VALENCIA. El Hotel SH Valencia Palace acogió este lunes un desayuno informativo organizado por la Unión de Consumidores de Valencia y Valencia Plaza sobre economía circular. Participaron en el encuentro Isabel Dolz, presidenta de la Unión de Consumidores de Valencia; Vicente Inglada, secretario de la Unión de Consumidores de la Comunitat Valenciana; Rafael Climent, conseller de Economía Sostenible, Sectores Productivos Comercio y Trabajo; Javier Quiles, director de RREE de Consum; Juanvi Tamarit, director de RRII de Grefusa; Jose Maria Company, director del Departament de Negoci-Marqueting de Caixa Popular; Marcos Lacruz, presidente de Avaesen; Rafael Torres, vicepresidente de Confecomerç CV y presidente de Cecoval; Jaime Castillo Soria, responsable de Relaciones Institucionales de Global Omnium; Ángel Hervella Touchard, director de Gestión Local y Autonómica de Ecoembes; Juan Pablo Mateo, director general de Fobesa y miembro del Comité Organizador de Ecofira 2018; Silvino Navarro, presidente de la comisión de desarrollo sostenible y medio ambiente de la CEV; Adela Torres, gerente de Medio Ambiente del área de Responsabilidad Social de Mercadona; Roger Marqués Cardete, director de Calidad e I+D+i en Zuvamesa; Salvador Benedito, presidente de AVEP; Sebastián Subirats Huerta, director general de AINIA; y Joaquín Serralta, investigador del Instituto de Ingeniería del Agua y Medioambiente de la UPV.
Vicente Inglada, secretario de la Unión de Consumidores de la Comunitat Valenciana, explicó para abrir el debate que "durante los últimos años se ha puesto sobre la mesa un nuevo concepto, que es el de economía circular". "Supone un cambio de paradigma muy importante y afecta de lleno a los hábitos de las personas consumidoras. Para que el círculo de la economía circular se acabe cerrando es fundamental la intervención de la gente, y es importante la acción de la administración para que se produzca este cambio en las personas", afirmó.
Según Inglada, se trata de "un paradigma de sostenibilidad no solo ambiental sino económico y social". "En esto las asociaciones de personas consumidoras estamos muy presentes, en que repercuta en el bienestar de los ciudadanos. Para fomentar el ahorro hay que buscar nuevos métodos, acciones que nos lleven a la reutilización y al resto de prácticas de la economía circular", subrayó.
Sobre el fomento de este tipo de conductas Inglada destacó algunas de las dificultades para llevarlas a la práctica. "Nos vemos con el problema de que, al acercarnos a un empresario para hacer pedagogía, este piensa: ¿qué quiere este de los consumidores? Todavía falta cultura en este sentido", indicó, y agregó al respecto que "la administración debería promover más los hábitos de consumo".
Rafael Climent, conseller de Economía Sostenible, Sectores Productivos Comercio y Trabajo, destacó en sus intervenciones la necesidad de "reducir la huella del ser humano en el planeta". "Las empresas han de ganar dinero, pero ha de haber un retorno a la sociedad y a la naturaleza. Si vamos contra la naturaleza destruimos el mundo. Nuestra huella actual es insoportable. No podemos seguir con el sistema de 'producir, consumir, tirar'", dijo.
El dirigente, además, criticó "el vicio de atacar a la administración". "Muchas veces es un vicio, porque deberíamos ser aliados. Todos tenemos que ser muy valientes. Sin valentía no se puede transformar el modelo económico", afirmó, y subrayó la necesidad de mirar a largo plazo pese a las dificultades. "Yo hablé en Les Corts de un plan de adaptación de 30 años, y aún se me burla un partido por tirar tan largo. Si no tenemos luces largas no vamos a poder hacer nada. Si no somos capaces de planificar hasta 2040 o 2050 no vamos a poder lograr nada", aseveró.
Javier Quiles, director de RREE de Consum, subrayó la necesidad de implementar la economía circular junto a la iniciativa privada. "La administración y la empresa han de ir de la mano. Cuando es así salen las buenas leyes. Sin la colaboración del sector privado es imposible que se implante de ninguna manera la economía circular", advirtió, y destacó que en España "ya hay muchas medidas que están en marcha, iniciativas como la Estrategia de Bioeconomía, la estrategia 20/30, el programa estatal de gestión de residuos o el de contratación pública, el plan para el aprovechamiento de los alimentos...".
Juanvi Tamarit, director de RRII de Grefusa, instó a introducir la economía circular en la educación. "Hay que motivar y educar a los niños desde pequeños, que ya van por el buen camino en muchos aspectos. Los niños de hoy no tiran papeles por la ventanilla", indicó. Por lo que respecta a las empresas, Tamarit también habló de los problemas para la introducción de la economía circular. "Hay mucha pequeña empresa que no se va a poder adaptar, que o hace los deberes rápido o ya no llega", afirmó, y sobre Grefusa puso como ejemplo que fue "la primera compañía de snacks en retirar el aceite de palma". "Lo hicimos por convicción de que no era bueno, asumiendo el coste", destacó.
