VALÈNCIA. El Ayuntamiento de València quiere repartir la inversión pública por toda la ciudad. Al menos esa es la intención que se puede vislumbrar en los presupuestos de 2018, donde se dan cita 220 actuaciones en todos los barrios. La mayoría son de un presupuesto inferior al millón de euros y todas ellas juntas suponen 70’6 millones. Una miríada de inversiones, además, de índole muy diversa y que abarca campos tan dispares como el millón reservado para la peatonalización de la Plaza de la Reina o los 15.730 euros que se abonarán al pintor Luis Massoni por el retrato oficial de Rita Barberá. Massoni fue pintor de retratos oficiales como el de el ya fallecido ex presidente de la Diputación de Valencia Antoni Asunción.
Entre las cifras más elevadas destacan los 2,6 millones de euros que se han reservado para ajardinamientos en zonas como la Cruz Cubierta, Algirós, Malva-rosa, Benimàmet, Russafa, Pinedo o Benimaclet; o los 2,2 millones que se han consignado para la recuperación de la Muralla Islàmica en Ciutat Vella. Junto a estos grandes proyectos, otros más modestos, como uno muy querido por el alcalde Joan Ribó como son los huertos urbanos en el parque de La Rambleta, para los que se han apartado 127.186 euros.
El Cabanyal es uno de los barrios más presentes en el capítulo de inversiones. La rehabilitación del antiguo Matadero tiene reservados 566.267 euros, mientras que para el futuro Centro de Jóvenes se han apartado 1,18 millones y para el Centro de Servicios Sociales 530.270 euros. Igualmente hay preparados 522.000 euros a cuenta del EDUSI que se invertirán en la restauración de la Casa dels Bous.
Para los trabajos para la reapertura del parking de Brujas hay anotados 4,37 millones de euros, mientras que para la rehabilitación del Mercado del Grau y las obras y adecuación de mercados como los del Cabanyal, Russafa o Jesús, hay registrados 3,06 millones. Por su parte el carril bici de Navarro Reverter tiene consignados 221.796 euros.
Algunas obras emblemáticas como la peatonalización de la Plaza de la Reina tienen la inversión dividida en dos años. En este caso por ejemplo se ha previsto un presupuesto final de 5,9 millones de euros; en el presupuesto de 2018 hay sentados 1,09 millones, mientras que para 2019 se ha destinado la parte del león, 4,85 millones.
Otra inversión que se divide en dos años y que reserva la mayor parte para la segunda anualidad es la construcción del campo de fútbol de Malilla, que está presupuestado en 1,5 millones. Para poderlo llevar a cabo se han anotado 400.000 euros en 2018 y 1,1 millones en 2019. Igualmente pasa con dos centros deportivos, los de San Isidro y el de La Olivereta. Para el primero hay previstos 3,54 millones que se dividen en dos anualidades: 300.000 euros en 2018 y 3,24 en 2019. Para el segundo se han reservado 3,1 millones de los cuales 200.000 se invertirán en 2018 y 2,9 millones en 2019.
El colegio 103, el centro que son todo barracones y que está ubicado junto a la Ciudad de las Artes y las Ciencias, recibirá 369.000 euros, de los cuales 100.000 se aportarán en 2018 y 269.000 en 2019. Precisamente el pasado mes de mayo la Conselleria de Educación anunciaba que sacaba a licitación la contratación de las obras de construcción del colegio que está previsto que comiencen en el primer trimestre de 2018.
Uno de los aspectos más reseñables del presupuesto es la decidida apuesta por el incremento de personal, 20 millones de euros más que constituye una de las grandes bazas del Ayuntamiento. A la vez que el alcalde presentaba los presupuestos, el concejal de Gobierno Interior, Sergi Campillo, explicaba las líneas básicas del Capítulo I a los sindicatos de la Mesa General de Negociación, unas propuestas que tuvieron el apoyo de CCOO, UGT, CSIF e Intersindical, y sólo el voto contrario del SPPLB. La inversión de este capítulo asciende a 269.614.055,62 euros y se observan cuestiones como un aumento de las plazas de Bomberos y Policía Local, atendiendo así a una necesidad del consistorio.
En este sentido, el alcalde Ribó quiso hacer especial mención a este incremento y afirmó que “eso quiere decir que el Govern de la Nau cree en lo público”. Algo que ejemplificó en que se apoya la implantación de la carrera profesional en el consistorio, para la que se destinarán cinco millones de euros, “porque era una reivindicación histórica de los sindicatos y una cuestión de voluntad política para nosotros”, dijo.