VALENCIA. El presidente de Ribera Salud, Alberto de Rosa, se preguntaba este miércoles antes de una conferencia del presidente del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS) Adolfo Fernández-Valmayor, por qué el Consell ha licitado el concurso de la hemodiálisis.
Se anunció que se sacaría a concurso por 135 millones y De Rosa no entiende por qué "una cosa sí y otra no" si se quiere retornar la Sanidad a lo público. El presidente de Ribera Salud también apuntó, tras la conferencia, que el debate de colaboración público-privada es algo global porque los países de dan cuenta de que hay que añadir flexibilidad.
"Nadie puede entender que se pueda gestionar como hace 50 años en ningún sector, vale la pena equivocarnos avanzando que no hacer nada porque nos va a llevar a tener problemas para mantener uno de los tesoros de nuestra sociedad, la sanidad", insistió y empezó a debatir las soluciones con un debate serio y no en Twitter.
De hecho, señaló que en 1991 se hizo un libro blanco de la sanidad. "Nosotros somos el heredero de esta reflexión que se hizo en el sector", aseguró y emplazó a buscar "lo que nos une y no lo que nos separa".
"Estoy convencido de que la colaboración público-privada es la base de la sanidad del siglo XXI, no sé si en el futuro se llamará de otro modo, pero esa base habrá nacido en Alzira y yo como valenciano siempre estaré orgulloso de haber podido contribuir", señaló.
De Rosa también aseguró que tienen "la mano tendida" a la Administración para que el proceso de reversión anunciado para el Hospital de Alzira se ejecute "sin crear incertidumbre" y exigió que sea "ajustado a la legalidad", con "datos transparentes" y "teniendo en cuenta los 6.000 puestos de trabajo y los 140 millones que han invertido".
Desde el Grupo Ribera Salud también han pedido un estudio del impacto económico que ha supuesto para la Comunitat Valenciana "el tener una bandera de vanguardia sanitaria en el mundo" y analizar "cuántas organizaciones universitarias, países, gobiernos, y profesionales han venido a conocer este modelo" y que, por ejemplo, el próximo mes le llevará a China a explicarlo.
También lamentó que el Consell todavía no se haya reunido para explicarles cómo va a ser el proceso de reversión y que la única información sea la carta del presidente Puig en la que se les comunica que no se renovará la concesión, que finaliza en marzo en 2018. Tampoco tienen conocimiento de la comisión mixta que debe constituirse.