Jose Maria Company, director del Departament de Negoci-Marqueting de Caixa Popular, subrayó que la entidad financiera "se está posicionando en la economía circular". "Hay un paradigma que tenemos que tener claro. Tenemos que pasar del retorno económico al retorno social. Posiblemente algunos de los productos de la economía circular son más caros. Como por ejemplo, las tarjetas de crédito de Caixa Popular, que están hechas con un plástico sostenible; o algunos de nuestros fondos sostenibles, que no reportan tanta rentabilidad pero que tenemos que tenerlos. Lo importante es que cada uno tenga limpia su baldosa para que el entorno de todos sea mejor", argumentó.
Marcos Lacruz, presidente de Avaesen, indicó que "el riesgo fundamental es que no llegamos a tiempo en todo esto". "Hacemos esto por economía y ecología, pero puede que no lleguemos a cumplir en ninguna de las dos cuestiones. En ecología, vemos lo que pasa con este planeta. Y en economía no se está viendo la oportunidad de apostar por la economía circular. Deberíamos instar a la adminsitración a que haya una política de estímulos reales. Hay que instar a las administraciones a que lleven el mensaje a las empresas y que pongan en la mesa los estímulos", destacó.
Rafael Torres, vicepresidente de Confecomerç CV y presidente de Cecoval, destacó que "está claro que la economía circular tiene muchos beneficios, pero corremos el riesgo de imaginar un mundo ideal y no bajar a la concreción de la aplicación práctica". "Hay que ayudar a las empresas para que amorticen ese esfuerzo, y hay que invertir mucho en educación, esto se tiene que meter en la cabeza de las nuevas generaciones", dijo.
Jaime Castillo Soria, responsable de Relaciones Institucionales de Global Omnium, indicó que "el reto es enorme". "No nos damos cuenta de que debemos de ser aliados de la naturaleza. Tenemos que ayudar al medio natural a diluir nuestra huella, y tenemos que hacerlo con mucha I+D+i. Somos nosotros los que estamos retrasando esta aplicación y los que agravamos el riesgo al no hacerlo", afirmó.
Ángel Hervella Touchard, director de Gestión Local y Autonómica de Ecoembes, subrayó que "solo al 7% de la gente le suena esto de la economía circular". "Ecoembes nació con esta vocación, la de minimizar y gestionar los residuos para devolverlos al círculo. Es momento de colaborar con la administración pública. Cada uno tiene que poner de su parte", destacó, si bien subrayó que los envases solo representan "el 8% de los residuos, de los que logramos reciclar el 77%".
Juan Pablo Mateo, director general de Fobesa y miembro del Comité Organizador de Ecofira 2018, puso en valor que "cada vez reciclamos más", si bien contrapuso que "seguimos vertiendo cada año más residus porque el consumo cada año es mayor". "Tenemos que hablar de cambiar hábitos, de incidir en la concienciación, porque vamos por detrás de muchos países europeos", lamentó, y agregó en la misma línea que "tenemos que llegar a que el consumidor nos exija estas prácticas". "Pero, de momento, la economía lineal nos sigue ofreciendo ventajas competitivas", lamentó.
Silvino Navarro, presidente de la comisión de desarrollo sostenible y medio ambiente de la CEV, instó a la administración a que la introducción de la economía circular sea "un proceso gradual". "Han de ir de la mano la administración y las empresas, los objetivos han de ser alcanzables. Si ponenmos unos objetivos maravillosos pero inalcanzables no hay solución alguna. También se requiere claridad", afirmó.
Adela Torres, gerente de Medio Ambiente del área de Responsabilidad Social de Mercadona, puso a modo de ejemplo "los cubos de limpieza de plástico reciclado" que vende la cadena de supermercados. "En nuestro caso no se hicieron así por economía, fue por eficiencia. La manera de hacerlo más barato fue hacerlo sostenible con el reciclado de mantas agrícolas térmicas. Es un ejemplo que nos gusta poner para explicar que el producto ecológico no tiene por qué ser un premium", detalló
Roger Marqués Cardete, director de Calidad e I+D+i en Zuvamesa, advirtió de que "el paso de un sistema lineal a uno circular suele requerir fuertes inversiones que, en muchos casos, no tienen una clara repercusión de negocio o tienen retornos a muy largo plazo". "Esto es un riesgo. No obstante, hay más oportunidades que riesgos", añadió.
Salvador Benedito, presidente de AVEP, proclamó que la economía circular "más que una oportunidad es una necesidad". "El principal riesgo que vemos nosotros es que se busque un culpable, que se responsabilice a una empresa concreta, que se ataque a un sector como el del plástico. No hay que enseñar a vivir 'sin' y establecer prohibiciones, hay que educar a vivir 'con'", sugirió.
Sebastián Subirats Huerta, director general de AINIA, abogó por "repensar la condición de valor". "No podemos sujetar la economía a la existencia de elementos finitos, pero es imprescindible acompasar la innovación al cambio. En el caso de la empresa esto es un riesgo porque puede dejar de tener rentabilidad. Pero la clave es lograr la velocidad adecuada para acometer el cambio", destacó.
Joaquín Serralta, investigador del Instituto de Ingeniería del Agua y Medioambiente de la UPV, abogó por aplicar la economía circular al tratamiento del agua. "Actualmente el agua sucia se ve como un residuo, y hay que ir a un modelo circular en el que se contaminara menos el agua para reducir tal consideración", indicó.