diálogo con los ayuntamientos, en concreto hasta los 1.436 millones de euros entre el núcleo de Valencia-Castellón (958,96 millones), el de Alicante (122,86 millones), y otros 354,73 millones de euros en renovación de trenes, estaciones y servicios.
"Estamos contentos, prácticamente solo se ha quedado fuera la segunda fase del tren de la costa", comentaba a la salida la consellera de Obras Públicas, María José Salvador, sobre la prolongación de la línea C1 desde Gandía hasta Oliva. La propia alcaldesa de Gandía, Diana Morant, mostraba también su "satisfacción", como también lo hacía el propio alcalde de València, Joan Ribó, "al ver infraestructuras pendientes, tras mucho tiempo, contempladas ahora en los proyectos".
Como ya ocurrió con el Corredor Mediterráneo hace solo unos meses, cuando el ministro se coló en el gran acto reivindicativo de los empresarios contra su propio departamento, el dirigente del PP formuló todas las promesas que su audiencia quería escuchar. Y no de cualquier modo: con convencimiento y conocimiento, desmenuzando él mismo la presentación de las mejoras previstas en todas y cada una de las líneas, sin precisar del apoyo de ningún técnico, añadiendo de su cosecha datos que echaba en falta en su power point.
Sus promesas son contundentes, pero van dirigidas a una autonomía escarmentada, cuyo plan de cercanías de 2010, prometido entonces por un ministerio socialista a una Generalitat popular, no logró saltar de los papeles al cemento. Tal escepticismo se tradujo en una misma reclamación por parte de los futuros beneficiarios de las inversiones: "ahora toca plasmarlo en los Presupuestos Generales del Estado".
La pregunta de la prensa era obligatoria. ¿A solo días de que concluya el año, con la previsión de trabajar en los presupuestos el próximo mes de enero, estima una cifra de la inversión que será presupuestada para 2018? Pero el ministro De la Serna no tenía la respuesta numérica y recurrió a una frase que ya ha utilizado en alguna ocasión al ser preguntado por el corredor mediterráneo: "No va a haber un solo metro que se retrase por falta de financiación", dijo.
La expectación por ver los próximos presupuestos es enorme, máxime tras las críticas que le llovieron al Ejecutivo en el presente ejercicio al quedar la Comunitat a la cola de las inversiones. Entonces De la Serna dijo que eran "suficientes" para los compromisos adquiridos entonces y que "crecerían" en el presente 2018. El tiempo dirá.
El Plan de Mejora de la Calidad de Cercanías en la Comunitat Valenciana anunciado por el ministro contempla acometer la inversión de 1.436,55 millones prevista para la red de cercanías en el periodo 2018-2025. De la Serna recordó que las líneas del núcleo Valencia-Castellón cuentan con una longitud total de 366 kilómetros, 66 estaciones, 347 trenes los días laborables y seis líneas (C-1 Valencia Nord-Gandia, C-2 Valencia Nord-Xàtiva-Moixent, C-3 Valencia Nord-Buñol-Utiel, C-4 Valencia Sant Isidre-Xirivella l'Alter, C-5 Valencia Nord-Caudiel y C-6 Valencia Nord-Castelló de la Plana).
Asimismo, detalló que estas líneas, que dan servicio a 53 municipios de la provincia de Valencia y a 13 de la de Castellón, soportan más de 100.000 circulaciones al año, más de 53.000 viajeros los días laborables y 14,7 millones de viajeros al año. Por lo que respecta a las cercanías del núcleo Alicante, que dan servicio a 8 municipios, precisó que cuentan con una longitud de 63,3 kilómetros, 11 estaciones, 77 trenes los días laborables y dos líneas (C-1 Alicante-Murcia y C-3 Alicante-Sant Vicent). Estas dos conexiones registran más de 3,6 millones de viajeros al año.
Íñigo de la Serna cometó como "característica" de estas las dos redes de cercanías de la Comunitat que por ellas "circulan tanto pasajeros como cercanías", lo que supone un "tráfico mixto con distintas velocidades". Igualmente, señaló la necesidad de mejoras, la confluencia de líneas, la vía única, el estado de la vía, la saturación de líneas, la falta de electrificación y las fluctuaciones de energía, los sistemas de señalización existentes, la antigüedad de infraestructuras y las incidencias en el "gran número" de pasos a nivel son factores que han justifican la necesidad de acometer un plan de mejora como el presentado.
El titular de Fomento afirmó que a estas circunstancias se suman otros factores como las limitaciones temporales de velocidad que provocan tanto la reducción de esta como de las prestaciones. "El plan prevé actuar en todo", subrayó el ministro, que agregó que ya se está trabajando en la resolución de algunos de estos aspectos en algunas líneas.
El plan se llevará a cabo entre 2018 y 2025 aunque, como expuso De la Serna, se prevé desarrollar "el grueso" de las actuaciones en 2022. Así, indicó que de las 45 actuaciones previstas, 40 se harán en el periodo 2018-2022, si bien se ha dado de plazo hasta 2025 para desarrollar el resto teniendo en cuenta que hay intervenciones que requieren declaración de impacto ambiental y de otros requisitos que provocarán que se alargue su preparación y ejecución.
Por lo que respecta a la C-1 Valencia Nord-Gandia, el ministro anunció que se hará el desdoblamiento del trayecto Cullera-Gandia con 139,24 millones, la renovación de la vía existente Silla-Cullera (54,45 millones), la prolongación entre Gandia y Oliva (120,58 millones), la supresión de doce pasos a nivel (21,78 millones), la instalación BAB Silla-Cullera (9,63 millones) y la sustitución de enclavamientos eléctricos Cullera-Gandia (6,05 millones).
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En la C-2 Valencia Nord Xàtiva-Moixent se actuará en nuevas infraestructuras l'Alcudia-Moixent (24,92 millones), renovación de vía y catenaria Xàtiva-l'Alcudia y Pobla Llarga-Silla (20,57 millones y 84,70 millones), renovación de instalaciones de seguridad Pobla-Llarga-Silla (5 millones) y pasos a distinto nivel (3,63 millones). En la C-3 Valencia Nord Buñol-Utiel se prevé desdoblar el trayecto Sant Isidre-Buñol (210,54 millones), su electrificación (36,3 millones), la renovación de la vía y la electrificación entre Buñol y Utiel (58,11 millones), adaptar andenes (1,45 millones) y actuar en pasos a distinto nivel (5,08 millones).
Por otro lado, en la línea C-5 hacia Sagunto y Caudiel se contempla la renovación del tramo entre estas poblaciones (31 millones) y su electrificación (53,24 millones), mientras que en la C-6 Valencia-Castellón se programa la sustitución de desvíos (3,16 millones) y la modificación del enclavamiento electrónico Valencia Nord para dobles composiciones vías 7 y 8. En el núcleo de Alicante, se ha previsto en la C-1 Alicante-Murcia la conexión con el aeropuerto de El Altet (85 millones) y la conexión con la estación Elche Alta Velocidad (34 millones).