SANTA EULALIA

De la utopía a la ruina

Si cada lugar respira con su aliento particular, la Colonia de Santa Eulalia, partida desde su creación a finales del siglo XIX entre los municipios de Sax y Villena, en terrenos que como lote agrario se mantienen intactos desde el reparto tras la conquista cristiana mediado el siglo XIII, respira con el aroma tenue y escurridizo de la vizcondesa de Santa Eulalia. Con esta denominación ha permanecido en la memoria popular, la moradora de la casa palacio principal de este asentamiento de nuevo cuño que tras algo más de un siglo de existencia, ve cómo sus muros van cayendo en la desidia de propietarios y administraciones.

26/05/2017 - 

ALICANTE.- Antes de que en 1240, la villa de Sax pasara a manos cristianas, se libró en los prados que ahora ocupa la colonia una batalla entre las tropas del noble Berenguer de Entenza y las huestes sarracenas. No iban bien las cosaspara el noble catalán, cuando una saeta supuestamente perdida pasó rozándole, encontrándose en la retaguardia. Al encontrarla clavada en tierra, muy cerca de él, sele ocurrió arrancarla, para comprobar que había servido para atravesar una serpiente que se le acercaba peligrosamente. El azar ante la muerte le hizo encomendar el lugar, y sus tropas, a Santa Olalla, Santa Eulalia, patrona de Barcelona, y, tras ganar la batalla, allí mismo se construyó la ermita en su honor.

Que el primer pensamiento del primer promotor de la colonia fuera la religión deja claro que aunque muchos de sus planteamientos provienen de las ideas propuestas por los socialistas utópicos, aquí se las aplican, transformadas y ajustadas a las necesidades de sus propios proyectos empresariales. Un cierto interés  filantrópico, fundamentado en el paternalismo católico, y un innegable interés por las mejoras objetivas que estas nuevas colonias productivas supusieran en el nivel de vida de la clase obrera, tenían como fin modelar el trabajador perfecto, el obrero soñado. El instrumento para llevar a cabo esta transformación fue el espacio: la estructura urbana de las colonias, la acotación territorial, la autosuficiencia, un contradictorio aislamiento.

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En 1900, Antonio de Padua Saavedra encuentra al compañero ideal para su utopía empresarial, su heterotopía, en su primo, ingeniero agrario a su vez, D. Mariano de Bertodano y Roncalí, vizconde de Alcira. Juntos forman una empresa cuya razón social será Saaveda-Bertodano, con el conde de Alcudia como gerente, como buena sociedad patriarcal. Pero el gran encuentro de ese1900, y el verdadero empujón para la colonia, lo supuso la inversión económica que sirvió para la creación de la sociedad. 

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